No creo que nadie dude de este fin, algo que ya ha quedado bien demostrado con la implantación de radares que he tratado en post anteriores.
Ahora es la propia Unión de Guardias Civiles quien ha denunciado su malestar por la nueva circular remitida el pasado 22 de julio por la Agrupación de Tráfico, dependiente de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil, en la que se unificaba los criterios para la evaluación de la actividad individual y colectiva de los agentes de la agrupación. La misma, venía firmada por el máximo responsable de la división de Tráfico del Instituto Armado, el general Antonio Dichas Gómez.
La razón del malestar: "las nuevas directrices obvian la labor preventiva de los guardias civiles adscritos a la especialidad de tráfico en el ejercicio de sus funciones, premiando de forma ilícita el incremento de expedientes sancionadores con un claro objetivo recaudatorio".
Así, por ejemplo, si un agente lleva a cabo el auxilio en carretera de un ciudadano, esa actuación le sumará un punto a su valoración mensual, lo mismo, por ejemplo, que localizar un coche robado. Sin embargo, obtendrá el doble de puntuación, dos puntos, si interpone una denuncia por incumplimiento de la Ley de Seguridad Vial, como podría ser, por ejemplo, manejar el navegador del coche. Y si da positivo por alcoholemia, el triple que un auxilio en carretera, 3 puntos. Y si el positivo en alcoholemia se produce durante un control rutinario de alcoholemia, la puntuación obtenido ascenderá hasta los cinco puntos.
La asociación profesional de agentes ha calificado de "insensateces" algunas de las valoraciones que recoge esta circular, y ha denunciado que la puntuación de estas evaluaciones personales tiene una clara gratificación económica, premiando a los guardias civiles según la puntuación obtenida.
"Somos conscientes de la preocupación existente en la Dirección General de Tráfico por la disminución drástica de expedientes sancionadores a nivel nacional, y como consecuencia de esto del descenso de ingresos en las arcas de dicha Dirección General de Tráfico, no entendiéndose como solución la complicidad permisiva de la Dirección General para que los guardias civiles actúen como mercenarios con un único fin recaudatorio, causando un grave riesgo al ciudadano", han concluido.
Pues nada, una nueva muestra de la persecución continua del ciudadano, un día prohiben una nueva cosa, al día siguiente otra, al otro te suben impuestos en tal cosa, te multan por otras tantas más...
Y es cierto ese comentario de que hace años, cruzarte a un policía era una clara garantía de seguridad, de mayor confianza, pero cada vez se incrementa la sensación de que ojalá no me cruce a ninguno por lo que pueda pasar, produciendo la sensación contraria a la lógica.
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