jueves, 7 de junio de 2012

El cerco a la FED se está estrechando. (Economía, Política. 721)




Un fantástico discurso de  en el mismo banco de la Reserva Federal de Nueva York poniendo en evidencia las políticas económicas keynesianas llevadas a cabo por la propia Reserva Federal, que no dejó a nadie indiferente: 

"Muchas gracias por invitarme a hablar aquí, en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
El discurso intelectual es, por supuesto, muy valioso para alcanzar la verdad. En este sentido, agradezco la oportunidad de compartir con ustedes mis ideas al respecto de la política económica y monetaria, y discutir cómo estas ideas pueden diferir de las suyas aquí en la Reserva Federal.
Dicho lo cual, sospecho que mis opiniones son tan distintas a las que sostienen ustedes hoy aquí que me temo que mis comentarios fracasarán completamente en convencerles de que hagan lo que creo que se debería hacer, que es cerrar completamente todo el sistema de la Reserva Federal.
Sospecho que mis ideas difieren por completo de las suyas, de principio a fin. Empezando por la apropiada metodología a aplicar a las ciencias económicas, continuando por la forma en que funciona la macroeconomía, y siguiendo hasta el mismo papel de la Reserva Federal, así como sus logros, estoy perplejo de cómo es posible que ustedes vean el mundo de una forma tan distinta a como lo veo yo.
Sencillamente no entiendo su forma de pensar aquí en la Reserva Federal, y no entiendo como esta forma de pensar puede continuar cuando, en mi opinión, se estrella contra la realidad.
Permítanme empezar con la metodología: sostengo la opinión desarrollada por pensadores económicos de la talla de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek y Murray Rothbard de que en las ciencias económicas no existen constantes del tipo que encontramos en las ciencias físicas. En las ciencias físicas sabemos que el agua se congela a 0ºC. Podemos predecir con inmensa precisión la distancia que recorrerá un cohete cargado con 500 galones de combustible. Esta precisión es posible porque existen constantes que no cambian y sobre las cuales se puede formular.
No existen tales constantes en el campo de la economía, dado que las ciencias económicas tratan de la acción humana, que puede cambiar en cualquier momento. Si el precio de las patatas se mantiene igual durante 10 semanas, eso no significa que vayan a continuar siendo el mismo al día siguiente. Desafío a cualquiera en esta sala a darme un ejemplo en el campo de la economía que tenga la misma constancia invariable que existe en los campos de la física y la química.
Y a pesar de ello, en multitud de documentos de trabajo aquí en la Reserva Federal, encuentro ecuaciones construidas como si tales constantes existieran en realidad. Es como si alguien fuera a asumir que existe una relación constante entre los tipos de interés aquí y en Rusia y en todo el mundo, formulase ecuaciones basadas en esta creencia e intentase comerciar en base a esas ecuaciones. Eso de hecho se intentó, y el resultado fue el colapso del fondo Long Term Capital Management (“Administración de Capital a Largo Plazo”), un colapso que motivó reuniones al más alto nivel aquí, en este mismo edificio. Es como si los traders asumieran que el ratio de insolvencia fuera constante para notas sobre hipotecas de alto riesgo y las negociaran en esa creencia. Solo para explotarles en las manos, como ocurrió, de nuevo con intensas reuniones mantenidas en este mismo edificio.
Y sin embargo la Reserva Federal sigue publicando documentos de trabajo con ecuaciones asumiendo esas constantes. Me deja perplejo.
También encuentro sorprendente la creencia general en el modelo keynesiano que de alguna forma considera la demanda como el factor determinante en la economía, y no la producción. Yo observo el mundo y veo iphones, ipads, hornos microondas y televisores de pantalla plana, lo que me sugiere que es la producción lo que impulsa una economía. ¿Donde estaríamos sin la producción de estas cosas y de millones de otros artículos? Sin embargo, los keynesianos en esta sala replicarán “Pero necesitamos demanda para comprar estos productos”. Y yo les contesto, ¿no creen ustedes en oferta y demanda? ¿No creen que los artículos, una vez producidos, se ajustarán a un precio de mercado de compensación?
