El ejemplo de RTVE y los privilegios de sus trabajadores es una muestra evidente de lo que en la obra de Hazlitt (Economía en una lección) se destaca como los privilegios de un grupo de interés a costa de las penurias del resto de grupos. Su apoyo y aceptación es el apoyo a uno de los sofismas más extendidos en economía. Y es pensar que dicho beneficio supone un beneficio para el resto de la sociedad en su conjunto y mantenerlo implica más empleo, más consumo y en consecuencia más riqueza.
Dicho sofismo se desmonta fácilmente, pese a lo asentado que está en las mentes (pues siempre se reitera y destaca el beneficio del grupo directamente afectado y el corto plazo y nunca del resto de afectados y las consecuencias a largo plazo).
¿Qué es lo que implican los privilegios y el mantenimiento de estos empleos?
En primer lugar, cabe destacar que dichos empleos y privilegios de disfrutan son mantenidos no por la producción y capacidad de generar riqueza que realizan sino con la riqueza y el dinero quitado a la fuerza (vía impuestos o deuda) al resto de la gente.
¿Genera ello puestos de trabajo? NO en términos netos (al contrario). La creencia popular de que dicho dinero público empleado genera trabajo, es sencillamente falsa, puesto que dicho dinero es sustraído de las manos del contribuyente, que se ve impedido a gastarlo en otros sectores/empresas y por tanto deja de generar demanda y empleo en otros trabajos (por ejemplo, el dinero que va al cámara de TV no va al zapatero o al cineasta) o bien no es empleado en inversión (mediante el ahorro) que permite a las empresas invertir, innovar y mejorar productos mejores o bien el mismo producto más barato o ambas cosas, lo que permite una mejora del bienestar y de la riqueza y del poder adquisitivo a toda la sociedad.
Por otra parte, al mantenerse empleo artificial no productivo (y los ejemplos de las TV públicas son bien fáciles de ver con plantillas enormemente sobredimensionadas y gastos salariales muy por encima del mercado y de la productividad y costes marginales), lo que se hace es dilapidar recursos necesarios en otras áreas productivas, por lo que se destruye riqueza y se empobrece la sociedad, no permitiendo que dichos recursos (siempre escasos y finitos) no sean empleados en aquéllo que demanda el ciudadano y satisface mejor sus necesidades (de ahí la importancia del mercado y los precios), y por tanto en la producción de los productos que sirven para dicho fin.
Y si se hiciera vía deuda y no solo impuestos, lo que provoca es emisión monetaria, inflación, y en consecuencia un mayor coste de la vida y un menor poder adquisitivo para toda la población (y la inflación la acusan en mayor proporción los pobres, puesto que sus activos reales son mínimos).
He intentado hacer una simplificación (se puede desarrollar más y hacerlo entender mejor), pero es suficiente para hacer entender y servir de respuesta a aquéllos que defienden la creación de empleo público a costa del privado, el mantenimiento de dicho empleo, sea necesario o no, así como los absurdos planes de empleo (tales como los planes E)...tan extendidos y llevados a cabo por políticos de todo color con argumentos que lejos de ser ciertos, muestran los extendidos sofismas asentados hoy en día (este es solo uno de ellos).
Y también desde el punto de vista moral, ¿cómo puede defenderse privilegios en un colectivo que no pueden disfrutar aquellos que se los pagan?
Y también desde el punto de vista moral, ¿cómo puede defenderse privilegios en un colectivo que no pueden disfrutar aquellos que se los pagan?
Artículo de El Confidencial:
"Los diez 'privilegios' que se mantienen en RTVE con el nuevo convenio 'low cost'
Supresión de la paga por 10 años trabajados, del derecho a vacaciones extra por cumplir 20 en la casa, revisión de los trienios, recortes en la dietas, ajuste de un 25% en la paga de productividad, final de las rutas… El nuevo convenio low cost aprobado esta semana a regañadientes por los trabajadores de RTVE supone un importante paquete de concesiones a cambio de blindar los puestos de trabajo hasta el año 2015. Eso sí, el nuevo marco laboral que guiará los destinos de la Corporación aún mantiene beneficios sociales para sus profesionales con los que ni se sueña en otras empresas, sobre todo en el ámbito privado. Como muestra, diez botones.
1) Acceso a la sanidad privada. Los trabajadores cuentan con un seguro colectivo de salud. Una póliza otorga “cobertura de asistencia sanitaria a todos los trabajadores en activo” de RTVE. Los familiares directos de los beneficiarios pueden adherirse libremente a un contrato con semejantes coberturas, “siendo la prima totalmente por cuenta de los interesados”. Para sufragar estos servicios, se destina un 0,71% de la cuenta de gastos de retribuciones básicas de los presupuestos de la Corporación.
2) Jubilaciones voluntarias anticipadas con prima. ¿Aumentar la edad de retiro? No en RTVE. La cadena pública sigue promoviendo las prejubilaciones, al punto de fijar la posibilidad de “pactar con los interesados una indemnización que se acuerde entre ambas partes y que tendrá como límite máximo una cuantía de 30.000 euros brutos”. En todo caso, “por cada uno de los meses que les falten para totalizar el cien por cien de su base reguladora se le abonarán al trabajador la cuantía de 1.000 euros brutos”.
3) Generosa política de anticipos. Ante cualquier apuro puntual, la plantilla de la casa tiene derecho a solicitar anticipos de hasta un 90% del importe líquido mensual de sus retribuciones hasta un límite de nueve peticiones al año. En dos ocasiones, puede pedirse una cuantía equivalente a dos mensualidades de salario base y antigüedad, a reintegrar en cuatro meses.
4) Comidas ‘a escote’. RTVE asume el 50% del valor del menú de los trabajadores que tengan derecho al servicio de comedor. Eso sí, aquí los trabajadores aflojan el paso, ya que el modelo de copago es de nuevo cuño y se implanta desde el 1 de noviembre. Tienen desayuno incluido quienes afronten una jornada laboral entre las cuatro y las siete de la mañana; comida los trabajadores cuyo horario comience antes de las 13:30 y finalice después de las 15:30, y cena los que arranquen antes de las 21:00 y terminen después de las 22:30.
5) Adaptar la jornada a la vida familiar. La compañía establece una notable diversidad de pautas a las que acogerse para que el desempeño profesional no eclipse el personal. Por ejemplo, un trabajador puede modificar en dos horas su jornada, previo visto bueno de su jefe, “por motivos directamente relacionados con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, con especial atención a las familias monoparentales”. También se concede “tiempo suficiente” a la trabajadora que decida someterse a un tratamiento de fecundación asistida”, por citar un ejemplo.
6) Plan de pensiones. El convenio mantiene el plan de pensiones que desde hace años financian la empresa –con una dotación fija– y los trabajadores –de forma voluntaria–. Eso sí, el convenio contiene una disposición transitoria que suspende la obligación del promotor del plan de efectuar las aportaciones fijadas entre el 1 de octubre de 2013 y el 31 de diciembre de 2015. Todo a la espera de que mejoren los tiempos.
7) Formación, estudios de los hijos o vacaciones. La nueva hoja de ruta laboral también recorta, pero mantiene, el denominado fondo de acción social. Se trata un montante destinado a iniciativas que “promuevan el bienestar social de los trabajadores”. Los sindicatos deciden las partidas a las que destinar ese dinero, ya sean ayudas para asistencia sanitaria, formación, estudios de los hijos del personal, dotaciones para grupos recreativos y culturales o participación en actividades vacacionales. El montante equivale a un 0,37% de la cuenta de gastos, si bien el acuerdo alcanzado reduce un 55% ese desembolso.
8) Mudanzas más llevaderas. Un traslado es menos traslado si te obliga RTVE. La sociedad no sólo abona los lógicos gastos de desplazamiento y transporte del mobiliario, sino que, por ejemplo, quien tenga a su cargo más de dos personas y menos de cinco recibe un extra de tres mensualidades. Durante cinco años, se contempla una ayuda mensual por vivienda.
9) Seguros de vida y accidentes. Los profesionales cuentan con una póliza colectiva de accidentes, “con una indemnización de 60.101,22 euros en caso de muerte derivada de un accidente sea o no laboral”. También puede llegarse a esa cuantía en caso de incapacidad permanente. El seguro de vida es opcional, y se abona a partes iguales entre empresa y trabajador, “fijándose la cuota voluntaria del trabajador en 60,10 euros anuales, que será descontada en la nómina del mes de enero”.
10) ¿Sindicatos? Viaje con nosotros. Los liberados sindicales también ocupan un espacio en el corazón de la empresa, dispuesta siempre a facilitar sus quehaceres. “Las secciones sindicales de los ‘sindicatos más representativos’ en la CRTVE (…) tendrán derecho, con cargo a CRTVE, a un número de viajes y dietas, que se repartirán proporcionalmente”, expone el documento. La cifra de desplazamientos puede alcanzar los 380 en año de elecciones sindicales. Eso sí, “los viajes internacionales se efectuarán solamente en el ámbito europeo con cargo a este cupo, valorándose el doble que los nacionales”.
Para llegar al pacto, una batalla sin cuartel. Desgaste en la Dirección, que para lograr los ahorros de 28,5 millones en la masa salarial ha tenido que sudar sangre. Grietas en los sindicatos, que no sólo han demostrado su incapacidad para cerrar un frente común, sino que han terminado a golpes entre ellos. Y como no podía ser de otra forma, una nueva demostración de que ningún conflicto en la casa se entiende sin la clave política, con el PSOE intentando erosionar a los administradores elegidos por el PP. “Para bien de todos, el ambiente que hemos vivido los últimos meses debería mejorar sensiblemente”, exponía ayer CCOO. Falta hace en pleno desplome del presupuesto y de la audiencia. Puestos a buscar un enemigo, mejor concentrarse en el EGM."
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