viernes, 27 de noviembre de 2020

El escalofriante fin último de la ideología de género explicado por una de sus creadoras

Elentir expone el escalofriante fin último de la ideología de género explicado por una de sus creadoras. 

Artículo de Contando Estrelas: 







La ideología de género, surgida de la ultraizquierda y hoy muy extendida en la sociedad, es una fuente incesante de disparates. Pero ¿cuál es su meta final?

La diferencia entre el feminismo de equidad y el feminismo de género

En 2008 ya indiqué aquí la diferencia entre el feminismo de equidad y el feminismo de género. El primero buscaba, desde una perspectiva liberal, la igualdad de derechos y de oportunidades para las mujeres, un propósito muy loable y que ya se ha conseguido en los países occidentales. Sin embargo, el feminismo de género no tiene una perspectiva liberal, sino marxista. La primera en describir la verdadera naturaleza del feminismo de género fue la feminista Christina Hoff Sommers en su libro “¿Quién robó el feminismo?” (1994), en el que acuñó el término “ideología de género” para referirse a ese feminismo marxista. En 2016, en una entrevista publicada por El Mundo, lo definió así:

“Es una escuela de feminismo de línea dura que ve a las mujeres, incluso en Occidente, como cautivas de un sistema de injusticia y de opresión. Según esta teoría, cada logro humano en realidad lleva el sello del patriarcado: literatura, filosofía, ciencia, música o lenguaje. No es suficiente con cambiar leyes o tradiciones. El sistema entero tiene que ser desmantelado. El feminismo de género salió de la política radical de los 60 y estuvo marcado por la filosofía marxista y la de Marcuse, Frantz Fanon y Michel Foucault”.

Lo que escribió una de las fundadoras del feminismo de género

En mi artículo sobre el origen totalitario del feminismo de género expuse algunos de los escritos publicados en 1970 por una de sus creadoras y autoras más influyentes: la comunista canadiense Shulamith Firestone. Vimos entonces como esta fanática radical proponía abiertamente destruir “la familia biológica”, inspirada en el pensamiento de Karl Marx.

Creía que el comunismo fracasó por no haber destruido la familia

No obstante, en su libro “La dialéctica del sexo” (1970) Firestone no se detiene ahí. Para ella, la destrucción de la familia se enmarca en algo aún mayor. En la edición española del libro, publicada por Editorial Kairós en 1976, se puede leer lo siguiente en la página 265:

“El fracaso de la Revolución Rusa puede atribuirse directamente al fracaso de sus intentos de eliminación de la familia y de la represión sexual. Como ya hemos visto, este fracaso fue causado a su vez por las limitaciones de un análisis revolucionario cuajado de prejuicios masculinos y basado tan sólo en las clases económicas, sin tener plenamente en cuenta a la familia, ni siquiera en sus funciones como unidad económica. De ahí que todas las revoluciones socialistas habidas hasta la fecha han sido o serán fracasos absolutos por distintas razones. Toda liberación inicial emprendida bajo el socialismo que conocemos, deberá revertir siempre en la opresión, debido a que la estructura familiar es la fuente de la opresión psicológica, económica y política”.

Es decir, que los motivos por los que Firestone pretendía destruir la familia no sólo tenían una supuesta relación con un propósito de liberar a las mujeres: lo que pretendía en realidad era el triunfo del comunismo destruyendo la familia, que es el más sólido dique social frente a los experimentos totalitarios. Para ella, el comunismo había fracasado en Rusia no porque hubiese sido muy totalitario, sino porque había dado marcha atrás en sus planes más totalitarios.

Proponía abolir la infancia y normalizar el incesto y la pedofilia

En la página 298 del libro, Firestone propone la abolición del “concepto de infancia”, desligándolo de toda relación con sus padres biológicos, y señalaba que “aunque los niños serán más escasos en número, no se verán monopolizados, sino que se repartirán libremente por toda la sociedad en beneficio de todos”.

Lo que nos topamos en la página 299 es la consecuencia que Firestone saca de esa sociedad totalitaria: la normalización de la pedofilia y el incesto: “si el niño escogiera la relación sexual con los adultos, aun en el caso de que escogiera a su propia madre genética, no existirían razones a priori para que ésta rechazara sus insinuaciones sexuales, puesto que el tabú del incesto habría perdido su función”.

En la página 300 repite sin rodeos su propósito de normalizar la pedofilia (algo que también defendió otra de las ideólogas del feminismo de género, Simone de Beauvoir): “Las relaciones con los niños incluirían la cantidad de sexualidad genital de que el niño fuera capaz -probablemente bastante más de lo que creemos en la actualidad-, pero al no ser ya el aspecto genital del sexo el foco central de la relación, la falta de orgasmo no supondría un problema grave. Los tabús sexuales adulto/niño y homosexuales desaparecerían”.

Una ideología que ha acabado asumiendo incluso la derecha acomplejada

Después de leer esas aberraciones, escritas por una mujer que sufrió esquizofrenia durante décadas, es escalofriante darse cuenta de la enorme influencia que ha alcanzado la ideología de género formulada por Firestone en nuestra sociedad, hasta el punto de que ya no sólo es un conjunto de majaderías defendidas desde la extrema izquierda, sino también por el resto del mapa político. Incluso la derecha más acomplejada ha acabado asumiendo sin rechistar esos disparates, arremetiendo con dureza contra los que aún nos oponemos a ellos.

Ya no pueden decir que un grupo de “ultraderechistas” exagerados intentan vincular a la ideología de género con la promoción de la pedofilia y de una sociedad totalitaria, pues una de las propias fundadoras de esa ideología lo exponía sin tapujos. La pregunta que debemos hacernos ahora es: ¿sabiendo esto están dispuestos a seguir siendo cómplices de esa ideología creada para empujarnos a una sociedad totalitaria, comunista y pedófila?

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