Más aun, sostengo que los precios de los factores de producción se ajustarán a los precios del nivel del consumidor y que de esta forma, oferta y demanda se compensarán a todos los niveles de mercado. De nuevo, ¿creen ustedes en oferta y demanda, o no?
Me deja perplejo que de alguna forma muchos de ustedes crean a nivel académico en la teoría de la oferta y la demanda y como los precios se fijan en el mercado, y sin embargo nieguen estas teorías en su visión macro con respecto a la economía.
Ustedes argumentarán que los precios tienen resistencia a bajar, especialmente los salarios, y que por tanto debe inyectarse dinero para mantener el funcionamiento de la economía. Y yo seguiré atónito, ya que son sus propios hermanos keynesianos al frente del gobierno quienes han creado ese entorno de salarios con resistencia al ajuste a la baja.
El economista Robert Murphy explica que el presidente Herbert Hoover presionaba continuamente a los empresarios a no reducir los salarios. Cita a Hoover en un discurso a un grupo de hombres de negocios:
“En este país ha habido un esfuerzo decidido y concertado por parte del gobierno y las empresas… para evitar reducciones salariales”.
Después Murphy reporta como Franklin Delano Roosevelt superó a Hoover buscando “incrementar salarios en lugar de poner únicamente un suelo para que no bajaran”
Yo les pregunto, con presidentes promoviendo activamente políticas que intentan desvirtuar oferta y demanda y subir salarios, ¿realmente les sorprende que esos salarios tuvieran resistencia a la baja durante la Gran Depresión?
En la América de hoy, el gobierno ha cambiado su enfoque un poco. Con el nuevo enfoque el gobierno promueve mucho más el incremento del desempleo alargando los pagos a los que no trabajan. ¿Es una sorpresa realmente que el desempleo sea tan alto cuando se paga la gente por no trabajar? El premio Nobel del 2010 fue concedido a unos economistas por sus estudios mostrando que, y cito textualmente la nota de prensa de Nobel anunciando el premio:
“Una conclusión es que prestaciones por desempleo más generosas aumentan el nivel de desempleo y alargan los tiempos de búsqueda”
¿No creen ustedes que tendría más sentido suprimir estas políticas, que son un factor causante de desempleo, en lugar de complicar la situación devaluando la moneda al imprimir más dinero?
Me deja perplejo que de alguna forma sus conclusiones al respecto del desempleo sean tan distintas a las mías y que apelen al recurso de la emisión de dinero para impulsar “demanda”. Un recurso que ha ocasionado, añado, que desde la fundación de la Reserva Federal la masa monetaria se haya incrementado un 12.230%
También me deja perplejo la idea de que la Reserva Federal deba mantener un nivel de precios estable. ¿Qué hay de malo en que los precios caigan, como ocurre ahora en el sector de los ordenadores, el sector de los televisores de pantalla plana y el sector de los teléfonos celulares? ¿Por qué, les pregunto, quieren ustedes precios estables? Ah, y por cierto, ¿Cómo les está yendo esta política de precios estables que defienden ustedes en la Reserva Federal?
Desde el inicio de la Reserva Federal los precios al consumo se han incrementado un 2.241%. No me he equivocado y lo repetiré, desde el inicio de la Reserva Federal los precios al consumo se han incrementado un dos mil doscientos cuarenta y uno por ciento.
Entonces ustedes me dirán que la estabilidad de precios es solamente un objetivo secundario de la Reserva Federal, y que su objetivo principal realmente es evitar caídas significativas de la economía, pero es que desde el principio de la Reserva ha habido 18 recesiones, incluida la Gran Depresión y la más reciente Gran Recesión. Estas recesiones han ocasionado desplomes de la bolsa, decenas de millones de desempleados e incontables quiebras de empresas.
