miércoles, 27 de noviembre de 2013

Seguridad Social: El esquema de Ponzi con más éxito de la historia.

Gary Galles sobre el éxito del mayor fraude de la historia. El esquema de Ponzi de la Seguridad Social. 

El artículo expone con gran claridad en qué ha consistido el fraude, qué es lo que implica y de qué manera se "carga el muerto" a las generaciones futuras, que en el caso de algunas prestaciones como pensiones (no en otras en expansión como Medicare), ya se está descubriendo la "trampa" y mostrando sus consecuencias. 
Artículo del Instituto Mises Hispano:
“Pagamos nuestros impuestos de Seguridad Social y Medicare; nos hemos ganado nuestras prestaciones”. Es esa creencia entre los ciudadanos mayores la que estaba complaciendo el presidente Obama en su segundo discurso de toma de posesión cuando afirmaba que esos programas “nos fortalecen. No nos hacen una nación de tomadores”.
Si tanto Seguridad Social como Medicare implicaran que la gente financiara voluntariamente sus propias prestaciones, podrían darse argumentos para la opinión de los “beneficios ganados” por los mayores. Pero no lo son. Han redistribuidos decenas de billones de dólares de riqueza hacia ellos desde los más jóvenes.
Seguridad Social y Medicare han transferido esos billones porque han sido esquemas parciales de Ponzi.
Después de la creación de la Seguridad Social, los jubilados o a punto de hacerlo obtuvieron prestaciones excediendo con mucho sus costes (Ida Mae Fuller, la primera receptora de la Seguridad Social, obtuvo 462 veces lo que ella y su empresa pagaron juntos en “contribuciones”). Esas prestaciones en exceso de sus impuestos pagados implicaban que se obligaba a los futuros estadounidenses a abonar la diferencia. Y los pasivos no financiados casi impensables del programa no son una carga menor para posteriores generaciones porque las generaciones anteriores financiaran parte de sus propias prestaciones o porque el gobierno haya mentido constantemente en que ya las han pagado.
Desde su creación, la Seguridad Social se ha expandido múltiples veces. Cada expansión significaba que los ya jubilados no pagaran impuestos adicionales y los que estuvieran cerca de la jubilación pagaran solo unos pocos años. Pero ambos grupos recibían mayores prestaciones durante su jubilación, aumentando las prestaciones no financiadas cuya carga se pasaba a generaciones posteriores. Así que cada expansión empezaba otro ciclo de Ponzi beneficiando a los estadounidenses mayores a costa de otros.
Las prestaciones de la Seguridad Social han aumentado enormemente. Se doblaron entre 1950 y 1952. Aumentaron un 15% en 1970, un 10% en 1971 y un 20% en 1972, es una acalorada competencia por comprar el voto del jubilado. Las prestaciones se ligaron a una medida que en la práctica duplicaba la inflación e incluso ahora las prestaciones estar sobreindexadas a la inflación, aumentando los niveles reales de las prestaciones con el tiempo.
Las prestaciones a incapacitados y dependientes se añadieron hacia 1960. Medicare se añadió en 1966 y las prestaciones se han extendido (por ejemplo, Medicare parte B, solo financiada en una cuarta parte por los receptores, y la parte D, prestaciones de medicinas recetadas, financiado solo en una octava parte por los receptores).
La extensión masiva de la Seguridad Social resulta evidente por la creciente carga impositiva desde su máximo inicial de 60$ anuales (para empleados y empresarios combinados). Las tasas impositivas han aumentado y se han aplicado a más ingresos, con la Seguridad Social llevándose ahora un total del 12,4% de las ganancias hasta 113.700$ (y el Medicare una tasa combinada del 2,9% aplicada a todas las ganancias más un suplemento del 0,9% para ganancias por encima de los 200.000$).
Estos múltiples regalos de Ponzi a primeros receptores creó un pasivo no financiado de la Seguridad Social de 13 dígitos y aún mayor del Medicare. Y a pesar de las repetidas y acaloradas negaciones de los políticos, muchos estudios han confirmado los resultados.
Un estudio reciente de los impuestos en nómina y prestaciones a lo largo de la vida proviene del Urban Institute. Para Medicare, calcularon que (en dólares de 2012) un varón con una salario medio obtendría 180.000$ en prestaciones, pero solo pagaría 61.000$ en impuestos, “habiendo pagado” solo en torno a un tercio de las prestaciones recibidas. Una mujer en una situación similar recibiría aún más. El “exceso” acumulado de prestaciones asciende a 105 billones de dólares, con las prestaciones netas aumentando con el tiempo.
Los cálculos del Urban Institute revelaron una situación distinta para la Seguridad Social. Un varón con ingresos medios que se jubilara en 2010 recibirá 277.000$ en prestaciones a lo largo de su vida, 23.000$ menos que los impuestos de toda su vida, mientras que para las mujeres, sus 302.000$ en prestaciones a lo largo de su vida se aproximan a los impuestos de toda su vida. Y las cosas están empeorando. Para 2030, ese hombre se quedará “corto” en 16 centavos (10 centavos para las mujeres) por cada dólar pagado en impuestos a lo largo de su vida.
Mientras que esos resultados rebaten sonoramente la retórica del “nos lo hemos ganado” para Medicare, los resultados de la Seguridad Social, con los nuevos jubilados obteniendo menos de lo que pagaron, podría presentarse como “prueba” de que la Seguridad Social no es un esquema de Ponzi. Sin embargo eso sería falso. La razón es que Medicare sigue en su fase de expansión, como para con la parte D, acumulando aún más futuros pagarés. Sin embargo, la Seguridad Social esencialmente se ha quedado sin nuevos trucos expansionistas, aunque los grupos progresistas estás presionando para aplicar impuestos de Seguridad Social a muchas más rentas como un último medio para robar a los más jóvenes para retrasar el día del juicio. Eso sencillamente significa que se nos obliga a empezar a afrontar todas las consecuencias de la redistribución que empezó en 1935. Es decir, el actual mal negocio que ofrece a los jubilados la Seguridad Social es solo el resultado del hecho de que ha sido un esquema de Ponzi durante generaciones y alguien debe quedarse “cargando con el muerto”.
De hecho, tal vez la mejor descripción de la situación actual de la Seguridad y el Medicare proviene de Henry Hazlitt, hace mucho tiempo, en La economía en una lección:
Hoy es ya el mañana que ayer el mal economista nos pedía que ignorásemos. Las consecuencias a largo plazo de algunas políticas económicas pueden hacerse visibles en pocos meses. Otras pueden no hacerse visibles durante varios años. Otras más pueden no hacerse visibles durante décadas. Pero en todo caso las consecuencias a largo plazo están contenidas en la política tan seguramente como la gallina está en el huevo, la flor en la semilla.
El secuestro generacional de la Seguridad y el Medicare se ha convertido en “la tercera vía de la política” en buena parte porque los mayores quieren creer que han pagado lo suyo. Pero no es así. Solo han pagado parte de lo que han obtenido. El resto ha sido en realidad un esquema de Ponzi. Y como ya está revelando la Seguridad Social, el futuro no puede aplazarse eternamente, por mucha buena voluntad que haya. Algunos ya se han visto obligados a afrontar la explosiva cantidad de pagarés afectados y las cosas irán mucho peor.
El supuestamente “programa público con más éxito en la historia del mundo”, según Harry Reid, ha convertido a los mayores en serios tomadores. El hecho de que algunos de ellos estén empezando ahora a compartir el dolor causado por estos programas no contradice el hecho. Solo muestra el lado oscuro del esquema de Ponzi con más éxito de la historia del mundo."
Publicado el 22 de noviembre de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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