Roger Medina muestra en este artículo las tesis económicas del tertuliano Pablo Iglesias (fundador de un nuevo partido político), que no piden otra cosa que más de lo mismo que lo llevado a cabo por PSOE y PP (como no podía ser de otra manera), es decir, más keynesianismo (más impuestos, gasto público y deuda).
Justamente todo lo que se ha llevado a cabo en estos años, con lo que debiera estar contento de llevarse a cabo todas sus propuestas. Eso sí, tras dichas políticas, él exige impagar lo que se debe...las consecuencias no importan.
Justamente todo lo que se ha llevado a cabo en estos años, con lo que debiera estar contento de llevarse a cabo todas sus propuestas. Eso sí, tras dichas políticas, él exige impagar lo que se debe...las consecuencias no importan.
Artículo de Liberal Spain:
"Frecuentemente, el tertuliano de Cuatro i La Sexta, Pablo Iglesias, profesor de ciencia política de la Universidad Complutense de Madrid y cara visible de ‘Podemos’, ha estado repitiendo una y otra vez los postulados keynesianos en los debates en los que ha participado. Quizá en los últimos dos meses he podido contar hasta 5 las veces que ha hablado de las políticas expansivas de la demanda agregada. Todo eso siempre va acompañado del necesario, según él, e inmediato impago de la deuda pública para poner la economía al servicio de las personas y priorizar otros gastos antes que el abono de los intereses a los inversores.
Esta es la última intervención en la que podemos oír al tertuliano hablar de la demanda agregada y las políticas expansivas de gasto. Sus palabras textuales son ‘Des de los años 30, cualquier persona normal que haya estudiado ciencias sociales sabe que aumentando el gasto público es como la economía empieza a funcionar y el estado puede recaudar más impuestos y se genera empleo’. La verdad es que no es de extrañar, pues como por todos es sabido, los postulados keynesianos son los que imperan, el pensamiento económico único en la mayoría de sociedades. Pero hay algo que sorprende y quizá Pablo no ha mirado antes de pronunciar estas palabras: el gasto público no ha hecho más que aumentar. En términos nominales, el conjunto del sector público gastó un total de 493.660 millones de euros en 2012, un 2,8% más que en 2011 y hasta un 19,5% más que en 2007. Es decir, el sector público gastó el pasado año 81.000 millones más que en 2007, cuando la economía estaba en pleno boom inmobiliario. El gasto total de la Administración Central, sin contar los vencimientos de deuda, subirá un 5,6% respecto a 2012, de 160.842 a 169.775 millones.
No hay que olvidar el famoso Plan E, un plan de estímulo masivo de la economía, que consumió hasta 50.000 millones de euros del presupuesto público. Supuso el segundo mayor gasto público de todas las economías desarrolladas, con la excepción de Arabia Saudí. La viva imagen de una frase de Obama que leí en el último libro de Daniel Lacalle (Viaje a la libertad económica, página 57): ¿Qué cree usted que es un estímulo? Gastar. ¡Ése es el objetivo!, seriamente. Para Pablo, el aumento del gasto y el leve recorte presupuestario en algunas partidas, pero aún totalmente innecesario, no parecen ser políticas suficientemente expansivas.
Un servidor está estudiando primero de economía y las primeras clases de Macroeconomía han sido lo que esperaba: keynesianismo. Aumentar el gasto aumenta el PIB, la producción y hace que los unicornios rosas existan. Las políticas expansivas son la panacea que necesitan todas las economías. El estado debe hacer 3 cosas: gastar, gastar y gastar. La verdad es que si el estado gasta en construir pirámides o en cavar agujeros profundos para volverlos a tapar, se están malbaratando recursos, pero al fin y al cabo se está gastando y la gente está ocupada, aunque el empleo sea del todo improductivo. Como la demanda agregada es una fórmula donde el gasto viene representado por la letra G, si todo se mantiene igual (ceteris paribus) y este aumenta, la suma de todos los componentes de la fórmula (consumo, inversión y balanza comercial) más el aumento de gasto, da inequívocamente un aumento del PIB. Keynes también hablaba de ahorrar en tiempos de bonanza, pero parece que los gobiernos esta parte la olvidan.
Otra gran perla de Pablo ha sido “hacer recortes aumenta el déficit público”. Después de ver que el gasto no ha hecho más que aumentar, está claro que el déficit no viene de ningún ajuste presupuestario. Según Eurostat, España cerró 2013 (este dato corresponde al 2012, no al 2013 como indica) con el mayor déficit público de la Unión Europea, con un 10,6% del PIB, por encima del 9% de Grecia. El déficit ha sido originado por el masivo endeudamiento que el PP está llevando a cabo, llegando al 93,4% de deuda respecto el PIB. Gasto financiado con deuda. ¿No quería nuestro tertuliano políticas fiscales expansivas y más y más gasto? Pues ahí está, gastando todo lo que ingresamos y además un gasto extra financiado con deuda.
Pero cuidado, después de un endeudamiento masivo para gastar más, Pablo dice que ahora las deudas no se pagan, que son ilegítimas, y que hay que llevar a cabo una auditoria pública para conseguir que un 30% de la deuda no sea pagada. El impago de la deuda pública tendría un impacto económico muy perjudicial para la economía española. A parte de vulnerar la seguridad jurídica, la prima de riesgo se dispararía y nadie querría prestar a España. Y estoy seguro que los mismos que piden el impago de la deuda luego criticarían a los mercados por restringirles el crédito. Los malvados especuladores que quieren que les devuelvas el dinero que te han prestado.
En conclusión, tanto la política económica del PSOE como la del PP han tenido como premisa básica el keynesianismo. Ambos tienen miedo a realizar drásticos recortes por la impopularidad de estos y la pérdida de votos que ello supondría. Hemos tenido keynesianismo imperante, el liberalismo ha brillado por su ausencia. Nuestro tertuliano debería darse cuenta de que solo se ha hecho lo que él propone."
No hay comentarios:
Publicar un comentario