La superioridad moral del capitalismo de libre mercado. (Frases célebres y preguntas al aire. 49)

Los ataques al libre mercado son constantes pero precisamente no hay un sistema más democrático y ético que él, y dichos ataques serían mucho mejor dirigidos a aquellos sistemas desde donde son lanzados:

No hay ningún sistema más cooperativo que el capitalismo de mercado, puesto que se basa en el intercambio voluntario y libre y en la interacción de las personas para obtener beneficio y ayuda mutua. Ni tampoco más democrático, puesto que cada día millones de personas votan con sus compras o no compras qué empresas o productos o proyectos se merecen apoyo y cuáles no, qué empresas se merecen exisistir y cuáles desaparecer, qué empresas cumplen los deseos de la gente o colman sus necesidades y cuáles no, no imponiéndose desde el poder y de manera arbitraria cuáles deben ser (mediante imposiciones, crecientes prohibiciones regulatorias, barreras de entrada a otras empresas para poder competir con las ya instauradas...), lo que provoca despercidio de recursos (son empleados en aquello que no es demandado cuando son requeridos en otras actividades o sectores), menor eficiencia, mayores costes para el ciudadano, menor variedad de productos...)

Al contrario de lo que se cree, en el capitalismo (de mercado) se debe producir antes (y por tanto aportar valor a un tercero) para poder consumir uno mismo. Esto no ocurre en el resto de sistemas tales como el socialismo, comunismo, socialdemocracia o capitalismo de Estado o corporativismo, puesto que bajo estos sistemas, la voluntariedad desaparece para dar paso al empleo de la fuerza y la violencia (en mayor y menor medida) para obligar a intercambios no voluntarios (mediante impuestos y extracción de recursos de los agentes a la fuerza para su empleo en aquello que decida el poder y por mucho que esté en contra el agente) o negarlos (mediante regulaciones, burocracia, prohibiciones, barreras de entrada...) beneficiando a unos en contra de otros.

Al contrario por tanto que en capitalismo de libre mercado, no es necesario producir o aportar un beneficio a un tercero para disfrutar tu mismo, sino que puedes disfrutar o beneficiarte simplemente empleando la fuerza o el poder extrayendo recursos de un tercero. Por tanto, dichos sistemas no tienen una base ética. Y es que la solidaridad existe cuando es voluntaria. Si se emplea la fuerza o se obliga no es solidaridad, es violencia o robo. Y es que amor a la fuerza no es amor, es violación (por mucho que nos intenten convencer de lo contrario).