Juan Rallo analiza las mágicas cifras del nuevo programa económico de Podemos, que se sustentan en tres patas: Muchísimos más impuestos (A TODOS), muchísima más deuda (pagadas por TODOS) y muchos, muchos cuentos (crecimiento nunca dado para justificar mayor recuadación...).
La receta perfecta para la ruina absoluta, pero nada importa, lo último que pierde un creyente en mesías es la fe...
Artículo de El Economista:
A estas alturas, a buen seguro habrá escuchado hablar de la mágica cifra con la que Podemos pretende incrementar el gasto público en España: 96.000 millones de euros. Es decir, la formación de Pablo Iglesias promete que en 2019 el presupuesto del conjunto de las Administraciones Públicas sea 96.000 millones superior al presupuesto que actualmente proyecta el PP para ese año. Con respecto a 2015, se trataría de un incremento del gasto público anual de 135.000 millones de euros. El guarismo no es peccata minuta: equivale al coste anual de todas las pensiones públicas. ¿Cómo financiar, pues, tal exabrupto de gasto junto con la eliminación del actual déficit de 50.000 millones de euros? Podemos propone tres vías.
Primera: más impuestos. El partido morado asegura querer subirles los impuestos a los que "más tienen" para recaudar 40.000 millones de euros, pero tal deseo casa mal con la realidad. De entrada, de los 10.000 millones de euros que esperan recaudar con su nuevo modelo de IRPF, sólo 2.000 millones proceden de incrementar los tipos impositivos a las rentas superiores a 60.000 euros; los otros 8.000 millones se obtendrán de eliminar deducciones y exenciones de las que se pueden beneficiar todos los contribuyentes. A su vez, Podemos también promete acrecentar el tipo efectivo de Sociedades hasta el 25% en las pymes o el 30% en las grandes empresas: dado que actualmente el tipo efectivo de las pymes se halla en el 16% y en las grandes empresas en algo más del 20%, se trata de un incremento del 50% en la cuota impositiva que tendrán que abonar nuestras compañías.
Asimismo, también proyecta impulsar la creación de muchos nuevos impuestos indirectos -bajo la rúbrica de "impuestos medioambientales"-, reforzar el Impuesto de Patrimonio y Sucesiones e incrementar las cotizaciones sociales de los autónomos.
Segundo: más deuda. Podemos espera que Bruselas nos permita relajar nuestro grado de cumplimiento con el déficit público, de manera que parte de esa gigantesca expansión del gasto pueda ser financiada endeudando todavía más a los españoles. Habiendo cerrado 2015 con un déficit de 50.000 millones, la formación morada necesitará incurrir en un déficit anual de otros 50.000 millones de euros en 2016 y 2017, y en uno de 35.000 millones en 2018 y 2019: es decir, Podemos espera endeudar a la ciudadanía española en 170.000 millones de euros durante esta legislatura con tal de financiar su Leviatán estatal.
Tercero: más cuentos. La formación morada confía en que, gracias a su desparrame de gasto público, la economía crezca a una tasa nominal del 6% anual (tasa real cercana al 5%), lo que, según ellos, contribuirá a que la recaudación aumente en 110.000 millones de euros (el equivalente a dos años de recaudación de IVA). Qué decir tiene que nuestro país ni siquiera durante la burbuja inmobiliaria logró crecer durante una legislatura a una tasa real del 5% anual. Mas, como decimos, los de Pablo Iglesias lo confían todo a los efectos estimulantes de su gasto público: olvidan que, incluso si nos creyéramos el efecto sostenidamente estimulante del gasto público, todos los economistas coinciden en que los efectos multiplicadores se minimizan cuando una economía se está expandiendo como lo hace España (en lugar de hallarse en recesión) y cuando el Estado se encuentra en una posición de fragilidad financiera, como también lo está el Estado español (deuda pública equivalente al 100% del PIB y déficit del 5%). De hecho, no son pocas las estimaciones que afirman que el efecto multiplicador de un aumento del gasto en un Estado hiperendeudado puede ser negativo: no sólo no recaudaríamos más, sino menos.
En suma, Podemos promete lo imposible: incrementar el gasto público en 135.000 millones de euros a lo largo de los próximos cuatro años. Ni siquiera sobre el papel les cuadran las cuentas. Pero entonces, ¿por qué lo hacen? Por una razón muy sencilla: lo único seguro es que los de Pablo Iglesias van a castigarnos con una de las mayores subidas de impuestos de la democracia -con el permiso de las de Cristóbal Montoro- y, para persuadir a la población de que la acepte sin rechistar, deben prometerles una multiplicación elefantiásica de la prebendas estatales. Sí, Podemos nos machacará a impuestos y disparará el gasto público, pero no podrá hacerlo en 135.000 millones de euros anuales. No, al menos, dentro del euro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario