miércoles, 30 de enero de 2013

¿Cuál es la solución a la presente crisis occidental, inyectar dinero o reducir el déficit? (Política, Economía. 1.201)


Marc Garrigasait comenta la grave situación que experimentan hoy los distintos países como consecuencia de décadas de endeudamiento, que conducen a unos niveles de total descontrol y a la propia bancarrota del país. 
Pero siguen por el mismo camino sobrepasando todo punto de no retorno (lo que les dirige al fracaso y  a crecimientos negativos o muy inferiores al resto de países)...

"Ante la grave crisis de endeudamiento y apalancamiento financiero de los países occidentales, la fórmula para salvar a las economías occidentales se ha decidido que sea imprimir dinero y repartirlo por el sistema financiero. Esta medida empuja a los bancos a comprar deuda pública de sus países, lo que les permite poder continuar gastando mucho más dinero del que recaudan año tras año. Y cuando no son los bancos privados como en Europa, las compras las realizan sin ningún rubor los bancos centrales como en el caso norteamericano o británico y sus programas de Quantitative Easing (QE) o compras de bonos en los mercados. 
En este entorno los gobiernos pueden continuar endeudándose, ya que continúan encontrando financiadores que estaban empezando a desaparecer o a pedir rentabilidades mucho más altas. Y cuanto más se endeudan más son jaleados por el mercado. Titulares en prensa sobre los continuos éxitos de las subastas de deuda. Sorprende ver como los ciudadanos se alegran que su Estado se endeude ya que sin duda equivaldrá a futuras alzas en los impuestos. 
Además, el aumento de deudas en España es para pagar gastos corrientes, no para invertir en un país mejor dentro de 5 años. De hecho es lo contrario, aumentamos todos los impuestos y tasas habidas y por haber para mantener los gastos de la estructura creada en la época de la burbuja. Las únicas inversiones a largo plazo podrían ser las infraestructuras pero todos sabemos que los aeropuertos sin aviones, AVEs sin pasajeros y autopistas en paralelo a las autovías, en realidad arruinan al país a corto y a medio o largo por su elevado coste de mantenimiento. Los ciudadanos deberíamos crear un “debt ceiling” o techo de deuda en el que nuestro gobierno no pueda sobrepasarlo. Claro que en Estados Unidos lo tienen y no sirve ya que cada vez se le da permiso al gobierno para que lo aumente una vez alcanzada la cifra tope.
¿Cuál es el cáncer actual de las economías occidentales? Sin duda los déficit públicos continuos, imparables año tras año que suponen incrementos en los endeudamientos. Estados Unidos a la cabeza lleva cinco años con un desequilibrio enorme, brutal, de nada menos del 10% anual sobre su Producto Nacional Bruto (PNB) entre lo que gasta y lo que recauda. Exactamente igual que España.
Francia es el paradigma. Lleva desde 1989, 24 años consecutivos con déficit en sus cuentas, es decir, gastando más de lo que ingresa, exactamente igual que Grecia y Portugal. Grecia tiene otro récord. Entró en la Eurozona, gracias a que falsificó las cuentas para ocultar su déficit sin recibir ninguna amonestación por ello, al contrario, recibió más dinero como premio. Pues bien, Grecia incumplió también otro indicador clave o condición desde que se creó el euro en 1999. En todos y cada uno de los últimos 13 años, desde 1999, Grecia ha superado el límite del déficit público del 3% anual sobre producto nacional Bruto y tampoco nadie en Bruselas se lo reprochó. ¿Les sorprende ahora que las administraciones públicas griegas estén quebradas?
Italia también ha tenido déficit público en el 95% de los años desde 1989, Alemania un 90% de los años, China también un 95%, aunque parte de un nivel casi 0. Inglaterra y España un 86% de todos los años. En el caso español, los déficit de 1999 a 2007 son muy pequeños e incluso hubo superávit de 2005 a 2007. Claro que luego supimos que eran artificialmente altos por la enorme recaudación gracias a la burbuja inmobiliaria.
Estados Unidos y Japón en un 81% de los años han tenido déficit público. Brasil un 75% del tiempo. Incluso países tan serios como Suiza o Canadá, tuvieron déficit en un 59% y un 45% de los años. Finlandia apenas un 40% del tiempo y por eso se quejan que deban poner dinero continuamente para los países que han gastado por encimas de sus posibilidades. Australia y Noruega solo han tenido déficit un 36% y un 18% de estos años, aunque ha sido por sus enormes ingresos gracias a los enormes yacimientos de materias primas que disfrutan.
Esta orgía de gastos por encima de la recaudación pública no ha sido la única causante de la crisis actual. El incremento del endeudamiento privado de empresas y de las familias ha sido de hecho muy superior al público. En medio de estos apalancamientos, los bancos han sido los desbocados prestamistas necesarios para que el dinero se multiplicase y repartiese por el sistema económico. 
Y los bancos de inversión norteamericanos vieron la gran oportunidad de lucrarse creando las hipotecas subprime, que eran realmente un fraude. Y digo que fueron un fraude sin ninguna duda ya que estos préstamos hipotecarios tienen actualmente una morosidad del 35%, pero superó el 40% a principios de 2010, todo un record en la historia bancaria mundial.  Que un banquero otorgue un tipo de préstamo en el que un 40% de los casos no se pueda pagar ni intereses, es claramente un fraude.
Estados Unidos ya ha superado el 100% de deuda pública total en relación al Producto Nacional Bruto, 104,8% último dato. Kenneth Rogoff publicó que hay un límite de deuda pública que históricamente nos demuestra no debe superarse para que el crecimiento futuro de ese país no se vea afectado. Estados Unidos la superó en 2011 y a pesar de ello su endeudamiento no para de crecer. Aquí podéis ver la explicación, “El indicador Rogoff sobre cuál es la tasa de endeudamiento público insostenible”.
Según Rogoff y Reinhart, los autores del mejor manual de historia económica de las grandes crisis, causas y consecuencias, el libro “This time is diferent”, cuando un país supera el 90% de deuda pública sobre PNB, empiezan los problemas graves. Todos los países desarrollados que han superado este ratio, del 1790 hasta 2009, han sufrido crecimientos económicos futuros de 2 puntos anuales inferiores al resto de países y de unos 3% si ha sido en países menos desarrollados. Y el estudio, es seguramente el más exhaustivo nunca realizado con unos 2500 datos de todos los países desarrollados en la historia económica moderna.
Pero además, la media del crecimiento económico en los siguientes años en los países desarrollados es apenas de entre el 1% y el 2% anual.
España, computando todas las deudas de las administraciones públicas, ha alcanzado ya el ratio de 90% de deudas sobre PIB."
Fuente: Cotizalia

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