miércoles, 27 de mayo de 2015

La carta de indignación de un jubilado de Barcelona sobre el parque Güell inunda la red

Otra muestra más de la profunda falta de libertad del sistema, cada vez más estatalizado, y que subordina a las personas al poder del Estado, dirigido por burócratas en beneficio propio en alianza de manera creciente (mayor cuanto más poder se le da al político para hacer y deshacer en la sociedad) con los muy diversos lobbies y grupos de presión (necesarios para mantener el poder y apoyo a cambio de prebendas, subvenciones, licencias que implican barreas de entrada y eliminan la competencia hinchando los beneficios de dichos grupos y reduciendo la oferta para el consumidor encareciendo los precios de los productos y servicios, reduciendo de esta manera su poder adquisitivo satisfaciendo en menor medida las necesidades y demanda de la gente. 


Pero esto es lo que quiere la gente al parecer. Exige las causas y se queja de las consecuencias... 

El antiliberalismo está a la orden del día en todos los ámbitos. 

Artículo de El Periódico:

Aspecto de la zona monumental del parque Güell antes de que se cerrara y se establecieran turnos de entrada regulados, previo pago, cuando el lugar recibía 25.000 visitas anuales.

Ricard Galcerán es un jubilado de Barcelona que decidióenviar una carta a este diario explicando su experiencia en elparque Güell. Lo que no esperaba nuestro lector es que su historia tendría tanta repercusión en las redes sociales gracias al periodista Xavier Aldekoa.

Galcerán narra su visita al Park Güell con incredulidad. El hombre fue acompañado de tres amigos al parque y, mientras les explicaba algunos detalles del lugar, se le acercó un vigilante para llamarle la atención. Al parecer, el jubilado estaba faltando al respeto a los guías oficiales del parque por compartir sus conocimientos con sus amigos.

El suceso no quedó ahí, sino que en una segunda ocasión se le acercaron hasta tres miembros del parque para reprocharle su actitud. En esta ocasión, incluso, advirtiéndole de que, o cejaba en su empeño de hablar sobre el parque con sus amigos, o se verían obligados a acompañarle a la salida.
Ante este suceso, Galcerán decidió poner una reclamación al parque esperando algún tipo de explicación. La respuesta del Park no se hizo esperar y le indicaron que la normativa de la Generalitat no permite realizar explicaciones culturales a personas sin licencia, considerándolo como intrusismo laboral. La respuesta del jubilado fue que las leyes deben estar sujetas a criterios humanos, capaces de interpretar cuando alguien solo quiere ayudar a sus amigos.

INDIGNACIÓN EN LA RED

La indignación de Ricard Galcerán en EL PERIÓDICO ha sido compartida por miles de usuarios en la red que no entienden la prohibición de explicar algunos conocimientos con unos amigos sin cobrar por ello.

Desde que el Ayuntamiento de Barcelona decidiese imponer un pago para acceder al parque Güell, los datos han reflejado un fuerte descenso de las visitas y un sentimiento de desencanto con los ciudadanos. En plena resaca electoral tras la victoria de Ada Colau, el nuevo gobierno se enfrentará al dilema del turismo en Barcelona para evitar casos como el de Ricard.

1 comentario:

  1. Cómo han cambiado las cosas!. Ahora todo se basa en "la pela". Cuando yo tenía 15 años visité Barcelona y una tía mía catalana me mostró la ciudad, la parte antigua, por la catedral, el Tibidabo, etc. y el parque Güell. Me mostró todo, me contó, explicó... y yo encantada de todo aquello, sin que nadie, en absoluto, le llamara la atención. Entonces no debían cobrar, pero vieron que era un chollo más, para su bolsillo, esquilmar al pobre ciudadano, unos euros aquí, otros allá....Qué verguenza todo, señores. Hemos llegado a un punto en que a mi personalmente me dan ganas de irme a una isla desierta, perdida de la civilización y no sentirme exprimida por un sistema que permite robar y explotar a muchos, en beneficio de unos pocos.

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