Si en el artículo anterior se realizaba una aproximación real del número de coches oficiales empleados por los políticos, en este artículo se tratará el coste para el ciudadano de todo esto:
Artículo de Motor.comMotor.com:
"Ayer establecíamos que el número
de coches oficiales en España (usados por los políticos en sus funciones de
representación, no vehículos de trabajo y servicio diario de las
administraciones) se sitúa en torno a las 5.000 unidades.
A pesar de que es una cifra bastante más reducida de las que circulan por la
red (un 22% de los 22.500 que se leen por ahí), supone que hay un
vehículo oficial cada 9.438 personas. Y ojo, que si tenemos en cuenta
quién paga estos coches (hay 17.417.300 personas activas, según datos de la EPA del segundo trimestre de 2012) obtenemos
que cada 3.483 personas pagan uno de esos vehículos.
Por ese motivo es necesario controlar los gastos al máximo. Como veíamos,
ahora mismo las Administraciones Públicas ya están reduciendo el número de
vehículos y, en muchos casos, optan por coches que tienen menor coste de
adquisición, consumen menos combustible y son más baratos de mantener. Pero
sería posible reducir el coste de esta partida.
Una de las mejores formas de contención del gasto es la forma de aquirirlo.
Hasta hace bien poco, la mayoría de estos coches se compraban, con cargo a los
presupuestos generales. Sin embargo en los últimos años la tendencia pasa por el
renting o alquiler de forma que ahora uno de cada tres se
alquila.
“El alquiler de un vehículo de flota en lugar de recurrir a la compra directa
supone una reducción del 20% del presupuesto”, indican los expertos de gestión
de flotas de coches.com. Así se evita parte del coste de
amortización. Es una regla básica de mercado que los coches se devalúan el
primer año cerca de un 30%, y luego un 19% anual. Aunque en función de la
demanda, la caída de precio se puede frenar un poco. “Podríamos estar hablando
de unos 8.000 euros anuales de renting en un coche de alta
gama, solamente en concepto de amortización. Y eso sin contar extras como los
blindajes, que dispararía la cifra una barbaridad”.
La ventaja del renting o el alquiler es la flexibilidad que
supone, además del “incordio” que supone vender este tipo de vehículos, tan poco
demandados. “Debido a la crisis económica, el mercado de segunda mano ha cobrado
una gran importancia en los últimos tres años. Pero la gente demanda coches
pequeños y baratos de mantener, con preferencia de los diésel. Son los coches
que menos se devalúan en estos momentos. Sin embargo, los vehículos grandes y
con motores que consumen más, tienen menos salida y tardan más en venderse”,
indica los expertos en segunda mano de coches.com.
De hecho, ha habido bastantes ejemplos de subastas de coches en los últimos
tiempos, como en Castilla La Mancha y en la Comunidad Foral Navarra. Y en muchas
ocasiones, cuando el coche ya tiene más de 15 años, el valor residual del coche
es tan bajo que no compensa ni siquiera hacer la subasta. La Diputación de A Coruña, por supuesto, se han
cedido a Ayuntamientos o asociaciones que los necesitaban.
OTROS GASTOS
“Al TCO (coste total de propiedad) de uno de estos vehículos deberíamos
añadir los 4.600 euros anuales, si tenemos en cuenta el seguro
(1.800 euros), consumos (1.600) y mantenimiento (1.200), indican desde
coches.com, dado que suelen ser coches de alta gama con numeroso equipamiento
adicional (y es sabido que los extras y la tecnología
acaban encareciendo el manenimiento)
En los datos del Parque Móvil del Estado descubrimos que 864 coches (que
recorrían 12.800 kilómetros cada uno) gastaban casi un millón y medio de euros
al año. Son unos 1.650 euros en combustible cada coche, dato muy similar al
aportan los especialistas en flotas de coches.com.
En el renting (alquiler a largo plazo) suelen estar incluídos los gastos de
revisión, salvo el de la ITV que suele estar fuera del contrato. Con 5.000
vehículos, tendríamos un coste de 4.600 en mantenimiento y 8.000 en concepto de
renting o amortización de la compra: 12.600 euros anuales, lo que nos dejan un
coste de unos 63 millones de euros anuales en coches destinados
a políticos. Y eso sin contar gastos de conductores y otros alquileres
de transporte…
Pero es que, además del Parque Móvil, existen más gastos. En 2012 el
Congreso se gastó este año 850.000 euros en taxis y alquiler de
vehículos para su parque móvil. En 2013 el desplazamiento de los diputados
tiene presupuestado 6.750.000 euros, (invariable respecto al
2012). Ahí se engloban billetes de tren, de avión, peajes de autopista, los
taxis antes mencionados y hasta 30.000 euros en tarjetas de aparcamiento AENA,
para que los aforados puedan acudir a aeropuerto en su vehículo particular.
Quizás lo más sorprendente de este capítulo presupuestario es comprobar que el
Congreso corre con los gastos de las multas que ocasionan los
coches del parque móvil, en concreto 7.000 euros anuales, una
partida que no existía en 2011. ¿No es suficiente con los coches que ya pagamos
entre todos?"
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