Diego Sánchez de la Cruz hace referencia a la famosa "destrucción creativa" de Schumpeter para mostrar el impacto que el intervencionismo (monetario e impositivo) está causando en las empresas, convirtiéndolas en empresas zombie, como explica Tom Papworth con el ejemplo del Reino Unido.
Artículo de su blog personal:
“El impulso más fundamental para que el mecanismo capitalista siga en funcionamiento es la aparición de nuevos productos, nuevos métodos de producción y transporte, nuevos mercados… El mercado se revoluciona internamente de forma incesante, habilitando una destrucción creadora que acaba con el paradigma caduco y crea uno nuevo. Esta destrucción creadora es el hecho principal del capitalismo” Joseph Schumpeter
Una empresa zombie es aquella que:
- Tiene demasiada deuda.
- No consigue devolver más que los intereses de la deuda.
- No podría responder a un pago de intereses más elevados.
- La empresa no consigue encauzar una reestructuración capaz de recuperar los beneficios.
- Todo lo anterior frena la inversión en capital y mano de obra, impidiendo las ganancias de productividad.
Según explica Tom Papworth, hay 200.000 negocios en Reino Unido que apenas pueden pagar sus deudas. Para la situación descrita en el punto 2, encontramos 108.000 empresas. La ratio de liquidación de empresas, no obstante, se mantiene en niveles muy bajos (0,7% entre 2012 y 2013, frente a una media del 1,2% para los últimos veinticinco años).
La falta de productividad del entramado empresarial británico se atribuye en gran medida a estas empresas zombie, ¿Por qué se da este fenómeno? ¿Por qué no hay una “destrucción creadora” más ágil? Papworth cree que la razón está en la política monetaria, ya que los estímulos aplicados por el Banco de Inglaterra retrasan el eventual ajuste de estas compañías.
Hay otras causas secundarias, como las ratios de adecuación del capital de la banca. Endurecerlas, sea bueno o malo, implica reconocer de forma más transparente el deterioro del balance. Esto mueve a las entidades a refinanciar deuda empresarial, ganando tiempo en el proceso.
Hay estudios que demuestran que el estancamiento de Japón en los 20 últimos años tiene mucho que ver con las empresas zombie. Pueden leer dos informes sobre este tema aquí y aquí. Por otra parte, la eventual muerte de estas empresas no es el único escenario posible: retirando obstáculos al sector privado, los inversores y los emprendedores pueden darle la vuelta más fácilmente a algunas de estas empresas."
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