lunes, 25 de junio de 2012

La corrupción se apodera de China (Mercados financieros, Bolsa. 87)


Desde un principio vengo defendiendo con distintos artículos la insostenibilidad del crecimiento chino, la burbuja inmobiliaria que se estaba gestando y cómo el aterrizaje de ésta iba a ser duro, más que suave (ahora ya se reconoce porque así lo confirman los datos que hay cierta desaceleración al menos). Pero China presenta otro problema no menos grave, como es la altísima corrupción, y cómo no la falsedad de cuentas y cifras, en la que no debe haber duda (ocurre en países democráticos, imagínense en uno que no lo es).
En este artículo de Kike Vázquez trata precisamente el tema de la corrupción y la manipulación de cuentas en China:


"Hay personas más propensas a aceptar la corrupción y otras menos, pero en general ante un acto de dichas características ninguna de las dos partes suele percibir todo el perjuicio social que se produce. La corrupción va más allá del soborno y el ingreso ilícito, corrupción es igual a menos confianza, corrupción es igual a menor meritocracia y por tanto corrupción es igual a mayor pobreza. Esta relación es perfectamente visible cuando comparamos la renta per cápita de un país con la corrupción que perciben sus ciudadanos, a continuación una tabla realizada con datos del FMI y del Corruption Perceptions Index.
El índice CPI define corrupción como el mal uso de los recursos públicos para favorecer los beneficios privados, y como podemos comprobar en los países en donde dicho comportamiento es percibido la tendencia a la pobreza es mucho mayor. Por tanto el problema de la corrupción no es solo lo inmediato sino el techo de cristal que se impone a la sociedad en su desarrollo. Para hacernos una idea aquí van los datos de algunos países, siendo 10 el país menos corrupto y 0 el más corrupto. Argentina 3, Brasil 3.8, Dinamarca 9.4, Finlandia 9.4, Francia 7, Grecia 3.4, Alemania 8, Hong Kong 8.4, India 3.1, Italia 3.9, Corea 5.4, México 3, Portugal 6.1, España 6.3, Suecia 9.3, Reino Unido 7.8 o Estados Unidos 7.1
Es por ello que cuando me hablan del enorme futuro que tendrá un país que es enormemente corrupto suelo ser escéptico, no porque su nivel de vida y renta no vayan a aumentar, sino porque, de no solucionar problemas como el de la corrupción, se quedarán muy probablemente por debajo de lo que sería su potencial y por tanto defraudando las expectativas. En concreto, como se habrán imaginado por el título de esta entrada, hoy me gustaría centrarme en los recientes escándalos de corrupción que están asolando China. No uno, no dos, esto es un auténtico tsunami.
A principios de mes conocimos que la National Audit Office llevó a cabo auditorías a varias SOEs, State Owned Enterprises o compañías públicas,encontrando que todas habían cometido irregularidades en sus cuentas. TODAS. Los “errores” se cifran en “decenas de billones de yuanes” en cifras anglosajonas, lo que equivaldría a miles de millones de dólares. Por si fuese poco según Beijing Business Today estaríamos ante errores de contabilidad “básicos”, es decir, que la contabilidad carecería de validez para interpretar nada, porque una cosa es “jugar con las reglas a tu favor” y otra bien distinta es que los elementos más básicos carezcan de valor.
Esto no es todo, ya que se dice que las auditoras de estas SOEs eran en su mayoría las “Big four”, esto es, PwC, Deloitte, E&Y y KPMG. Así que si quedaba algún atisbo de esperanza en que las firmas internacionales pudiesen dar algo de validez a la contabilidad china, parece que lentamente se está muriendo. Habrá que saber hasta donde están dispuestas a llegar las auditoras por consolidarse en un mercado tan goloso como el chino, teniendo en cuenta que su negocio se basa en la confianza y que ésta tiene un punto de no retorno. ¿Hasta qué punto el mercado chino puede poner en riesgo su reputación a nivel mundial?
Recordemos que hace menos de dos meses el Finance Ministry publicó nuevas reglas para estas auditoras, obligando a que sus socios sean de nacionalidad china en una proporción superior al 60% en agosto, y en un 80% a partir del año 2017. Parece que el camino marcado por las autoridades no es hacia una mayor independencia sino todo lo contrario…  Claro que en el otro lado de la balanza están unos ingresos por auditar de 1.500 millones de dólares en 2010 según CICPA, eso a pesar de perder cuota de mercado en los últimos años.
¿Más? Por supuesto, como dije esto es un “tsunami”. Entre las malas prácticas detectadas está la financiación por parte de los principales bancos a LGFVs, vehículos de las autoridades locales para llevar a cabo el reciente estímulo en infraestructuras, de forma irregular. A lo que se une que la semana pasada se han encontrado errores contables, apropiación indebida de capitales, gestión y supervisión deficientes en estos mismos vehículos… financiación que además de los principales bancos venía también de organismos internacionales como el Banco Mundial, Naciones Unidas, entre otros.
