Un nuevo ataque demagógico en este caso a las grandes superficies. La causa es el absoluto desconocimiento?, la intención de imponer nuevos impuestos y sangrar al ciudadano (repercutido por la gran superficie), ganar algún voto (que perderá por el daño que hará a la economía posteriormente). Y la consecuencia? Más paro, más cierre de tiendas, precios más altos y menor renta adquisitiva del ciudadano (que luego apoya estas medidas pero se queja de la inflación y subida de precios).
Juan Ramón Rallo muestra esta nueva demagogia de los políticos en su artículo:
"Los españoles padecemos un gobierno populista que, en consecuencia, juega la baza populista de buscar enemigos externos e internos para ocultar sus vergüenzas y su profunda incompetencia. Ahora les ha tocado el turno a las grandes superficies de distribución, esas a las que el ministro de Agricultura, Miguel Ángel Arias Cañete, ha acusado, pasando por buena un trasunto de la teoría marxista de la explotación, de aprovecharse de los agricultores y de forrarse a su costa. Por supuesto, todos conocemos “casos” de productos multiplicados de precio en varias decenas de veces desde el origen hasta el destino. El error común es confundir una multiplicación de ese precio con una multiplicación de los beneficios, pues paralelamente se pueden estar multiplicando también los costes (en particular, los asociados a la distribución).
Arias Cañete ha apuntado con su demagogo dedo a las cinco grandes compañías de distribución que operan en España: Mercadona, El Corte Inglés, Carrefour, Eroski y Alcampo. ¿Es verdad que se están forrando a costa de los agricultores multiplicando los precios a los que venden su mercancía gracias a su “poder de mercado”? Rotundamente, no. Si alguien se lo lleva crudo en la cadena de distribución, desde luego no son estas empresas. Y para comprobarlo no hace falta tener ningún tipo de información privilegiada, basta con encontrar y saber leer sus cuentas anuales. Tomemos como ejemplo las de Mercadona, Carrefour y Eroski (que son las fácilmente disponibles en internet). Si se forraran a costa de los agricultores, deberían encontrarnos con que obtienen una rentabilidad monstruosa sobre el dinero que tienen invertido, en especial debido a los grandes márgenes comerciales a los que venden sus productos.
Al fin y al cabo, la rentabilidad de toda empresa puede descomponerse en dos factores: al margen comercial y la velocidad de rotación del capital. Básicamente, una empresa mejora su rentabilidad si vende con márgenes muy amplios o si vende muchas veces el mismo producto. Matemáticamente:
Beneficio/Activo=Beneficio/Ingresos*Ingresos/Activo
Veámoslo para el caso de las empresas anteriores:
Mercadona
Rentabilidad = 8,1%
Margen unitario de ganancia = 2,81%
Rotación del capital = 285%
Eroski
Rentabilidad = 1,2%
Margen unitario de ganancia = 2,1%
Rotación del capital = 57%
Carrefour
Rentabilidad = 0,8%
Margen unitario de ganancia = 0,47%
Rotación del capital = 170%
Salvo el mejor grupo de distribución español desde hace décadas, Mercadona, Carrefour y Eroski apenas ganan sobre su inversión entre un 0,8% y un 1,2%… por debajo de la inflación y de lo que obtendrían por comprar deuda pública alemana, por ejemplo. Sus unitarios márgenes de ganancia por producto vendido oscilan entre el 0,5% y el 2%, esto es, por cada 100 euros de ventas, apenas ganan 0,5 ó 2 euros. Como digo, sólo Mercadona obtiene una rentabilidad aceptable (el 8% sobre el capital invertido), pero no gracias a los amplios márgenes de ganancia por producto vendido (que son similares a los de Eroski, del 2,8%) sino porque vende muchísimos productos (aunque sólo gane 2,8 euros por cada 100 euros que ingresa, vende muchas veces 100 euros).
En suma, estamos ante un nuevo ejercicio de populismo antiempresarial de este gobierno. Aunque viendo los orígenes ideológicos de muchos de ellos, tampoco es de extrañar."
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