Impresionante acto de valentía el llevado a cabo por el director de cine Tinieblas González, donde muestra desde dentro y con ejemplos la verdadera razón de ser del cine español, que no es otra que llevarse el dinero del ciudadano español vía subvenciones. Su suerte es que él no vive del cine y no tiene dicha necesidad. Y a sabiendas de que es su "entierro" en la industria, reconoce que alguien tiene que decir como funciona esto.
Muestra como funciona realmente este mundo por dentro mostrando en primer lugar su caso personal, realmente indignante, para a partir del minuto 13 lanzar durísimas acusaciones y evidenciando que todo el coste de las películas proviene de dinero público (aunque se pueda anticipar parte con privado), los incentivos a inflar facturación para cobrar más, las imposiciones a los directores por parte de productores de técnicos, actores...(en un circulo de enchufados y afines), las trabas y expulsión del negocio a todo el que no "pasa por el aro" o es conflictivo, la cuestión de la piratería del cine español, las cientos de películas anuales (de las que muchísimas ni se emiten o no tienen ni veinte espectadores) con el fin de cobrar subvenciones y obtener coactivamente ingresos pase lo que pase luego con la película o taquilla.
Una situación a la que se ha llegado con el tiempo, viendo de qué manera podían obtener estas ventajas, y donde no interesa cambiar el sistema por lo que les beneficia.
Una situación, cómo no provocada por los negativos incentivos que provocan las subvenciones y la política.
Es lo que tiene el antiliberalismo, en el que unos sectores se ven beneficiados arbitrariamente por medidas e intereses políticos a costa del resto de la sociedad. Es lo que ocurre cuando el premio o las rentas no provienen de satisfacer las necesidades del cliente/consumidor, y de un intercambio voluntario entre las partes, sino de una imposición violenta en la que se extrae a la fuerza las rentas de unos (contribuyente) para destinar esas rentas a terceros (un grupo privilegiado al amparo del poder). Nada de esto es libre mercado. Es intervencionismo puro y duro apoyado por todos los partidos colectivistas que tenemos en España.
De ahí la presión continua de todo grupo privilegiado de mantener dichos privilegios al no ser correspondidos por el mercado (los ciudadanos voluntariamente pagando por verles), y los ataques continuos al liberalismo como gran amenaza para sus intereses.
El mayor problema y la ironía, es que mientras defienden sus privilegios (a costa del contribuyente) atacan los privilegios de otros grupos, que a su vez hacen lo mismo, hasta llegar a una situación insostenible de robo perpetuo y creciente al contribuyente, de luchas y presiones continuas de distintos lobbies al poder político para conseguir rentas garantizadas que el ciudadano y trabajador honrado y normal no puede obtener y disfrutar, con efectos muy nocivos en la economía y la riqueza de la sociedad, y por supuesto en los valores de la misma, al incentivarse la corrupción, la trampa, la confiscación, los actos violentos (por ley) y la redistribución injusta de los recursos. Y todo esto es muy antisocial (por supuesto, cada grupo etiquetará de social todas sus exigencias para convencer al público y contribuyente).
Pero tal es la mentalidad de la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario