Seamos una vez más políticamente incorrectos, pero como no puedo con el "pensamiento único" impuesto en la sociedad y la "corrección política" de la que uno no puede salirse, pues allá vamos. Puesto que en primer lugar, es sano para la democracia y en segundo lugar, porque es necesario combatir los innumerables sofismas económicos-ideológicos presentes en la sociedad y que llevan a deteriorar mucho más la prosperidad de la sociedad.
Así que ya en relación con el artículo, menos mal que su función es pública, donde supuestamente, se trabaja al servicio de la sociedad y los necesitados, y dónde no hay ánimo de lucro...
Pero como siempre, una cosa son los dichos, los eslóganes y las justificaciones para aumentar más y más sus presupuestos y sacar más dinero del bolsillo del ciudadano sin que reaccione y haciéndole creer que es por su bien, y otra cosa bien distinta son los hechos, que muestran que lo primero son sus condiciones y salarios (solo hay que ver la defensa que hacen de las mismas, incluyendo la violencia), aunque su salario suponga un porcentaje del coste a veces incluso superior al 70% del total del servicio).
Pero claro, eso no es ánimo de lucro. Ese encarecimiento exponencial del servicio que incluye plantillas infladas e innecesarias y con salarios muy superiores a los de mercado (y que es pagado vía más impuestos y más deuda y más pago por intereses que ya alcanzan por otra parte cerca de 30.000 millones de euros al año) no es importante, aunque implique peores servicios (al no poder asumirse esos costes) o al reducir la capacidad adquisitiva de la gente, incluyendo a los más necesitados, ante cada vez menos renta disponible para gastar en sus verdaderas necesidades (y que implica menor consumo, menores salarios y más desempleo en el sector privado, tanto empresas como autónomos y a la larga también en el público al asfixiarse a quienes lo sostienen con su generación de recursos).
Y como son gestionadas por políticos, resulta que los directivos y colocados a dedo (directivos o no) se siguen incrementando (con sus respectivos salarios).
Así, hasta ven con buenos ojos que su servicio público (que menos mal que es por "vocación" y servicio desinteresado al ciudadano) sea remunerado con salarios brutos un 46% (datos del INE recabados de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social) por encima del salario bruto del sector privado, que además paga por mantenerles (y cada vez más).
¿Cómo no van a ofrecer una feroz resistencia al cambio, reducción de salarios (monetarios o en especie), plantillas o privatizaciones? ¿Cómo no van a presionar (como lobbie que son) para obtener más recursos y mayores presupuestos que gestionar en beneficio de sus intereses acercándose al poder y partidos políticos para que satisfagan sus demandas a cambio de apoyo, votos y "paz social"? ¿Cómo no van a intentar convencer y hacer partícipes a la sociedad de que eso les interesa y lo contrario es malo para todos?
Mostrar y desmontar estos sofismas y hechos debe ser tarea obligada, así como no fijarse solo (y dejarse engañar) por los efectos que suponen sobre un cierto grupo o su impacto a corto plazo, sino por los efectos que tienen sobre el conjunto de la sociedad y su impacto en el medio-largo plazo.
Artículo de Libre Mercado:
Así que ya en relación con el artículo, menos mal que su función es pública, donde supuestamente, se trabaja al servicio de la sociedad y los necesitados, y dónde no hay ánimo de lucro...
Pero como siempre, una cosa son los dichos, los eslóganes y las justificaciones para aumentar más y más sus presupuestos y sacar más dinero del bolsillo del ciudadano sin que reaccione y haciéndole creer que es por su bien, y otra cosa bien distinta son los hechos, que muestran que lo primero son sus condiciones y salarios (solo hay que ver la defensa que hacen de las mismas, incluyendo la violencia), aunque su salario suponga un porcentaje del coste a veces incluso superior al 70% del total del servicio).
