Y la clave no es otra que la oferta monetaria, esto es, el AMS (no tanto los tipos de interés), que sigue reduciendo su tasa de crecimiento, mostrando una evolución contraria a la expansión del balance de la Fed, debido a la reticencia bancaria a expandir agresivamente el préstamo a pesar a la inyección agresiva por parte de la Fed.
Ello conllevará al debilitamiento del crecimiento y de la producción industrial americana (agravado todo ello por la ineficiencia de las medidas de la Fed, que destruyen riqueza real provocándose una ineficiente designación de los recursos escasos o ahorro real), y en consecuencia, al retraso de las medidas de ajuste por parte de la Fed.
Artículo del Instituto Mises Hispano:
La mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg News son ahora de la opinión de que la Reserva Federal empezará a ajustar las compras de activos en diciembre. Contrariamente a las expectativas del 18-19 de septiembre, los políticos de la Reserva Federal han decidido continuar con una postura monetaria muy laxa y retrasar el ajuste de las compras de activos.
La mayoría de los políticos son de la opinión de que la economía de EEUU no es suficientemente fuerte como para generar un crecimiento económico autosostenido. Por tanto se sostiene que la economía todavía necesita el apoyo de la Fed.
Si los políticos de la Fed decidieran disminuir las compras de bonos, la mayoría de los expertos opinan que es probable que anuncien que el banco central de EEUU va a mantener su política de tipos de interés cercanos a cero durante un prolongado periodo de tiempo. Esto, se dice, debería impedir efectos colaterales negativos que produzca la reducción en compras de bonos.
Por ejemplo, cuando en 1994 la Fed inició un ciclo de endurecimiento, el tipo de los fondos federales aumentó del 3,05% en enero de 1994 al 6,04% en abril de 1995. Esto, se argumenta, causó una caída brusca en el ritmo de la actividad económica. La tasa anual de crecimiento de la producción industrial cayó del 7% en diciembre de 1994 al 2,7% en diciembre de 1995.
Creemos que son los cambios en la oferta monetaria en lugar de los cambios en los tipos de interés los que dirigen la actividad económica como tal. Los tipos de interés son solo una indicación, por decirlo así.
Una caída en la tendencia de crecimiento de la producción industrial de diciembre de 1994 a diciembre de 1995 se produjo debido a una brusca bajada en el tasa anual de crecimiento del AMS (nuestra medición de la oferta monetaria) del 13,7% en septiembre de 1992 a -0,3% en abril de 1995.
Esta caída brusca en la tendencia de crecimiento del AMS ha disminuido el apoyo a diversas actividades de burbuja que aparecieron a la espalda de la creciente tendencia previa de crecimiento del AMS.
(Aunque la Fed hubiera mantenido el tipo de los fondos federales a un nivel muy bajo, lo que habría dictado el ritmo de la actividad económica sería la tendencia del crecimiento del AMS).
Advirtamos que una caída en la tendencia de crecimiento del AMS estaba en línea con la caída en la tendencia de crecimiento del balance de la Fed: la tasa anual de crecimiento del balance cayó del 12,7% en junio de 1993 al 4,4% en diciembre de 1995.
Pese a que en el periodo de 1993 a 1995 los cambios en el balance de la Fed estaban asociados positivamente con cambios en la tendencia de crecimiento de la oferta monetaria, no es el caso esta vez. (Los cambios en la oferta monetaria no están respondiendo a cambios en el balance de la Fed). La razón clave para eso que la reticencia bancaria a expandir agresivamente el préstamo a pesar a la inyección agresiva por parte de la Fed.
Hasta septiembre, la tendencia de crecimiento del balance de la Fed ascendió al 30,6% desde el 28% en agosto. (A pesar de esta inyección masiva, los bancos siguen reticentes a expandir agresivamente el préstamo). En septiembre los bancos tenían unas reservas masivas de efectivo de 2,2 billones de dólares, frente a los 2,17 billones de agosto y los 2.400 millones en enero de 2008.
Consecuentemente, la tendencia de crecimiento de nuestra medición de la oferta monetaria AMS se ha debilitado visiblemente. La tasa anual de crecimiento se mantuvo en septiembre en el 6,7% frente al 7,7% en agosto.
Creemos que independientemente de lo que esté haciendo ahora la Fed, tendrá muy poco efecto en la economía en la actualidad y en el futuro inmediato. Dada una disminución en la tasa anual de crecimiento del AMS del 14,8% en octubre de 2011 al 6,7% en septiembre de este año, creemos que esto probablemente deprima la actividad económica en adelante.
Repito que esto es probable que se produzca independientemente de la decisión que vaya a tomar la Fed con respecto al ajuste de las compras de activos.
Basándonos en el desfase de la tendencia de crecimiento del AMS, esperamos que la tasa anual de crecimiento de la producción industrial caiga un 1% en octubre desde el 2,7% positivo de agosto.
Dada la posibilidad de un brusco declive en la actividad económica causada por la caída en la tendencia de crecimiento del AMS, es bastante probable que los políticos de la Fed decidan también retrasar el ajuste de compras de activos en diciembre.
Tenemos que añadir a todo esto la posibilidad de que las existencias de riqueza real podrían estar actualmente en dificultades causadas por las políticas imprudentes de la Fed.
(La política de tipos de interés cercanos a cero ha causado una grave mala asignación del escaso ahorro real, ha debilitado el proceso de generación de riqueza y por tanto la capacidad de la economía de soportar un crecimiento económico real más fuerte).
Si nuestra evaluación es válida, podemos sugerir que una existencias estancadas o en declive de riqueza real es probable que pongan más presión en los préstamos de los bancos. Recordemos que es el estado de las existencias de riqueza real el que dicta la capacidad de los bancos de prestar sin poner todo boca abajo.
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