viernes, 29 de octubre de 2010

Economía insostenible y el ridículo del déficit de tarifa. (Energías renovables, Calentamiento Global. 27)

Interesante artículo de Daniel Lacalle sobre la nefasta política energética y el déficit de tarifa:

"Aquí no se paga nada. Tirar de la chequera sin fondo es un deporte nacional, y mientras nos felicitamos por el trámite de la ley de Economía Sostenible, uno de sus pilares fundamentales, la energía, continua manejándose como un barco a la deriva.

El Ministerio de Industria y Energía tendrá muy buenas intenciones, pero en este deporte lleva ya varias medallas de oro. Se han acumulado €14.000 millones en déficit de tarifa, €6.000 de esos millones en subsidios a la energía solar. Se ha permitido instalar 5000MW de solar fotovoltaica ante el efecto llamada de unas primas disparatadas, 40 veces superiores a las de la energía eólica, con un nivel de fraude espectacular, cuando se planeaban 150MW.

Y claro, se ha conseguido un nivel de sobrecapacidad, exceso tras exceso, en el sistema energético, que hace imposible sufragar la hemorragia de ayudas, primas, parches y dadivas sin subir la tarifa cada cuatro meses al menos. Y no hace falta nada menos que otra subida del 20% para cubrir los sobrecostes generados. Economía sostenible. Joan Clos nos dejó la factura de la fotovoltaica acumulándose y Sebastián dejará la de la termosolar. Mientras se enzarzan en cargarse a la energía nuclear. Sostenible.

Ahora, para rizar el rizo, no vaya a ser que alguien dude de nuestro “track record” intervencionista, en el que tenemos medallas como el decreto anti-E.On, el coste de CO2 eliminado del precio, etc.… se va a dotar de casi €1000 millones en subsidios al carbón nacional para mantener a 7.000 mineros. Aquí, en el país campeón de la energía verde. Carbón. Muy verde. Entre seiscientos y mil millones para mantener una industria ineficiente e innecesaria en un mercado energético en el que contamos con un exceso de capacidad de un 20-25% (margen de reserva).

Pero es que la lista ahora se completa con nuevas actuaciones más que sorprendentes. La primera, y que, como las demás, las pagarán nuestros nietos, es volver a tirar del BOE y la CNE para amedrentar e impedir acceso al mercado a la argelina Sonatrach solamente porque ha cometido el error garrafal de ganar un procedimiento de arbitraje internacional en un tribunal independiente de Paris. Así se hace, dejando claro que el imperio de la ley reina. Cuando no nos gusta lo que dicen los tribunales, decretazo.

Y ahora termina la semana con sprint. Que nos faltan medallas en el palmarés. Retrasar el proceso de titulización del déficit de tarifa. “Por cuestiones técnicas” nos dicen. Y uno, si fuera cínico y pensara mal, podría pensar que el “retraso” es simplemente que al Estado no le apetece pagar un 4% por unos bonos para titulizar una deuda que, si se queda en el maltrecho balance de las eléctricas, le cuesta un 1%. Un retraso “técnico” que se añade a un proceso de improvisación regulatoria, vaivenes y ataques intervencionistas que dura ya muchos, muchos años.

No importa lo que significa para la imagen y prestigio de España que el Gobierno apruebe en 3 meses un Real Decreto de solución del Déficit (junio 2009) y sea incapaz de implementarlo en 15 meses. O que la CNMV no sea capaz de aprobar un folleto en 2 meses. O que el Tesoro llame a la CNMV pidiendo un aplazamiento de la aprobación de dicho folleto porque le falta, ojo, ¿un dato técnico del Banco de España? Sostenible.

Aquí no se paga nada. Se refinancia y re-empaqueta. Economía sostenible. Sostenible es el agujero que estamos cavando, porque la factura de la planificación del “a crecer a crecer”, de las primas al carbón ineficiente e instalaciones solares chollo-prix y de la orgia de sobrecapacidad la pagarán nuestros nietos y eso será otro gobierno el que lidie con ello.

Verán ustedes, hace una semana asistí a una presentación del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE, nombre tremendamente apropiado leído en inglés). Y tuve la osadía de preguntar cómo pensaba el Estado reducir el déficit de tarifa que me intentaban vender en bonos perfectamente empaquetados. No hay respuesta. No es importante. Aquí no se paga nada. Ya se refinanciará con otro ministro y otro nombrecito, espero que más afortunado.

Sugiero que no lo llamen, por ejemplo, Déficit Eléctrico Formulado Automático Único Largo Tramo (“DEFAULT”). Pues bien, allí un banquero de los de gomina de “toda la vida” y bono TARP a fin de año, me decía que todo este proceso de burbuja de deuda, agradablemente empaquetada en pequeños sub-grupos con términos rimbombantes, deuda “garantizada por el Estado pero que no computa como deuda del país”, era un excelente producto con total seguridad y cero riesgo. Como cada vez que oigo riesgo cero recuerdo que ese señor espera cobrar un 2-3% de comisión para su banco si coloca estos paquetes de deuda en los que no importa cómo o cuando se va a cobrar el déficit, pues le saludé amablemente y me fui. Y recordé que un clon suyo me dijo lo mismo en 2005 sobre los paquetes de deuda hipotecaria. Cero riesgo.

Leo esta semana que a cinco parlamentarios se les ha ocurrido escribir un artículo alabando la Ley de Economía Sostenible y que los cinco han escrito exactamente lo mismo. No me extraña. Porque debe ser realmente complicado defender un proyecto de Ley que supone endeudar al Estado en más de un 2% del PIB anual en subsidios innecesarios, insostenibles y eternamente diferidos (no pagados) más los intereses que genera esa deuda, y donde la inversión extranjera seguirá aterrorizada al ver los decretazos, golpes de BOE, la quiebra del imperio de la Ley, la incertidumbre regulatoria y la improvisación como política energética. Sostenible. Venga ya"

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