miércoles, 20 de noviembre de 2013

Los contribuyentes españoles sufragan “cursillos de formación” por 4.000 millones al año.

Diego Sánchez de la Cruz se hace eco de los incentivos al fraude y despilfarro y mal funcionamiento de estos cursos.

Artículo de su blog personal:

Lo cuenta el Suplemento Mercados (El Mundo, 17/11/2013):

“El Presupuesto de 2014 destina 4.079 millones de euros para las políticas activas de empleo. 2.473,2 millones se dedican al fomento del empleo, mientras que 1.605,5 se reservan para la formación. No obstante, a esta última cifra se suman los recursos de la Fundación Tripartita, que en 2012 fueron de 2.155 millones de euros. Entre todas las partidas, el dinero destinado específicamente para cursillos ronda los 4.000 millones”

“El negocio es millonario y está controlado por las patronales y los sindicatos. ¿Funcionan estas políticas? No. Los países nórdicos dedican este dinero principalmente a bonificaciones. En España, falta transparencia y falta control. Cientos de empresas formadoras y gestoras presentan buenos resultados… pero los fondos principales los manejan unos pocos en los sindicatos y la patronal, con su enorme opacidad y sus técnicas creativas para inflar gastos y reducir costes”

“El Instituto de Formación y Estudios Sociales del sindicato UGT oculta que sus consejeros cobraban dietas anuales de 15.000 o 20.000 euros hasta bien entrada la crisis. Un ejemplo de las actividades impartidas por el IFES sería el “curso de risoterapia”, en el que se organizaban “guerras de globos”, “juegos de la panza más grande”, “masaje de pies en grupo”, etc.”

“Las posibilidades de fraude son infinitas: cursos fantasma que no se realizan, títulos entregados sin justificar asistencia, etc.”"

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