Es lo que ocurre cuando se produce una mayor competencia y libertad en el mercado (todo lo contrario a lo que sucede en el mercado energético español, donde las regulaciones, barreras de entrada creadas y la planificación política en el sector impiden una competencia libre por parte de la oferta, ni tampoco libertad real por parte de la demanda).
Y es que los precios en telefonía llevan cayendo una década desde la desnacionalización del sector.
Solo en este año han caído un 22% (en el 2012 cayeron un 18% y en el 2011 otro 9,6%).
Pero ojo, que sigue estando lejos de ser un mercado realmente libre como mostraba esta interesante entrevista sobre el caso de las telecomunicaciones en España.
Pero ojo, que sigue estando lejos de ser un mercado realmente libre como mostraba esta interesante entrevista sobre el caso de las telecomunicaciones en España.
Artículo de El País:
"No todos los servicios básicos suben como la factura de la electricidad. La telefonía lleva una década bajando sus precios. La receta: verdadera competencia. En el último año (tercer trimestre de 2012 a tercer trimestre de 2013), los precios de la telefonía móvil cayeron un 21,96%. Se trata del mayor descenso interanual registrado en los últimos años, superando al 18% que descendieron en 2012 y el 9,6% que lo hicieron en 2011, según el último informe trimestral de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Solo en el último año, el ingreso medio por minuto cayó el referido 21,96% (hasta los 9,56 céntimos de euros), acentuándose más la caída para los clientes de contrato (-23,1%) que para los de pospago (-15%). Los descensos también han sido considerables en las llamadas de fijo a móvil (-17,4%) con un ingreso medio de 11,16 céntimos.
Desde 2005, las tarifas del móvil (en función de ingreso medio por minuto, que incluye el tráfico y cuota de abono) han descendido a la mitad, mientras que las de la luz han aumentado un 70%. Las causas de este descenso son la fuerte y efectiva competencia y la lucha encarnizada de las empresas por robarse clientes, posible gracias a la facilidad para cambiarse de compañía, a diferencia de lo que ocurre en el sector eléctrico, donde tres empresas acaparan el 90% del mercado doméstico.
Los descensos de los dos últimos años mejorarán la posición de España en la UE, ya que con las últimas estadísticas de 2011, las llamadas a móviles en el mercado español estaban entre las cinco más caras de Europa.
Aunque ambos sectores están legalmente liberalizados, y en los dos operan decenas de firmas, en el de la telefonía existe una competencia efectiva entre compañías, lo que ha llevado, año tras año, a la pérdida de cuota de mercado de las más grandes (Telefónica, Vodafone y Orange) en favor de los nuevos operadores. La creación de la figura de los operadores móviles virtuales (OMV), que no tienen red y revenden minutos de tráfico, ha espoleado el mercado en los últimos años y tirado abajo los precios.
Así, en 2005, las tres grandes operadoras acaparaban prácticamente el 100% del mercado. La irrupción de Yoigo como cuarto operador y de las OMV cambió completamente el panorama. Desde entonces, el líder Movistar ha pasado del 46,6% de cuota al 33,6% que tiene actualmente; Vodafone ha perdido cinco puntos de cuota y Yoigo y los alternativos se han hecho con el 18,6% del total.
Este dinamismo contrasta con el retrato fosilizado del mercado eléctrico, en el que las grandes compañías siguen dominando sus cuotas históricas como si la liberalización fuera papel mojado. Es más, pese a esa teórica liberalización, aumentan su peso. Las tres principales compañías eléctricas españolas (Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa) incrementaron su dominio del mercado doméstico, del 88% al 92%, entre julio de 2011 y junio de 2012, según recoge el último informe de la CNMC (antigua Comisión Nacional de la Energía).
Solo en el mercado de pymes e industrial, estos tres grupos perdieron dos y tres puntos de peso, respectivamente, hasta situarse en porcentajes del 81% y del 61%. De esta forma, acaparan un total del 72% de la comercialización de electricidad en el mercado libre, frente al 73% un año antes. Ese porcentaje de concentración contrasta con el 35% que tienen otros países como Noruega, donde funciona efectivamente la competencia en este sector.
La facilidad para el cambio de compañía es otro de los factores que ha provocado que el sector de las telecomunicaciones sea deflacionario frente a los incrementos de precios sin fin de la electricidad. El mecanismo de la portabilidad permite cambiarse de operadora conservando el número, y gratis. Con la última norma, se puede realizar en un día y es el mecanismo más efectivo que tiene el usuario para hacer valer sus derechos. En 2012 se cambiaron de compañía por este método, 5,2 millones de clientes y este año se estima que alcanzarán casi los siete millones.
En el mercado eléctrico, también se puede cambiar de compañía pero el traslado no está sometido a ningún control. El periodo de cambio de compañía puede variar entre 10 y 20 días. Lo peor, con todo, es que la mayoría de las ofertas de las comercializadoras no suponen un ahorro real. Bajo el reclamo de fuertes descuentos, sus contratos incluyen letra pequeña que referencia las tarifas a las revisiones trimestrales. Y en casi todas las ocasiones salen más caras a la larga que el mercado regulado. No es de extrañar por ello que más de 8,5 millones de consumidores permanezcan en la tarifa regulada (tarifa de último recurso o TUR).
La crisis también ha hecho mella en las telecomunicaciones, cuyos ingresos volverán caer en 2013 por quinto año consecutivo. Pero a diferencia del sector eléctrico, las operadoras no cargan sus pérdidas a los consumidores en forma de déficit de tarifa."
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