Emmanuel Alejandro Rondón muestra el nuevo plan aún más radical que están promoviendo un sector del Partido demócrata, liderados por la socialista Alexandria Ocasio-Cortez que trata de ir mucho más allá del plan de Biden socializando más (es uno de los objetivos implícitos) vía gasto, impuestos y regulaciones la economía de EEUU.
Artículo de El American:
El radical y controvertido proyecto de ley Green New Deal, que plantea una reforma completa de la economía americana en favor de la energía renovable y en detrimento de los combustibles fósiles, fue relanzado esta semana por la representante Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.) y viene mucho más radical que antes. Junto a la demócrata se encontró el senador Edward Markey (D-MA), quien ayudó a presentar el Green New Deal original del 2019.
«Vamos a hacer la transición a una economía 100 por ciento libre de carbono, que sea más sindicalizada, más justa, más digna y que garantice más atención sanitaria y vivienda que nunca antes», dijo la representante Ocasio-Cortez con relación al proyecto de ley. «¿Tenemos la intención de enviar un mensaje al gobierno de Biden de que tenemos que ir más lejos y ser más audaces? La respuesta es absolutamente sí».
El senador Markey también remarcó la importancia de ir incluso más allá de las propuestas de la administración Biden: «Durante los dos últimos años, se ha demostrado que el Green New Deal no es sólo una resolución: es una revolución (…) ¿Queremos ir más allá incluso de lo que ha propuesto Joe Biden? La respuesta es sí. Creemos que este es el momento que requiere que actuemos a lo grande, que pensemos a lo grande, que tengamos un programa que esté a la altura de la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Y hacerlo con justicia».
Al mismo tiempo, el senador añadió que el presidente Biden está en sintonía con una de las propuestas de los legisladores más radicales del Partido Demócrata: «El gobierno de Biden está incluyendo la acción climática, la justicia medioambiental y la economía del cuidado en su plan de recuperación (…) Ese es el ADN del Green New Deal que introdujimos».
El nuevo impulso de este Green New Deal llega en una semana donde el presidente de los Estados Unidos estará organizando una cumbre climática virtual, y cuando los demócratas, y la propia administración Biden están concentrados en lograr la aprobación del paquete de infraestructura por 2,3 billones de dólares.
Los críticos del proyecto de ley del presidente dicen que el paquete despilfarra mucho dinero y que una gran parte de los gastos está destinado a conceptos no relacionados o asociados a la infraestructura.
Un Green New Deal renovado y más polémico
El retorno del Green New Deal ofrece una perspectiva un poco más amplia que el primer proyecto presentado en 2019 con una serie de iniciativas de leyes divididas en vivienda pública, un cuerpo civil para el clima y la financiación de las ciudades.
De acuerdo con un informe de Politico, «entre la nueva legislación se encuentra una propuesta de la Reps. Cori Bush (D-Mo.) y Ocasio-Cortez que autorizaría hasta un billón de dólares para que las ciudades, tribus y territorios financien sus propias versiones localizadas del Green New Deal».
Por otro lado, el senador socialista Bernie Sanders (I-Vt.), y la propia Ocasio-Cortez, «también publicaron el lunes una legislación que gastaría hasta 172,000 millones de dólares en viviendas públicas durante 10 años (…) cuadruplicando lo que la Casa Blanca del presidente Joe Biden ha propuesto para las viviendas públicas», añadió Politico.
Este proyecto buscaría la modernización de «las 950,000 viviendas del país para que los edificios sean más eficientes energéticamente. También exigiría que los puestos de trabajo creados en el marco de la iniciativa cumplieran ciertas normas laborales y permitiría la creación de más viviendas públicas», puntualizó la agencia Reuters.
Además de estas dos legislaciones, Politico explicó que existe una tercera propuesta de Ocasio-Cortez y el senador Markey que crearía el Cuerpo de Conservación Civil cuyo objetivo es proporcionar «empleo a un grupo diverso de 1,5 millones de estadounidenses durante 5 años con trabajos en proyectos de cambio climático que vienen con fuertes beneficios. Los amplios contornos de dicho programa son acogidos por los demócratas de todo el espectro político y son similares al que Biden estableció en una primera orden ejecutiva».
Ocasio-Cortez comentó que el plan que encabeza junto a los legisladores más radicales del Partido Demócrata tiene el respaldo de 103 representantes.
Críticas al Green New Deal
Los cuestionamientos al controvertido proyecto de ley impulsado por los demócratas más radicales progresistas no se hicieron esperar.
«El “New Green Disaster” ha vuelto», dijo el senador John Barrasso (R-WY), en un comunicado el lunes. «La innovación del libre mercado es la mejor manera de proteger nuestro aire, agua y comunidades —no la regulación gubernamental de mano dura o los impuestos. Estados Unidos necesita soluciones, no socialismo».
Yendo en sintonía con las palabras de Barrasso, los republicanos están impulsando la «Cumbre de Innovación Energética» en donde están buscando soluciones climáticas más viables y no tan costosas como los demócratas progresistas.
La idea de los republicanos pasa por abordar los problemas ambientales mediante la innovación tecnológica y las soluciones naturales como plantaciones de árboles. Los conservadores están directamente en contra de las políticas ambientales que destruyen empleos como la cancelación del oleoducto de Keystone, las regulaciones estatales y la subida de las cargas impositivas al carbono.
Uno de los objetivos del Green New Deal es cargarse a prácticas como el fracking, que le trajo grandes beneficios a Estados Unidos en materia económica, empleos e independencia energética.
Si bien el fracking — una técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales — es criticado por ser supuestamente muy contaminante y ser responsable directo del aumento del uso del carbono; también es responsable de que las empresas emitan menos cantidad de CO2 al facilitar la innovación e implementar el gas como fuente de energía.
De hecho, en el 2019, aun estando bajo la administración Trump que promovió el fracking para lograr la independencia energética, USA redujo sus emisiones de carbono en un 2 %. En 2020 las emisiones de carbono se redujeron en un 10 % debido a la pandemia, pero acarreando grandes costes económicos.
El Green New Deal, entre otras cosas, radicaliza mucho más el plan de Joe Biden de llegar al 2050 con emisiones de carbono 0. Uno de los problemas de este objetivo, según los críticos, es que podría generar un problema económico gigante para el país, teniendo en cuenta lo costosas que son las energías renovables. Además, hay argumentos que indican que muchas de estas políticas no se basan en evidencia científica.
«El Green New Deal es un superpaquete socialista que sólo cargará de deudas a los contribuyentes más trabajadores y desplazará a millones de estadounidenses de sus puestos de trabajo», denunció en un comunicado el representante James Comer (R–KY 1st District) miembro principal del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. «Los demócratas no se detendrán ante nada para imponer sus proyectos progresistas a los americanos».
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