Diego Sánchez de la Cruz expone la evolución de los datos sobre el empleo público en España, que sigue creciendo marcando registros record ante una situación de las cuentas públicas sumamente peligrosas y plan alguno de ajuste de las mismas, lo que en años venideros puede conllevar ajustes varios (como salariales, por la irresponsabilidad política y la búsqueda del interés político cortoplacista).
Irresponsabilidad que pagará especialmente el sector privado (más impuestos, menos emploe, menos salarios...) pero también los empleados públicos ya instalados por el desajuste financiero estructural provocado por las nuevas incorporaciones.
Artículo de Libre Mercado:
El mercado laboral, cada vez más polarizado: sube el empleo público, baja el privado | EFE
El empleo público aumentó un 4,3% durante la segunda mitad de 2020. Así se desprende del Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, un documento periódico cuya más reciente actualización refleja el marcado contraste entre el primer y el segundo semestre del pasado curso, marcado por la pandemia del coronavirus.
Así, aunque de enero a junio el número total de trabajadores a sueldo del Estado se incrementó solamente en 769 efectivos, las cifras para el periodo que va de julio a diciembre apuntan a una subida de 111.924 asalariados. De modo que, tras medio año "congelado", el empleo público se disparó en los seis meses siguientes.
De acuerdo con el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, hay 2.710.405 personas trabajando para las Administraciones Públicas en España, el máximo de la serie histórica. De esa cifra, un 60% están en nómina de las comunidades autónomas, otro 21% están ocupadas en los ayuntamientos y el 19% restante opera bajo el paraguas de la Administración central.
El grueso del incremento en el número de asalariados públicos se produjo en las Administraciones autonómicas, donde la plantilla de trabajadores subió un 5,7%, al darse un total de 87.294 nuevas contrataciones. En cambio, la Administración central redujo su plantilla en 1.417 trabajadores, lo que supone una tímida corrección del 0,3%. Por su parcelas corporaciones locales aumentaron el empleo en 26.047 personas, un 4,7% más.
El incremento más pronunciado del empleo público se produjo en la Comunidad Valenciana, donde la plantilla de trabajadores subió un 10,6%, incrementándose en 15.550 personas. En cambio, Navarra redujo su nómina de asalariados en 282 efectivos, lo que supone un 1% menos. Entre las regiones de mayor peso económico, se observa un incremento del 9% en Andalucía, una subida del 5% en Madrid y un repunte del 1% en Cataluña.
Solo el 53% de los trabajadores a sueldo del Estado son funcionarios de carrera, mientras que un 22% son personal laboral. La categoría de interinos, eventuales y otras relaciones contractuales aglutina al 24%. Los funcionarios son el 81% de los trabajadores de la Administración central, el 52% de la nómina de asalariados autonómicos y el 33% del empleo municipal.
Por sexo, las mujeres son mayoría (suponen el 58% del empleo público), circunstancia que se repite en todos los departamentos e instancias de las Administraciones, salvo en las fuerzas armadas y la policía, donde el peso de los trabajadores masculinos sí es predominante y ronda el 78%..
Comparativa con la EPA
La EPA del cuarto trimestre de 2020 certificó que, en los doce meses del pasado ejercicio, el empleo se incrementó en 125.800 personas en el sector público, una cifra muy similar a los 112.693 que arrojan las dos ediciones semestrales del Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.
En cambio, sin contar los afectados por ERTE o cese de actividad, la EPA del cuarto trimestre de 2020 encontró que la ocupación se redujo en 748.400 personas en el sector privado a lo largo del año, lo que supuso una caída del 3,9%.
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