El siguiente artículo se hace eco de una de las típicas herramientas de todo nacionalismo para adoctrinar a sus súbditos en su causa. La mentira, la manipulación, el victimismo y la búsqueda de enemigos externos que justifican mi mala situación para alejar la responsabilidad de uno mismo.
Artículo de Dolça Catalunya:
El sr Junqueras impone laimmersió para los hijos de los demás… pero lleva a los suyos al Liceo Italiano (por “tradición familiar”, és clar)
El sr Junqueras chulea de católico, se fotografía tomando la comunión en el funeral por el pobre mosénBallarin … però defensa un programa polític anticatòlic i l´enxampen resant a una mesquita.
El sr Junqueras es doctor en Historia…pero copió su tesis doctoral (“su tesis tiene un número tal vez excesivo de páginas clavaditas a otras que se encuentran en el libro Historia Política y Económica de Cataluña. Siglos XVI al XVIII, de Jaime Carrera Pujal”).
El sr Junqueras es historiador…pero dice que en el s VIII la capital de Cataluña era Damasco (como si los franceses de 1943 dijeran que su capital era Berlín…cuando además la palabra “Cataluña” no existía y la capital Omeya era Córdoba).
El sr Junqueras es vicepresident d´Economia…però amenaça amb “parar l´economia catalana una setmana”.
El sr Junqueras, vicepresidente de Economía, dice que espanyansroba y que “el Banc Central Europeu presta al 0,05% d´interès i Espanya pels préstecs del FLA aplica un 0,834%. Ens costa 380 milions d´euros”...y sale Luis Garicano, economista de Ciutadans y le endosa un zasca de vuelta al ruedo:
“Populismo repugnante: el FLA es a 10 años. España paga a 10 años 1,48%. Con manipulaciones así se construye país”
Es decir, que la malvada “Espanya” presta a la Generalitat para que cubra sus agujeros a un tipo de interés un -44% más bajo respecto al tipo que tendría que pagar si se financiara en el exterior. Según los cálculos de Junqueras, la Gene se ahorra €313 millones/año. Aunque la diferencia sería mucho mayor, pues la Generalitat es bono basura, no le presta nadie y si alguien le prestara sería a tipos estratosféricos.
Así, con deslealtad, mentiras y falsedad, siembra el nacionalismo de odio el corazón de los catalanes. Així ha estat sempre i així ho va reconéixer en Prat de la Riba: “el nacionalisme el va fer l´odi”.
Dolça i enganyada Catalunya…
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