Otra muestra más del despropósito político y la pésima gestión pública de los recursos, dirigidas a propaganda, compra de votos, ayudas a empresas afines, gasto público disparatado (que viva el keynesianismo presente en toda la economía y políticos) y engordar una deuda inasumible.
Desde luego, medidas como el fin de estos despilfarros, tomando la decisión de no mantener la Fórmula 1 en Valencia o el cierre de Canal 9 son hechos indispensables y absolutamente necesarios para arreglar o corregir en la medida de lo posible (puesto que el daño ya está hecho) la mala gestión realizada. El problema, es que estas medidas no son por convencimiento o ideología, sino por absoluta necesidad ante una situación cercana a la quiebra, y a la mínima oportunidad, vuelven a reincidir en ellos, y los ejemplos son continuos.
Artículo de El Confidencial:
Desde luego, medidas como el fin de estos despilfarros, tomando la decisión de no mantener la Fórmula 1 en Valencia o el cierre de Canal 9 son hechos indispensables y absolutamente necesarios para arreglar o corregir en la medida de lo posible (puesto que el daño ya está hecho) la mala gestión realizada. El problema, es que estas medidas no son por convencimiento o ideología, sino por absoluta necesidad ante una situación cercana a la quiebra, y a la mínima oportunidad, vuelven a reincidir en ellos, y los ejemplos son continuos.
Artículo de El Confidencial:
"Cuando pienso en Fórmula 1 estoy pensando en empresas, en autónomos y en puestos de trabajo", aseguró Francisco Camps en el verano de 2009 tras su visita al circuito urbano de Valencia, donde anunció que la Generalitat asumiría hasta 2014 el pago del canon anual al patrón Bernie Ecclestone. Hoy, cuatro años después, los sueños de grandeza del entonces president, que quería ser recordado por haber traído a la Comunidad Valenciana el gran circo de la categoría reina del automovilismo, han dejado un agujero de casi 300 millones de euros en las arcas públicas. Y ni el menor rastro de creación de empleo y riqueza.
Una de las grandes incógnitas del ruinoso paso de la Fórmula 1 por Valencia era el canon que había cobrado Formula One Management Limited, la empresa de Ecclestone que gestiona el campeonato mundial de monoplazas, por cada una de las cinco ediciones del Gran Premio de Europa celebrado en la capital de la Comunidad Valenciana. Izquierda Unida (IU) ha resuelto este martes el misterio: 26 millones de dólares anuales (casi 20 millones de euros). El contrato lo firmaron en 2007 Ecclestone y la empresa Valmor Sports S. L., impulsada por Bancaja, el empresario Fernando Roig y el expiloto Jorge Martínez Aspar.
Pinche para leer el contratoCamps llegó a asegurar que la Fórmula 1 no costaría "ni un euro" de fondos públicos. Pero el importe final del capricho del expresidente de la Generalitat ronda ya los 300 millones de euros, cantidad que incluye los casi 100 millones de canon pagados a Ecclestone. Valmor, supuestamente, desembolsó la primera cuota anual, aunque no hay pruebas de ello. Pero a partir del segundo año la empresa privada entró en barrena y Camps acudió a su rescate financiero.
La construcción del circuito urbano de Valencia se llevó un bocado de otros 100 millones de euros, y el resto de la factura se reparte entre las obras anuales de remodelación y adecuación del circuito, los derechos de emisión adquiridos por Canal Nou y la deuda de Valmor asumida por la Generalitat. El sucesor de Camps, Alberto Fabra, compró la empresa de derechos deportivos en marzo del pasado año por el precio simbólico de un euro, pero tuvo que tragar, con cargo a las arcas públicas, una deuda pendiente de casi 24 millones de euros.
El contrato desvelado por IU representa "el símbolo de una época, la del despilfarro, la de los grandes eventos y proyectos faraónicos que pagábamos todos, y también la de la opacidad por la cual se han distinguido los Gobiernos del PP, especialmente bajo la batuta de Camps", según su portavoz adjunto en las Cortes Valencianas, Ignacio Blanco. "Después de seis años ya era hora de que los valencianos conociéramos el contenido de este polémico contrato que ha sido escondido por el PP, y que fue el inicio de una larga relación de contratos millonarios", ha añadido.
El pasado mes de octubre, Fabra cerró el grifo. "No puedo mirar a los ojos a una persona y decirle que no le puedo pagar, mientras gasto el dinero en la Fórmula 1", aseguró entonces, un argumento muy similar al que recurrió hace un mes para justificar el apagón de Canal Nou. Pero la herencia envenenada de Camps ha dejado varios frentes abiertos a Fabra. Entre otros, la deuda de 13,5 millones de euros de la radiotelevisión pública con Mediapro por romper unilateralmente el contrato de retransmisión de las pruebas de Fórmula 1 en las dos últimas temporadas."
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