Luís I. Gómez muestra una de esas verdades dolorosas y antipáticas de escuchar, y que muestra a las claras el negativo devenir de la sociedad, corrompida por el poder creciente de los gobiernos, y que tan bien explicara F. Hayek en su segundo volumen de "Derecho, Legislación y Libertad".
Artículo de Desde el Exilio:
¿Cuánto tiempo puede mantenerse un estado del saqueo de sus arcas – y de las ajenas – para asegurar el reparto de regalos políticos a sus votantes mayoritaros?
La expansión del Estado de bienestar se puede explicar en buena parte viendo el funcionamiento de nuestras democracias. Los politicos se esfuerzan porsuperarse a sí mismos y a sus opositores a base de repartir cuantas más y mejores prebendas financiadas con nuestros impuestos, mientras que nosotros nos lanzamos voraces a dar nuestro voto al candidato que más de esas prebendas milagrosas nos ofrezca. Se genera un efecto de retroalimentacióndemocrática, lo que asegura que la clase política pueda utilizar el proceso decompra de votos aumentando cada vez más el número de prebendas, al tiempo que genera entre los votantes una cada vez mayor avidez por las prebendas demandadas, incluso por las inventadas de novo.
La minoría de contribuyentes netos no tiene posibilidades políticas para enfrentarse democráticamente al creciente bloque de votantes receptores netos de la redistribuciónestatal. Una vez que la mayoría de beneficiarios le ha cogido el gusto a las políticas llamadas sociales,votarán por una expansión del estado de bienestar sea como sea, aunque su financiación sea absolutamente imposible, incluso ilegal.
El estado de bienestar, condenado a un gasto enorme, debe ser financiadomediante fuertes y altos impuestos. Para el empresario, los elevados costes sociales e impositivos aumentan los costos de la mano de obra y, por lo tanto,ven como muchos puestos de trabajo son poco o nada rentables. Para los trabajadores efectivos que pagan impuestos, la carga tributaria es tan alta y los sueldos netos tan bajos que llega un momento en que no vale la pena seguir trabajando: es preferible cobrar “el paro”. Las cargas sociales desenfrenadasparalizan la economía, ya que expulsan a los proveedores de servicios del sistema. Los inversores privados evitarán situar sus empresas en zonas de altos salarios brutos y altos impuestos, lo que reducirá la producción, la competitividad se desvanecerá y se perderán puestos de trabajo. A través de laspolíticas manirrotas sociales se reduce la eficiencia de todo el sistema económico, por lo que un país generará un producto nacional bruto más pequeño del que hubiese generado sin políticas de redistribución.
No olvidemos que el pastel que nos repartimos es fruto directo de la productividad.
No, imprimir dinero no significa generar riqueza. No, aumentar los gastos no significa generar riqueza.
“We have a system that increasingly taxes work and subsidizes nonwork.” MiltonFriedman
Venga, ahora nos toca a nosotros, que tenemos a Podemos … hasta que no podamos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario