La crisis actual fue provocada por un exceso de deuda, que llevó a quiebras e insolvencias en cadena provocando la mayor crisis económica desde los años 30 del siglo pasado.
Por tanto, lo razonable es pensar que esta crisis se solucionará cuando el problema de la deuda se solucione y la economía se desapalanque. Se empeñan en decirnos una y otra vez que la crisis ha pasado y se está mejorando, pero el grave problema de la deuda en lugar de mejorar y reducirse, sigue aumentando y a grandes pasos.
El Banco de España acaba de publicar las cuentas financieras de la economía que reflejan que el endeudamiento total del sector público y privado (sin contar lo que deben las entidades financieras) ascendía en junio hasta los 3,076 billones de euros.
Esta cantidad es con diferencia la mayor desde que existen datos y supone el 291,1% del producto interior bruto (PIB). Es decir, que necesitariamos 3 años de trabajo de todos los españoles para pagar las deudas del país.
Esta deuda no ha parado de crecer desde que estallara la burbuja del crédito (en el tercer trimestre de 2007) que entonces representaba el 260% del PIB. Y ya por entonces los institutos de análisis y coyuntura (y hasta el propio Gobierno) hablaban de que la economía española estaba sobreendeudada. Por tanto, desde entonces el endeudamiento ha crecido en casi 394.000 millones de euros!.
El incremento de la deuda a pesar de la crisis ha afectado a todos los agentes económicos, pero con especial intensidad al conjunto de las administraciones públicas, cuyo endeudamiento ha alcanzado ya el 64,3% del PIB, frente al 40,9% que se registraba al acabar el año 2007.
La deuda de los hogares, también ha seguido creciendo aunque de manera más lenta. Ha pasado de representar el 83,2% del PIB al 86,5%. En el caso de las empresas, igualmente, se ha producido una evolución similar, aunque algo más acelerada. Ha pasado de representar el 130,5% del PIB al 140,3%.
Y el grave problema de esto, es que el PIB siga cayendo, ya que provoca que la deuda tenga cada vez mayor peso y por tanto se tenga que hacer más esfuerzos por reducirla.
Otro dato que refleja la tremenda burbuja y deuda inmobiliaria de los hogares españoles es la que muestra que deben a los bancos nada menos que 959.253 millones de euros, de los que las tres cuartas partes se han destinado a la adquisición de una vivienda. Esta cantidad es más del doble por ejemplo que la que se tenía en el 2002, que alcanzaba los 428.169 millones. Y en 1996, cuando comenzó el ciclo expansivo de la economía española, el endeudamiento de las familias ascendía a 183.014 millones de euros, lo que demuestra hasta qué punto el crecimiento se ha sostenido vía financiación externa.
Pero nada, estamos mucho mejor que antes y la crisis ya ha acabado.
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