sábado, 20 de octubre de 2012

La verdad de la política de los bancos centrales. (Política, Economía. 938)

Los economistas de la escuela austriaca lo han advertido por activa y por pasiva, y los casos en la historia lo vienen demostrando. Son las consecuencias que el engaño del papel moneda suponen a la sociedad, que no es otro que el empobrecimiento de la sociedad favoreciendo solamente a los Estado y las élites financieras.

Y este intervencionismo creciente por parte de los bancos centrales y gobiernos no nos va a llevar a nada positivo, todo lo contrario, sin duda alguna...


“En aquella época habían aprendido lo fácil que es emitir este dinero; lo difícil es frenar su emisión excesiva; cuán seductoramente conduce a absorber los medios económicos de los trabajadores y de los hombres con pequeñas fortunas; cuán pesadamente cae sobre todos aquellos que viven sobre ingresos fijos, de sueldos o sa­larios; cuán firmemente crea, sobre la prosperidad arruinada de los hombres de pocos recursos, una clase de especuladores co­rruptos, la clase más perjudicial que una nación pueda albergar –de hecho, más perjudicial que los delincuentes profesionales a quienes la ley reconoce y puede controlar; cómo estimula la sobreproducción al principio y después deja flácida a toda la industria; cómo quebranta el ahorro y desarrolla la inmoralidad política y social. Francia había aprendido perfectamente todo esto por experiencia. Muchos de los que vivían entonces habían sentido el resultado de tal experimento –las emisiones de papel moneda bajo John Law, un hombre que hasta la fecha es recono­cido como uno de los financieros más ingeniosos que el mundo haya conocido; y allí estaban sentados ahora, en la Asamblea Nacional de Francia, muchos que debían la pobreza de sus fami­lias a tales emisiones de papel moneda. Casi no había hombre en el país que no hubiese oído maldecir a quienes emitieron aquel papel dinero como los autores de la catástrofe más espantosa que Francia había experimentado hasta entonces.

...La nación se estaba embriagando de papel moneda. La buena sensación era la de un borrachín justo después de su trago; y debe notarse como un hecho histórico simple, correspondiente a un hecho fisiológico, conforme los «tragos» de papel moneda ocurrieron cada vez más rápido, los períodos sucesivos de agradable sensación se volvieron más cortos.

...No puede encontrarse ningún ejemplo más impactante que confirme la verdad expresada por Daniel Webs­ter: “de todas las invenciones que ha hecho la humanidad para estafar a las clases trabajadoras, ninguna ha sido más eficaz que aquella que los engaña con papel moneda.”

La inflación del Dinero Fiat en Francia

El trágico experimento de los Assignats 1790-1797

Andrew Dickson White

Uno de los mejores inversores, Robert Rodríguez de FPA, acaba de avisar a sus inversores de los riesgos que supone esta deriva en la que los tres principales bancos centrales, la Fed, el BCE y el BoJ (aunque no hay que descartar que el Banco de Inglaterra también se sume), se han lanzado de compras masivas de activos de cada vez peor calidad. Y en Europa se están planteando apalancar el Fondo de Rescate… como si fuéramos pocos. Como dice Rodriguez y perdonad la mala traducción: “Es mi opinión que los gestores profesionales no parecen particularmente conscientes, ni preocupados, de los finos matices de un debate académico entre dos escuelas de pensamiento económico[se refiere al keynesianismo y a la escuela austríaca- nota mía]. Todo se centra en no desviarse a la baja del mercado o de un índice de referencia, así que “no luches contra la Fed”.
Desgraciadamente, una estrategia de seguir a la Fed y su urgencia por tomar mayor riesgo terminará probablemente en infarto. Si la bolsa continúa su marcha alcista, tanto nuestros clientes como los gestores de FPA serán probados. Este es un tiempo de disciplina. Dado que el crecimiento económico es lánguido en el mejor de los casos y probablemente decreciente, la divergencia entre la bolsa y la realidad económica no podrá sostenerse. Uno u otra habrán de ajustarse.”

