jueves, 15 de julio de 2021

El cínico mensaje del gobierno de Sánchez tras su negativa a condenar crímenes de genocidio

Elentir analiza el cínico mensaje del gobierno de Sánchez tras su negativa a condenar crímenes de genocicio. 

Un cinismo que es consustancial al Gobierno...


Artículo de Contando Estrelas: 



La izquierda tiene una costumbre que en psicología se denomina proyección, y que consiste en atribuir sus propios defectos, vicios y perversiones a otros.

La ministra Montero intenta sacar réditos políticos del asesinato del joven Samuel

Ayer la ministra socialista de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, hizo una cínica exhibición de esa fea costumbre. Durante una rueda de prensa en La Moncloa, se refirió al asesinato del joven Samuel en La Coruña intentando instrumentalizarlo políticamente, obviando la investigación policial y afirmando que “mientras que existan este tipo de conductas, mientras que haya personas, incluso formaciones políticas que promuevan o que promocionen el odio o la exclusión o la xenofobia o la homofobia evidentemente el trabajo de toda la sociedad será un trabajo sin descanso, un trabajo arduo”.

Montero añadió: “no se pueden tolerar que en nuestro país coexistan este tipo de personas haciendo justamente de esa bandera del odio su propia razón de ser, y sobre todo que no haya organizaciones que promuevan, de forma colectiva, este tipo de conductas o que las justifiquen, o que no las condenen, o que tengan algún pero cuando cuando aparecen o cuando los medios de comunicación las publicitan. Se puede no condenar un hecho y siendo eso de la misma intensidad que provocar cualquier tipo de incitación al odio o a la xenofobia“. Se puede escuchar eso aquí a partir del minuto 41:33 (he insertado el vídeo para que empiece en ese punto):

Montero no explicó a qué “formaciones políticas” se refiere, aunque es evidente que se refiere a Vox, un partido conservador al que la izquierda demoniza por sostener posiciones contrarias a sus tesis ideológicas. La realidad es que Vox ha condenado ese crimen y además ha pedido el endurecimiento de las penas para este tipo de delitos. Lo que hace la izquierda es recurrir a la falacia del hombre de pajarecurriendo a la mentira para criminalizar a la oposición política. Algo que este gobierno ha convertido en una fea costumbre.

Bildu, socio del gobierno, no condena los más de 800 asesinatos de ETA

Esas afirmaciones de la ministra sobre el odio y sobre la ausencia de condenas son de un cinismo colosal si tenemos en cuenta que son precisamente el gobierno socialista-comunista y sus socios parlamentarios los que más odio exhiben y los que más reticencias tienen a la hora de condenar ciertos crímenes. Para empezar, hay que recordar que en noviembre el gobierno selló sus presupuestos con un partido, Bildu, que hace homenajes a terroristas y que aún hoy se sigue negando a condenar los asesinatos de más de 800 personas -niños incluidos- a manos de ETA. Cabe preguntarse si la ministra Montero se refería a sus socios bildutarras al hacer esas declaraciones, o si tal vez ese odio y esa negativa a condenar asesinatos sí le parece bien al PSOE, en vista de que no tiene reparos en pactar con Bildu.

El PSOE y Podemos votaron en contra de una condena de crímenes de genocidio

Ya puestos a hablar de odio y de negativas a condenar crímenes, podríamos recordar también que a finales de marzo los socialistas del PSOE y sus socios comunistas de Podemos votaron contra una condena parlamentaria de los crímenes del nazismo y del comunismo, unos crímenes que incluyen delitos de genocidio, que es el tipo de mayor gravedad en la escala de los atentados contra la vida humana. Negarse a condenar este tipo de crímenes es algo moralmente tan perverso como lo que hace Bildu -y antes hicieron HB y Batasuna- negándose a condenar delitos de terrorismo.

Presentaron entre los «luchadores por la libertad» al autor de una masacre

En el debate de aquella condena, el PSOE presentó a los comunistas como “luchadores por la libertad”, una etiqueta en la que incluyó a Santiago Carrillo, máximo responsable del asesinato en masa de 5.000 presos políticos, incluidos 50 niños, en la masacre de Paracuellos de 1936. Como puede comprobar cualquiera consultando en la web del Congreso la página con los resultados de aquella votación (ver PDF)la ministra Montero estuvo entre los que votaron contra esa condena. ¿Y aún tiene la tremenda desfachatez de aleccionarnos sobre el odio y sobre cómo hay que condenar delitos?

En junio socialistas y comunistas votaron contra una condena de la represión en Cuba

Añadamos a eso que hace sólo un mes, el PSOE y Podemos votaron contra una condena europea de la represión en Cuba, una condena que se dirigía expresamente contra “la existencia de presos políticos, la persecución política persistente y permanente, los actos de acoso y las detenciones arbitrarias de disidentes en Cuba”El PSOE incluso tuvo la bajeza de chivarse a la dictadura cubana sobre esa moción, lamentándose de no tener mayoría suficiente para hacerla fracasar, una actitud de miserable servilismo hacia un régimen antidemocrático que lleva 62 años persiguiendo, torturando y asesinando a los demócratas cubanos. ¿Ésta es la izquierda que clama contra el “odio” y que exige condenas?

Socialistas y comunistas tampoco condenan las agresiones contra Vox

No quiero acabar estas líneas sin recordar que hasta hoy, ni el gobierno, ni el PSOE ni Podemos han condenado las agresiones que vienen sufriendo miembros de Vox desde hace más de dos años, cuando el entonces jefe de Podemos, Pablo Iglesias, lanzó contra ese partido una “alerta antifascista” por haber logrado representación en el Parlamento de Andalucía, un llamamiento antidemocrático que sirvió de pistoletazo de inicio para una campaña de mantonismo de extrema izquierda. Recordemos que hace dos meses empleados de Podemos fueron identificados participando en una de esas agresiones, la ocurrida en Vallecas, en la que un diputado de Vox fue herido y precisó asistencia hospitalaria tras recibir una pedrada. Recordemos, además, que Podemos justificó abiertamente aquellas agresiones afirmando que los agredidos habían ido a “provocar”, el viejo argumento de la minifalda. ¿La ministra Montero propondrá ilegalizar al PSOE y a Podemos por alimentar esa violencia contra un partido de la oposición, o ese odio sí le parece bien?

Foto: La Moncloa.

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