La semana pasada se ha acusado también a una de las mayores constructoras cotizadas del país de alterar su contabilidad, se trata de EvergrandePueden leer el dossier completo aquí pero se dice que la empresa es insolvente y que su “equity” es negativo en 36 mil millones de yuanes, además de acusarles de sobornos a las autoridades locales, de montar un esquema “ponzi”… la empresa ha negado los hechos, pero viendo los antecedentes me temo que no bastará con eso. ¡Y estamos ante una de las principales constructoras del país!
En otras palabras, bancos, empresas, autoridades locales, vehículos varios… ¿hay alguien limpio en China? Eso se plantea un artículo con gran repercusión en internet (gracias a Daniel Lacalle por hacérmelo llegar) escrito por "Bronte Capital" y llamado The Macroeconomics of Chinese Kleptocracy. ¿Exageración? Esperen a la hipótesis.  Según el autor las altas tasas de ahorro y las limitadas opciones de inversión provocan que los bancos estatales disfruten de ingentes cantidades de dinero por el que pagan un interés irrisorio, un tipo de interés que está intervenido haciendo imposible la competencia y que junto con la inflación se convierte en un tipo de interés real negativo.
Esto es, los bancos en China no solo se financian gratis, los ciudadanos pagan indirectamente enormes cantidades por depositar su dinero. ¿Quién se beneficia de ello? Pues los principales receptores de los fondos son a su vez otras empresas públicas, SOEs, quienes disfrutan de una financiación privilegiada lo que dificulta enormemente que pierdan dinero, pues la rentabilidad de sus activos siempre va a ser superior al coste de financiación. Pueden ser enormemente torpes, invertir en proyectos más que dudosos que con una financiación con intereses reales negativos las cosas salen adelante. En otras palabras, son los ciudadanos chinos quienes a través de la represión financiera están sosteniendo a un Estado hipertrofiado que lo domina todo.
Este esquema tiene un grave problema, y es que cuando la economía se frena la inflación deja de situarse en niveles altos y los intereses reales negativos desaparecen. Si los bancos dejan de financiarse en condiciones ventajosas, las SOEs también, por lo que sus negocios, que financiados a tipos de interés reales negativos eran rentables, pasan a ser una ruinaEn mayo los beneficios de las SOEs cayeron un -11%. Según el autor esto no solo será un problema para los negocios, también para los bancos y en última instancia si la inflación no repunta puede provocar la “caída del establisment”.
Pero esto no se acaba aquí, hay más, en China siempre hay más. Este viernes el NYT publicaba que las autoridades locales y provinciales estarían falsificando sus estadísticas para ocultar la verdadera magnitud del frenazo que está viviendo la economía sobreestimando el crecimiento en 1-2 puntos. Esto afectaría incluso a los datos de producción eléctrica que a priori serían los menos manipulables, se dice que en provincias como Shandong o Jiansu el consumo eléctrico habría caído más de un 10% interanualmente. Aunque estos datos han sido negados, según fuentes del NYT las autoridades centrales ya estarían investigando al respecto.
Los debates ahora se centran sobre qué magnitud tendrá el próximo estímulo de Beijing para evitar la caída que estamos viendo en el PIB, ¿pero puede funcionar dicho estímulo? El anterior funcionó solo temporalmente y el siguiente difícilmente tendrá mayor suerte, pues lo necesario son profundas reformas estructurales que tardan años en funcionar. No es extraño que las perspectivas de crecimiento sigan cayendo, incluso fuentes próximas al gobierno hablan de cifras inferiores al 7% para el segundo trimestre. ¿Habrá rebote en el segundo semestre? Beijing no se quedará de brazos cruzados, pero haga lo que haga sabe que será ficción, la realidad es que las cifras vuelven a preocupar como lo hacían en 2008.
Cuando baja la marea se ve quien nada desnudo, y en este caso las guerras internas de las autoridades chinas están sacando a la luz el verdadero funcionamiento del país, el verdadero funcionamiento de un país corrupto. Corrupción es un techo de cristal puesto al progreso, corrupción es igual a menor confianza y corrupción es menor meritocracia. ¿Puede un país vivir con ese lastre a sus espaldas? Quienes creen que sí son, precisamente, quienes acaban siendo sus víctimas."


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