Me deja perplejo y asombrado pensar que ustedes puedan atribuir algún acierto a la Reserva Federal cuando todo esto ha ocurrido.
Y estoy asombrado sobretodo porque la teoría del ciclo de negocios de la escuela Austriaca, desarrollada por Mises, Hayek y Rothbard, nos alertó sobre todas estas cosas. Según la escuela Austriaca es la emisión de dinero por parte del Banco Central lo que causa los ciclos financieros y de nuevo, ustedes aquí en la Reserva Federal lo han hecho incrementando la masa monetaria. ¿Pueden imaginar las distorsiones en la economía que han ustedes causado con esta emisión masiva de dinero?
Según la escuela Austriaca si se imprime dinero, aquellos sectores donde este dinero se dirige crecerán enormemente; dejen de imprimirlo y estos sectores colapsarán. El dinero así emitido por la Reserva Federal tiende a canalizarse primero a Wall Street y a otros sectores de bienes de capital y por tanto a los economistas de la escuela Austriaca no les sorprende que las caídas y colapsos sean más dramáticas en sectores como la bolsa y el suelo. El economista Murray Rothbard en su libro La Gran Depresión Americana analizó minuciosa y detalladamente como los cambios en el crecimiento de la oferta monetaria ocasionaron la Gran Depresión.
A nivel más personal y cuando la crisis estaba empezando ya alerté a lo largo del verano del 2008 de la crisis inminente. El 11 de julio del 2008 escribí en EconomicPolicyJournal.com:
“SUPER-ALERTA: Dramática ralentización del crecimiento de la masa monetaria.
Después de estar creciendo a un ritmo de casi dos dígitos durante meses, el crecimiento del dinero se ha ralentizado dramáticamente. La tasa de crecimiento de dinero anualizada durante los últimos tres meses es de solo el 5.2%. En los últimos dos meses ha habido crecimiento cero en la M2 [Nota del traductor, M2 es la masa monetaria que incluye efectivo, depósitos bancarios y otros instrumentos líquidos]. Esto es algo que debemos vigilar cuidadosamente. Si esa dramática ralentización continúa, tendremos inevitablemente una severa recesión. No hemos visto nunca un cambio tan dramático en el crecimiento de la oferta monetaria desde dos dígitos a un mero 5% de crecimiento. ¿Tiene Bernanke la más somera idea de qué diablos está haciendo?”
El 20 de julio del 2008 escribí:
“Ya advertí como en los dos últimos meses la oferta monetaria se ha ido desplomando. La M2 ha caído desde tasas de crecimiento de dos dígitos a casi cero. Una revisión de la situación crediticia empeora este escenario. De acuerdo con los datos más recientes de la Reserva Federal para las últimas 13 semanas hasta el 25 de junio, los créditos bancarios (valores y préstamos) se redujeron a una tasa anualizada del 7.9%. Ha habido una mínima rebrote desde el 25 de junio en ambas, oferta monetaria y crédito bancario, pero las tasas de crecimiento siguen siendo bajísimas. Si no se produce un cambio dramático en estas magnitudes en las próximas semanas deberemos alertar de la posibilidad de una recesión de gran magnitud, del tipo de la Gran Depresión.”
Y sin embargo, solamente unas semanas antes de mis avisos, el presidente Bernanke, mientras que se desplomaba el crecimiento de la oferta monetaria, sostenía un punto de vista mucho más positivo. En un discurso en la 53ª Conferencia Económica Anual del Banco de la Reserva Federal de Boston el día 9 de junio de 2008, dijo:
“Me gustaría darles una breve actualización de las perspectivas de la economía y de la política económica, empezando por las perspectivas de crecimiento. A pesar del indeseado incremento de la tasa de desempleo que se reportó la semana pasada, los últimos datos disponibles, en su conjunto, han afectado solo modestamente las perspectivas de la actividad económica y el empleo. Efectivamente, y aunque la actividad durante este trimestre probablemente sea débil, el riesgo de que la economía haya entrado en recesión parece haber disminuido en el último mes o así. Durante el resto del 2008 los efectos del estimulo monetario y fiscal, una relajación gradual del efecto arrastre de la construcción residencial, mayor progreso en la recuperación de los mercados financieros y crediticios y una demanda exterior todavía fuerte deberían proporcionar algún alivio a los vientos contrarios que todavía enfrenta nuestra economía.”
