jueves, 28 de noviembre de 2013

La presión fiscal sobre beneficios empresariales es del 59% en España y del 41% en Europa.

Diego Sánchez de la Cruz se hace eco del último informe de la consultora PwC, que publica anualmente que mide el pago de los distintos impuestos que acomete la empresa sobre el total de sus beneficios, mostrando sin lugar a dudas, lo mal parada que sale España, con las implicaciones que ello conlleva en la creación de empleo, la inversión y la generación de riqueza...

Artículo de su blog personal:

"Atención a la siguiente gráfica:

Impuestos a las empresas en España
Estamos ante los resultados del informe Paying Taxes que publica anualmente la consultora PwC… y las conclusiones no son nada positivas para España. Midiendo el pago de impuestos sobre beneficios, nuestro país es el tercero de Europa con mayor fiscalidad empresarial, solamente superado por Francia e Italia.
Tampoco estamos para tirar cohetes en cuanto a la burocracia tributaria: nuestras empresas dedican 167 horas al año a pagar impuestos, frente a las 55 de Luxemburgo. Entre 2011 y 2013 no se ha producido ninguna mejora en este indicador. Nuestra posición frente a la media sería aún peor si no incluyésemos a las ineficientes burocracias tributarias de República Checa y Bulgaria, donde el tiempo medio supera las 400 horas anuales.
Cumplir con los impuestos al trabajo (IRPF y cotizaciones) supone 90 horas al año; rellenar los formularios de la fiscalidad aplicada al consumo resta 44 horas por ejercicio; sellar los requisitos del impuesto de Sociedades supone 33 horas anuales. Al menos nuestro número de trámites (8) es menor que la media europea (13).
En total, el 58,6% de los beneficios que generan las empresas acabaron en manos
de Hacienda en 2012, bien por los impuestos al consumo, por los tributos que gravan la contratación de trabajadores o por el Impuesto de Sociedades. El aumento entre 2012 y 2013 es el más grande del mundo: asciende a 19,9 puntos porcentuales, llegando al 58,6% desde el 38,7% del informe anterior.
Comparándonos con la media europea, vemos que nuestro 58,6% se queda muy por encima del 41% registrado para los países de nuestro entorno. Hay comparacione aún más odiosas: el 34% de Reino Unido, el 29,1% de Suiza, el 27% de Dinamarca, el 22,5% de Irlanda, el 20,7% de Luxemburgo…
En total, el 36.2% de los tributos que pagan las empresas españolas se deben al Impuesto de Sociedades. Un 62,8% viene de los impuestos al trabajo y el 1% restante se deriva de los otros gravámenes existentes. En palabras de PwC, subir la presión fiscal va ligado a “una ralentización del crecimiento, un aumento del fraude fiscal y una disminución de la competitividad”.
El informe global está disponible aquí."

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