martes, 26 de noviembre de 2013

El edificio favela y la triste realidad del mercado inmobiliario venezolano.

Más consecuencias "maravillosas" del socialismo del siglo XXI, que sigue haciendo aguas y empobreciendo a su sociedad.

 En esta ocasión se muestran también las repercusiones de la gestión y leyes inmobiliarias, cuyas consecuencias son más inseguridad jurídica, más escasez y menor oferta de viviendas y de inversión inmobiliaria, mayor deterioro de la vivienda...consecuencias derivadas de leyes que por otra parte se exigen instaurar aquí por distintos partidos (de la misma cuerda).


Artículo de El Economista:

"En Venezuela se encuentra la Torre de David, el tercer edificio más alto de Caracas y el octavo de América Latina, gracias a sus 45 plantas y 190 metros de altura. Muchos hablan de un 'edifico abandonado', por su aspecto, pero nada más lejos de la realidad.

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Foto: Idealista

Según un artículo publicado por el portal Idealista.com que cita fuentes no oficiales, en el complejo residen unas 750 familias, que comenzaron a llegar en 2007. Se dispara la protesta social en Venezuela contra Maduro.

La mayoría de las plantas están ocupadas por infraviviendas y, a pesar de las carencias en la construcción, los habitantes del edificio se han encargado de obtener electricidad y agua corriente. El problema para un edificio tan alto es cómo subir. Como no hay ascensor, una moto-taxi se encarga de subir a los vecinos hasta la décima planta, las otras 35 solo se pueden subir a pie, afirma el portal.

Algo más que viviendas

Los vecinos 'okupas' del edificio situado en el centro financiero de Caracas también han desarrollado una especie de 'ciudad'. A pesar de los escasos recursos, han creado colegios, zonas de recreo, servicios de peluquería o mecanismos de gestión de los espacios comunes.
En las paredes del edificio aparecen pintadas en las que se recuerda que no deben tirar basura fuera de las zonas asignadas en las 20 plantas habilitadas. "En algún momento habrá cambios en Venezuela y Argentina, pero serán muy dolorosos".

Nada queda de lo que intentó ser este edificio. En 1985, David Brillembourg, en representación del Banco Metropolitano y el grupo financiero Confianza, quiso levantar este rascacielos pero la entidad finalmente quebró y las obras se detuvieron. El edificio pasó a manos del Estado que intenó subastarlo pero no pudo. De este modo, la Torre de David fue ocupada poco a poco por los venezolanos.

El mercado inmobiliario en Venezuela

En Caracas apenas quedan pisos para arrendar, a pesar de que hace poco más de una década, casi un tercio de las viviendas del país estaban en el mercado del alquiler, apunta el portal Idealista.com. The Washington Post: "Venezuela se ha convertido en un espectáculo fascinante, así como nauseabundo".
Para muchas familias, la única salida es ocupar edificios, algo a lo que ayudan las distintas leyes promulgadas por el Gobierno desde el inicio del chavismo en 1999.

El reglamento aprobado en 2011 protege a los arrendatarios y castiga a los propietarios, quienes no pueden disponer de su vivienda hasta que sus inquilinos no consigan otra. Además, muchos de estos inquilinos deciden no pagar la mensualidad porque saben que la ley les ampara."

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