Creo que la Gran Recesión que vino a continuación está todavía presente en nuestras mentes, así que no es necesario analizar en detalle cual de los dos pronósticos, el mío o el del presidente Bernanke, se reveló más preciso.
También estoy asombrado por otros muchos pasos en la formulación de políticas aquí en la Reserva Federal. Ha habido más cambios en la dirección de la política monetaria durante el mandato de Bernanke que en cualquier otro momento en la historia moderna de la Reserva Federal. Ni durante el mandato de Arthur Burns, ni durante G. William Miller, ni durante Paul Volcker, ni durante Allan Greenspan ha habido tantos ni tan dramáticos cambios de orientación en la política monetaria. Durante la presidencia de Bernanke ha habido cambios significativos en la dirección del crecimiento de la masa monetaria en CINCO ocasiones distintas. De manera que no estoy en absoluto sorprendido de la marcha intermitente (stop and go) de la economía. La errática política monetaria actual hace extremadamente difícil para los empresarios hacer planes a largo plazo. Efectivamente, en mi Alerta Diaria sobre la economía, encuentro dificilísimo aconsejar a largo plazo, cuando en muy poco tiempo he visto el crecimiento de la M2 a tres meses anualizado caer desde casi el 20% a casi 0, y en otro periodo, caer del 25% al 6%.
También estoy asombrado por muchos de los programas monetarios implementados por el presidente Bernanke, por ejemplo la conocida como Operación Twist.
Esta no es la primera vez que se intenta una Operación Twist: ya se había intentado en 1961 al principio de la era Kennedy. En el 2004 tres economistas de la Reserva Federal redactaron un documento de trabajo que en parte revisaba la Operación Twist de los años 60. Su conclusión (mis negritas):
“Un segundo y bien conocido episodio histórico al respecto del intento de manipulación de la estructura de plazos fue el conocido como Operación Twist. La administración entrante de Kennedy la puso en marcha en 1961 con el objetivo de elevar los tipos de interés a corto plazo (y así promover las entradas de flujos de capital y soportar al dólar) a la vez que bajar, o al menos no elevar, los tipos de interés a largo plazo (Modigliani y Sutch, 1966)…Las dos acciones principales de la Operación Twist fueron el uso de operaciones de la Reserva Federal en el mercado abierto y operaciones con deuda del Tesoro. Se considera generalmente que Operación Twist fue un fracaso, sobretodo debido al trabajo que al respecto hicieron Modigliani y Sutch, considerado un clásico. Sin embargo Modigliani y Sutch también advirtieron que Operación Twist fue una operación relativamente pequeña y que, efectivamente, a un plazo ligeramente más largo los tipos de la deuda pública crecieron significativamente, en lugar de bajar. De forma que Operación Twist no parece proporcionar evidencia suficiente en ningún sentido de los posibles efectos en los cambios en la composición del balance del banco central. Creemos que nuestras conclusiones refutan bastante la fuerte hipótesis que acciones de política económica no convencionales incluyendo el quantitative easing (“flexibización cuantitativa”) y las compras selectivas de activos no funcionan en una economía industrial moderna. Sin embargo, los efectos de estas políticas siguen siendo bastante inciertos desde el punto de vista cuantitativo.”
Uno de los autores de este documento del 2004 es el actual presidente de la Reserva Federal Bernanke. Así que debo preguntar ¿qué diablos está haciendo el presidente Bernanke implementando un programa que en su propio documento comenta que fue un fracaso según Modigliani y cuando su propio documento insinúa que sería necesario un experimento mayor para poder establecer sus resultados reales?