No es el único de esta opinión de promover prudencia (los argonautas por ejemplo me lo han venido escuchando en los últimos tiempos), pero por ejemplo Hunter- a quien le agradezco desde aquí su permiso para citaros parte de su post Distressed Debt Investing – comentaba recientemente: “De acuerdo tanto con el índice high yield de Barclays como de Credit Suisse, las rentabilidades en los bonos high yield han alcanzado niveles mínimos históricos en el 6.6% [lo que significa que están muy caros, nota mía]… Algunas mesas de negociación están recomendando moverse hacia activos CCC ya que todavía ofrecen aproximadamente más de 100 puntos básicos sobre sus niveles mínimos históricos vistos en… Mayo 2007… Los cupones y la rentabilidad, definitivamente no están compensando a los inversores por la duración de esos activos y la calidad de las garantías se ha ido volviendo peor, peor y peor con cada acuerdo que se cierra. A menudo parece que, en las grandes emisiones, los grandes jugadores sólo están lanzando órdenes porque: 1) Tienen bastante efectivo como resultado de las entradas de dinero que tienen que poner a funcionar y 2) El mercado secundario es horriblemente ilíquido.

Todo lo anterior pone en relación algo que ya se ha comentado en otros foros y ocasiones: los bancos centrales están tocando artificialmente los tipos de interés y generando inflación. Aunque pueda parecer difícil de creer, se está generando inflación. Dado que toda esa cantidad de dinero se queda entre los estados, bancos y bancos centrales y no llega a la economía real, el efecto en ésta es de deflación- puesto que desaparece masa monetaria, al estilo (pero por otra vía) de lo que ocurrió en los años 30 de la Gran Depresión. Sin embargo la inflación monetaria se está gestando y terminará por estallar. Mientras, aquellos que siguen a la Fed o a sus equivalentes, han de saltar hacia activos de mayor riesgo en busca de renta. Los bancos centrales no son los vigilantes contra la inflación, sino los originarios de ésta y, como en tantas ocasiones- por ejemplo en la dramática revolución francesa- no terminará bien. Los tipos de interés son el precio del dinero y en dicho precio se debería reconocer tanto las estimaciones de riesgo como de inflación. Al modificarlos de forma artificial- alejada de la realidad del mercado libre- el banco central favorece a unos pocos (en concreto a los estados y los bancos) y perjudica a todos los demás. Posiblemente recordéis cómo en 2008 se produjo un diferencial enorme entre el tipo oficial establecido por el BCE y el tipo euribor, de mercado, ya que durante unos meses los bancos no se fiaban unos de otros. El mercado estaba reconociendo que el precio del dinero que marcaba el BCE no correspondía con los riesgos que veían los mercados. Probad a hacer la prueba e ir a solicitar una póliza de crédito o un préstamo personal a ver qué tipo os cobran a un año vista. Dudo mucho que se acerque al tipo oficial.

Los precios de las cosas, incluyendo el dinero, establecen las señales que los que precisan crédito y quienes lo ofrecen a través de sus ahorros necesitan para tomar correctamente sus decisiones de iniciar proyectos o invertir sus ahorros. Los bancos centrales al influir sobre los tipos de interés envían señales erróneas a los inversores y empresarios con lo cual sus decisiones terminan siendo erróneas. Un ejemplo típico lo encontramos en todos los proyectos de inversión que dependen de alcanzar un VAN positivo para ser iniciados. Con tipos de interés- tasas de descuento- altos, muchos proyectos se rechazarían y no se emprendería la aventura, fomentando una mayor seguridad. Con tipos bajos, cualquier cosa parece barata,…incluyendo la bolsa.

Como dice Rodriguez, posiblemente tal y como ha pasado anteriormente, la Fed consiga un rebote de las bolsas, pero será artificial y por ende su duración dejará bastante que desear. Y como decía Dickinson White: cada vez el efecto de los tragos dura menos tiempo. Caveat Banca Central."

Fuente: Cotizalia

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