viernes, 23 de diciembre de 2011

La legitimidad del PP para gobernar sin complejos.(Política, Economía. 469)

Artículo referente a la legitimidad del PP para gobernar sin complejos ante las críticas respecto a las mismas producidas tras las elecciones:

"Sin complejos, Mariano:
La pedantería de la izquierda no tiene límite y ya ayer (22 de Noviembre), en las primeras tertulias, los intelectuales orgánicos, en lugar de hacer autocrítica y aceptar que todo lo que defendieron ha naufragado, se dedicaron a decirle a Rajoy en qué sentido tenía que interpretar su victoria electoral y cómo debía administrarla.

Entre lo más mezquino que se pudo escuchar estuvo lo que dijo en TV3 Milagros Pérez Oliva, la defensora del lector de El País, cuando quiso restarle legitimidad a la victoria popular diciendo que apenas había diferencia entre los votos que recibió el domingo Rajoy con los que recibió en 2008, cuando Zapatero obtuvo la reelección. La izquierda continúa sin saber perder y continúa teniendo un tétrico trasfondo golpista.

La derecha ha ganado en el conjunto de España de un modo arrollador e indiscutible. En Cataluña ha ganado también, y los catalanes hemos demostrado una insospechada madurez dándole la victoria a CiU y expresando, de este modo, nuestra comprensión y nuestro apoyo a las políticas económicas del presidente Mas para subsanar el derroche enloquecido del tripartito.

Rajoy tiene el aval de los españoles para tomar las decisiones que juzgue oportunas. No puede hacer lo que le venga en gana sin tener en cuenta a los líderes del mundo libre: nadie puede hacerlo en el contexto de un mundo globalizado. Pero tiene la legitimidad que le dan los votos de tantos millones de españoles para abordar la crisis a su manera, con su estilo y sus recetas.

Es alucinante que la izquierda, después de la dramática situación que nos ha dejado, se atreva todavía a dar lecciones y se presente como la protectora del bienestar social, cuando en realidad ella se lo ha cargado con su irresponsabilidad y sus excesos. Toda la austeridad que tenga que imponer Rajoy se deberá a la frivolidad socialista y a la bancarrota que Zapatero ha causado.

Lo que está en crisis no es el capitalismo, ni el mercado, ni la imprescindible libertad de comercio. Lo que está en crisis, lo que nos ha hundido en esta crisis, es el intervencionismo atroz, el acostumbrar a tanta gente a vivir -y vivir muy bien- sin tener apenas que trabajar. Lo que está en crisis, y lo que ha provocado la crisis, es la subvención, el subsidio, que la demagogia de los derechos adquiridos haya sustituido a la moral del deber fundamental en que toda vida y toda integridad tendrían que basarse.

A Rajoy no le han votado para que haga lo que la izquierda le dicte, sino precisamente para que imponga su criterio y su idea y trate de remendar el fracaso del PSOE. Es inaceptable que los socialistas pongan en cuestión la calidad democrática del PP y se refieran a él como a una antigualla franquista. A Zapatero nadie le dijo cómo tenía que administrar su victoria, ni siquiera cuando la obtuvo después de la clamorosa vulneración de la jornada de reflexión de los del «quién ha sido».

Nadie ha puesto nunca en duda la legitimidad de la izquierda para gobernar, ni nadie ha dudado de su compromiso con la democracia, muy a pesar de que el PSOE fue marxista -nada más opuesto a la libertad- y la mayoría de sus dirigentes y sobre todo ex dirigentes militaron en el pasado en partidos totalitarios y sanguinarios, cuya barbarie, por cierto, jamás han condenado.

Es igualmente insoportable que el PP se deje acomplejar por esta propaganda y no termine nunca de ser un auténtico partido de derechas, conservador en lo social y liberal en lo económico, que es lo que la mayoría de los españoles ha votado."

Fuente: Artículo de Salvador Sostres (Vía)

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