Pregunto, ¿está el presidente utilizando la economía de los Estados Unidos como un laboratorio y a los americanos como cobayas para probar su curiosidad intelectual respecto a cosas como la Operación Twist?
Más aun, me asombra la respuesta del presidente Bernanke al ser preguntado por el congresista Ron Paul. A una pregunta aparentemente trivial del congresista al respecto de dinero pagado por la Reserva Federal a los ladrones del caso Watergate, el presidente Bernanke contactó con la oficina del Inspector General de la Reserva Federal ordenando una investigación al respecto. Y sin embargo el congresista Paul ha preguntado insistentemente sobre los certificados de oro custodiados por la Reserva Federal y si se va a auditar el oro en Fort Knox que respalda estos certificados. Y sin embargo no ha habido ningún requerimiento del presidente al tesoro para que esas reservas de oro se auditen. Lo encuentro muy extraño. El presidente instruye una gran investigación sobre lo que únicamente puede resultar en un punto de interés histórico, pero no busca ninguna confirmación al respecto de un punto que sería de vital importancia para muchos americanos de hoy.
En este mismo edificio, en las profundidades de las cajas fuertes subterráneas, existen billones de dólares en oro custodiados por la Reserva Federal para gobiernos extranjeros. La Reserva Federal organiza visitas frecuentes a estas cajas, incluso a escolares. Sin embargo el oro de América está aparentemente vetado a todo el mundo y nunca ha sido auditado. ¿No les parece esto extraño? Cuando menos, ¿hay alguien en la Reserva Federal que conozca la calidad y pureza del oro en Fort Knox?
En resumen, creo que la Reserva Federal es un fracaso de principio a fin. Creo que la metodología usada es errónea, creo que la justificación de la Reserva Federal, esto es conseguir estabilidad económica y de precios, nunca ha tenido éxito. Lo repito, los precios desde el establecimiento de la Reserva Federal han crecido un 2.241% y ha habido 18 recesiones durante el mismo periodo. A nadie en la Reserva Federal parece preocuparle el oro que supuestamente respalda los certificados de oro que hay en el balance de la Reserva Federal. El emperador está desnudo. Los estudiosos del ciclo de negocios de la escuela austriaca son habitualmente ignorados por la Reserva Federal y sin embargo tienen las mejores credenciales en lo que respecta a la detección de crisis globales, y además identificaron específicamente la formación de la burbuja inmobiliaria. No olvidemos que en 2004 dos economistas aquí en la Reserva Federal redactaron un documento de trabajo negando la existencia de una burbuja inmobiliaria. Yo entonces escribí en respuesta a ese documento:
“El análisis erróneo de estos economistas en la Reserva Federal puede pasar a la historia financiera como el mayor error de previsión desde que Irvin Fisher declarara en 1929, justo antes del descalabro bursátil, que los precios de las acciones parecían haber alcanzado un nivel permanentemente alto.”
Datos hechos públicos ayer muestran que los precios de la vivienda se han desplomado a niveles del 2002.
Ahora paso a darles más advertencias con respecto a la economía.
El cerco se está estrechando alrededor de su organización, hace falta imprimir una enorme cantidad de moneda para mantener a flote su manipulada economía. El resultado final será una monumental inflación de precios o, en caso de que detengan la imprenta de billetes, otro colapso económico masivo. No hay otra salida.
De nuevo, gracias por invitarme. Han preparado ustedes comida y no voy a ser descortés, me quedaré a comer. Tengamos una buena comida. Convirtámosla en un festín. Y después les pido, les suplico, les imploro a todos que salgan de aquí conmigo para no volver nunca. Es lo más ético y moral que pueden hacer. No se hace nada bueno en este lugar. Cerremos las puertas con candado y dejemos el edificio a las arañas, las polillas y las ratas de cuatro patas.
Traducido del inglés por Daniel Puentespina, Instituto Ludwig von Mises Ecuador. El artículo original se encuentra aquí."

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