Pero claro, eso no es ánimo de lucro. Ese encarecimiento exponencial del servicio que incluye plantillas infladas e innecesarias y con salarios muy superiores a los de mercado (y que es pagado vía más impuestos y más deuda y más pago por intereses que ya alcanzan por otra parte cerca de 30.000 millones de euros al año) no es importante, aunque implique peores servicios (al no poder asumirse esos costes) o al reducir la capacidad adquisitiva de la gente, incluyendo a los más necesitados, ante cada vez menos renta disponible para gastar en sus verdaderas necesidades (y que implica menor consumo, menores salarios y más desempleo en el sector privado, tanto empresas como autónomos y a la larga también en el público al asfixiarse a quienes lo sostienen con su generación de recursos).
Y como son gestionadas por políticos, resulta que los directivos y colocados a dedo (directivos o no) se siguen incrementando (con sus respectivos salarios).
Así, hasta ven con buenos ojos que su servicio público (que menos mal que es por "vocación" y servicio desinteresado al ciudadano) sea remunerado con salarios brutos un 46% (datos del INE recabados de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social) por encima del salario bruto del sector privado, que además paga por mantenerles (y cada vez más).
¿Cómo no van a ofrecer una feroz resistencia al cambio, reducción de salarios (monetarios o en especie), plantillas o privatizaciones? ¿Cómo no van a presionar (como lobbie que son) para obtener más recursos y mayores presupuestos que gestionar en beneficio de sus intereses acercándose al poder y partidos políticos para que satisfagan sus demandas a cambio de apoyo, votos y "paz social"? ¿Cómo no van a intentar convencer y hacer partícipes a la sociedad de que eso les interesa y lo contrario es malo para todos?
Mostrar y desmontar estos sofismas y hechos debe ser tarea obligada, así como no fijarse solo (y dejarse engañar) por los efectos que suponen sobre un cierto grupo o su impacto a corto plazo, sino por los efectos que tienen sobre el conjunto de la sociedad y su impacto en el medio-largo plazo.
Artículo de Libre Mercado:
"A pesar de la crisis, el sector público español sigue siendo bastante más generoso con sus empleados que el privado. Según el informe Decil de salarios de la EPA de 2012 publicado por el INE, el 57,5% de los asalariados del sector público (1,8 millones) tuvo un salario bruto mensual superior a 2.095 euros en 2012. En el caso de los empleados del sector privado, sin embargo, sólo el 22,5% alcanzó dicha cuantía.
Tras el estallido de la crisis, se han tomado una serie de medidas de contención del gasto en personal público para cumplir con el déficit. Pero, al mismo tiempo, no se ha abordado una reforma íntegra de un sistema funcionarial que carece de incentivos para ser más productivo.
Desde que en 2010 el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero rebajara los sueldos públicos por primera vez en la historia, este colectivo lleva cuatro años con el salario congelado.
Con Mariano Rajoy en el poder, la reforma de la función pública implantó más cambios: se suprimió la extra de diciembre de 2012, se aumentó la jornada laboral, se eliminaron días moscosos y se redujo la oferta de empleo público.
Con Mariano Rajoy en el poder, la reforma de la función pública implantó más cambios: se suprimió la extra de diciembre de 2012, se aumentó la jornada laboral, se eliminaron días moscosos y se redujo la oferta de empleo público.
Pero el ajuste no ha afectado a todos por igual. Según el INE, el porcentaje de los directivos de las empresas e instituciones financieras públicas con mayores sueldos ha aumentado a pesar de la crisis. Así, si en 2010 el 15,6% de los trabajadores de las empresas estatales (AENA, RTVE, Correos...) ganaba un mínimo de 3.255 euros brutos al mes (decil 10 en el gráfico), en 2012 ese porcentaje subió al 23,8%.
Dentro de los empleados públicos, existen diferencias salariales en función del tipo de Administración. Así, las comunidades autónomas son las que disfrutan de una mayor remuneración (superior a 2.095 euros, decil 9), la Administración Central es la que tiene mayor porcentaje de trabajadores en el tramo medio (de 1.216,1 a 2.095 euros, decil 8) y la Local es la más representada en el tramo salarial inferior a 1.216,1 euros (decil 3).
Al hacer una comparativa entre los sueldos del sector público y privado, se observa que el porcentaje de funcionarios que está situado en los los tres deciles con salarios más altos es claramente superior al de los altos cargos de la empresa privada.
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