Elena Berberana expone las pretensiones de Belarra (Unidas Podemos) siguiendo la línea de Errejón (Más País) de reducir a la fuerza la jornada laboral a 20 horas (ya ni siquiera las 32 de Errejón) manteniendo igual los salarios.
Cuando la demagogia populista, la ignorancia y la utopía idealista se mezclan pueden dar lugar a consecuencias peligrosas si se llegaran a imponer.
Obviamente no se impondrá algo así, pues no son tan estúpidos para saber sus consecuencias (pero es útil para su objetivo propagandístico y de vender el crece pelo al ciudadano de a pie para tratar de conseguir su voto).
Por supuesto, estos ideales se han ido consiguiendo con el paso del tiempo gracias a los avances de la productividad (mayor producción por unidad de mano de obra y tiempo) asociados al capitalismo desde la Revolución Industrial (que permitieron junto al indispensable avance del derecho a la propiedad privada y los contratos entre partes, la mayor capitalización de la sociedad, fruto de la mayor inversión, ahorro e innovación). Y son avances paulatinos en función de la misma. Es a esos avances y durante los mismos que son adoptados por las propias empresas, tras ganancias de productividad, a los que luego (nunca antes) se suma el activismo y la política.
Hacerlo o tratar de imponerlo por ley por un Gobierno (si fuera el caso) solo llevaría al desastre, el desempleo masivo, la miseria, la quiebra empresarial, la fuga de capitales, la caída y fuga de la inversión, la exportación de mano de obra y la insostenibilidad fiscal del Estado.
Por supuesto, ellos lo saben en cierto grado. Otra cosa es lo que traten de vender y los motivos electorales y activistas detrás de ello. Así pueden tratar de buscar experimentos piloto en empresas ya de por sí más productivas (pagadas con subvenciones y de manera temporal con cargo al contribuyente) o que no dependen de la oferta-demanda y del consumidor, sino de rentas extractivas al contribuyente (como la administración pública o la empresa pública) para tratar de justificar o vender sus bondades (nunca aplicable a toda la economía ni por tiempo ilimitado).
Artículo de Libre Mercado:
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra | EFE
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha acudido al informe "21 hours" de la organización británica New Economics Foundation (NEF), este pasado viernes, para defender la reducción de la jornada laboral a 20 horas para que las parejas puedan liberarse de las ataduras del trabajo y tener más tiempo para "los cuidados de los hijos". La ministra de extrema izquierda quiere que, pese a que se reduzcan las horas de trabajo, el salario no sea rebajado, tal y como el propio informe británico, que fue redactado hace 11 años, apunta en su tesis.
Belarra lanzó la propuesta durante su intervención en un curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid, en la que remarcó, como viene haciendo Unidas Podemos, que "necesitamos un sistema estatal de cuidados", porque "sólo vamos a poder cuidar todos más y mejor, sólo vamos a corresponsabilizarnos, especialmente los hombres, de los cuidados, como no se ha hecho hasta ahora, si reducimos el tiempo de jornada laboral".
La ministra ha evitado hablar sobre los efectos negativos y cómo afectaría a las empresas su medida intervencionista en el mercado laboral y de corte comunista. Tan solo se ha limitado a redoblar la apuesta de su excolega de partido, Iñigo Errejón, que apoyaba la reducción de la jornada laboral en 32 horas semanales y, también, sin reducción del sueldo del trabajador, porque, entre otras cosas, según el líder de Más País, ayudaría a mejorar la salud del planeta.
"Yo creo que esta es una idea absolutamente imprescindible", apuntó, exponiendo que la jornada de ocho horas, que en España se instauró hace ya 102 años, "se pensó para una sociedad en la que los hombres trabajaban fuera de casa y las mujeres se ocupaban del hogar y los cuidados", pero "no lo podemos aceptar somo sostenible cuando trabajan los dos".
En definitiva, remató, "necesitamos que las mujeres y los hombres trabajen menos horas", y llamó a abrir el debate señalando que "deberíamos intentar ponerlo en la agenda pública, porque ya hay algunos estudios que os quería mencionar porque me parecen especialmente interesantes", manifestó Belarra en relación al estudio que pasó desapercibido en Reino Unido hace más de una década y que ella ahora ha conocido.
Dicho informe de la NEF, una organización sin ánimo de lucro londinense fundada en 1986 y cuyo lema es "La economía como si las personas y el planeta importaran", se extiende a lo largo de 40 páginas y no especifica cómo un empresario va a pagar igual a un empleado que trabaje 20 horas menos a la semana. Sin embargo, esta cuestión es algo que no importa a Belarra. "Trabajar menos horas con los mismos salarios, manteniendo la masa salarial", porque "no se trata de pauperizar aún más las condiciones materiales de vida de la gente de nuestro país".
Errejón sale a la carga
Después de esta declaración de Belarra, el líder de Más País ultraeco-izquierdista ha vuelto a insistir en su propuesta de reducción de jornada laboral poniendo como ejemplo el comentario de un participante del programa First Dates: "8 horas es una burrada y encima cobras una mierda", decía Ander, el candidato que buscaba pareja en televisión.
"El mejor resumen de nuestra propuesta de semana laboral de 4 días. Necesito clases de Ander para enrollarme menos y poder decir tanto en tan poco", sentenciaba Errejón, lo que le valió una avalancha de burlas de cientos de tuiteros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario