Elentir pone de manifiesto una vez más el ansia del socialismo por hacerse con todo lo que no es suyo, con expropiar y robar las propiedades de terceros en beneficio propio (es la esencia del socialismo), y cuyos argumentos no pueden ser más ridículos, ni en el sentido de público (puesto que la Catedral de Córdoba es tan bien de acceso público y todo el mundo puede acceder a ella). Esto está relacionado con la manipulación y apropiación de la palabra "público" que han llevado a cabo las Administraciones estatales. Y es que hay que diferenciar entre administración estatal y privada, no entre público y privado, puesto que la administración privada también puede ser pública siempre que sea un bien o servicio dirigido al público, como es el caso.
Ni tampoco en la patética justificación del precio de acceso. Solo hay que compararlo con la Alhambra de Granada, a cargo de la Junta de Andalucía que cobra al ciudadano por entrar, más y con muchas menores facilidades que en este caso la Iglesia hace con la Catedral de Córdoba.
Pero nada le importa al socialismo. Cualquier pretexto es bueno para apoderarse y robar lo que no es suyo, que tan bien ponen de manifiesto en sus políticas.
Artículo del blog Contando Estrelas:
"Que los ciudadanos “puedan acceder a ese bien público sin coste alguno”. Éste es el argumento que esgrimió anteayer el portavoz de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, para justificar el intento de robo de la Catedral de Córdoba a manos del gobierno andaluz. La jeta de la Junta es espectacular, pues usa el acceso gratuito como excusa para apropiarse de una Catedral y a la vez cobra 15,40 euros por persona por acceder a la Alhambra de Granada.
Las caras tarifas de la Alhambra, en manos de la Junta de Andalucía
La web del Patronato de la Alhambra, en manos de la Junta de Andalucía, enlaza con una web de Ticketmaster para comprar las entradas a ese recinto amurallado. En la web no es nada fácil dar con las tarifas: para saberlas hay que cubrir todo el proceso de reserva, indicando incluso el día y la hora a la que se va a visitar el monumento. Al terminar la reserva nos enteramos de los precios de las entradas (para conocer los descuentos hay que hacer unos cuantos vericuetos, pues por ejemplo, en la misma sesión no te permiten comprar entradas normales y para niños, mayores de 65, etc). La entrada normal cuesta 15,40 euros. Los niños menores de 12 entran gratis. Los niños de 12 a 15 años y las personas discapacitadas pagan 9,40. Los mayores de 65 años y los titulares del Carnet Joven pagan 10,40. Y todo esto, insisto, gestionado por una empresa privada, Ticketmaster, propiedad de Live Nation Entertainment, una productora privada con sede en California, Estados Unidos.
El acceso a la Catedral de Córdoba para asistir a los cultos religiosos es gratuito. Se cobra un donativo por las visitas con fines estrictamente turísticos. Las tarifas en euros están claras en la web: “Mayores: 8. Niños de 10 a 14 años: 4 . Menores de 10 años: Gratuita.” Así mismo, se indica: “De lunes a sábados inclusive, de 8:30 a 9:30 horas, salvo en los días en los que se realicen celebraciones extraordinarias, se podrá visitar la Catedral gratuitamente, pero de forma individual y en silencio. En este horario no se permitirá la visita de grupos.” Las reservas no las gestiona ninguna empresa privada, las lleva directamente la Iglesia. En resumen: sale mucho más barato visitar la Catedral de Córdoba, que es propiedad de la Iglesia Católica, que la Alhambra de Granada, propiedad de la Junta. El gobierno andaluz miente en sus intenciones sobre la Catedral.
La Junta, creada en 1982, se dice dueña de un templo católico desde 1236
Por otra parte, anteayer el portavoz de la Junta aseguró que antes de la inmatriculación del monumento, la Catedral era de “titularidad pública y gestión por la Iglesia”. Ese mismo día el Cabildo de la Catedral de Córdoba emitió un comunidado señalando que las declaraciones de Miguel Ángel Vázquez “no se ajustan a la realidad y son contrarias a las normativas jurídicas vigentes” El Cabildo recuerda que “ha mantenido entendimiento y colaboración leal con las Administraciones Públicas, no cuestionándose en ningún momento ni la titularidad ni la gestión del templo”, y que la Iglesia Católica ha desarrollado su actividad religiosa, cultural y caritativa en dicha Catedral “a lo largo de casi ocho siglos, pública, pacífica e ininterrumpidamente a título de dueño”.
Hay que recordar que la Junta de Andalucía se formó no hace ocho siglos, sino hace sólo 32 años, en 1982, pero incluso así invoca una titularidad que nunca ha ostentado sobre un templo católico propiedad de la Iglesia desde hace casi ocho siglos. Hay que recordar que Fernando III reestableció el culto cristiano en ese templo en 1236, y digo “reestableció” porque a mediados del siglo VI se había fundado allí mismo una basílica consagrada a San Vicente, templo destruido en 786 por los invasores musulmanes, después de haber prohibido el culto cristiano en él. Todo el mundo ha tenido 778 años para enterarse de que esto es un templo católico, pero el PSOE ha decidido no darse por enterado y usurpárselo a su legítima dueña, en una nueva demostración de que no hay derecho que los socialistas no estén dispuestos a pisotear para dar satisfacción a sus caprichos ideológicos.
¿Es separación Iglesia-Estado que el Estado quiera usurpar una iglesia?
Dicho sea de paso, no deja de ser grotesco ver a supuestos defensores acérrimos de la separación Iglesia-Estado pidiendo que el Estado se apropie de una iglesia, con el argumento de que siendo un destino turístico sólo puede ser del Estado (muy en línea con la mentalidad socialista de meternos al Estado hasta en la sopa), o tal vez porque necesitan algo que distraiga a los votantes andaluces de los graves escándalos de corrupción y de los escalofriantes datos de paro y pobreza que jalonan el mandato del PSOE en Andalucía. En todo caso, lo que queda claro con esta burda campaña de la izquierda es que lo llaman laicismo pero quieren decir cristianofobia, un odio a los cristianos que no respeta ni la propiedad de sus templos."
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