Elentir muestra la última campaña de manipulación y demonización lanzada por la izquierda contra sus rivales políticos con el fin de deshumanizarlos, y así justificar su expulsión del ruedo democrático.
Artículo de Contando Estrelas:
Ayer os hablé aquí sobre una agresión homófoba ocurrida el domingo en Malasaña, Madrid, a manos supuestamente de ocho hombres encapuchados.
La Policía no encontró ni rastro de los atacantes en las cámaras de seguridad
Como ya indiqué en esa entrada, el denunciante afirmó que los agresores le llamaron “maricón de mierda”, “asqueroso”, “comemierdas” o “anticristo”, y que le hicieron varios cortes con una navaja tanto en el labio inferior como en el glúteo, donde le marcaron la palabra “maricón”. Este mediodía Europa Press señaló que la Policía no ha encontrado rastro alguno de los atacantes en las cámaras de seguridad de la zona, lo que ha dado lugar a multitud de comentarios en las redes sociales sobre si podríamos estar ante una denuncia falsa.
El denunciante se derrumba ante la Policía y reconoce que se lo inventó todo
Pues bien: según ha informado Europa Press a las 18:33, el denunciante ha reconocido ante la Policía que fue una denuncia falsa. La agencia señala que “el joven se ha derrumbado ante la Policía en un nuevo interrogatorio al que le han sometido esta tarde, en el que habría reconocido que esas laceraciones provocadas en el labio y en una nalga, en el que le tatuaron la palabra ‘maricón’, fueron consentidas dentro de una relación íntima“.
Ahora podría ser acusado de un delito de simulación de delito
Europa Press señala que la Policía ya sospechaba que los detalles de la denuncia que había realizado la supuesta víctima “no cuadraban”, pues había dicho que le atacaron ocho jóvenes a plena luz del día, el domingo a las 17:00 con sudaderas con capuchas y pasamontañas en pleno verano, a pesar del calor, y nadie había oído nada. A la vista de los hechos, ahora el denunciante podría enfrentarse a una acusación por un delito de simulación de delito, tipificado en el Artículo 457 del Código Penal y castigado con multa de seis a doce meses.
La rastrera campaña de la izquierda para acusar de esa agresión a Vox
Mención aparte se merece la miserable utilización política que ha hecho la izquierda de este crimen, acusando a Vox de algo que ni siquiera ocurrió, sin molestarse siquiera en esperar a los resultados de las pesquisas policiales sobre el caso. También merece una reflexión otro hecho: Sánchez sí dedicó a este caso un mensaje de condena, pero no a la agresión homófoba cometida por un musulmán en Melilla ni a la sufrida en Toledo por un homosexual de Vox, a pesar de que en ambos casos, y a diferencia de la falsa agresión de Madrid, sí que se han visto imágenes de los agredidos y de las lesiones que sufrieron.
El caso de la denuncia falsa de Malasaña ha servido para dejar en evidencia hasta qué punto la izquierda es capaz de atribuir falsamente delitos a sus rivales políticos sin la más mínima prueba, en un intento de criminalizar cualquier discrepancia de unas tesis políticas, las de la ideología de género, que ni siquiera comparten muchos homosexuales. No cabe esperar que ninguno de esos calumniadores pidan perdón por sus falsas acusaciones, pues para ello haría falta que tuviesen siquiera una pizca de vergüenza y ya han demostrado que no la tienen. Al menos esta experiencia servirá para retratar, una vez más, las mentiras de la izquierda y su estrategia del “todo vale” contra los que no opinamos como ella.
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