sábado, 21 de noviembre de 2020

La 'ley Celaá' permite perseguir el castellano en el patio, el comedor y las extraescolares

Laura Fabregás muestra la nueva cesión del Gobierno (PSOE y Unidas Podemos) a los independentistas a través de la Ley Celaá en otra variable que se está pasando por alto y que va a servir, como lo defiende Plataforma per la Llengua (la ONG catalana independentista), para perseguir el castellano en el patio, el comedor o las extraescolares, por los motivos expuestos en el artículo. 

Artículo de Voz Pópuli: 

El Congreso ha aprobado este jueves el dictamen final de la la reforma educativa, conocida como ley Celaá, con los votos de la mayoría de investidura. La polémica enmienda para suprimir el castellano como lengua vehicular de las escuelas de las regiones con lenguas cooficiales ha protagonizado el debate. Sin embargo, su tercer punto ha pasado inadvertido y abre la puerta a fiscalizar el uso del catalán en todos los ámbitos educativos, como son “el patio, el comedor o las actividades extraescolares”.

Así lo defiende Plataforma per la Llengua, en conversación con Vozpópuli. La autodenominada ‘ONG del catalán’ fue quien propuso a ERC la polémica enmienda que finalmente ha salido adelante con los votos de PSOE y Unidas Podemos y que, explican, permitirá por primera vez “intervenir” en todos los espacios de la comunidad educativa -más allá de las aulas- donde los alumnos suelen expresarse libremente en otras lenguas, como es el castellano.

El punto tres de la disposición adicional 38 esgrime que se impulsará la adopción "por parte de los centros" de las “medidas necesarias para compensar las carencias que pudieran existir en cualquiera de las lenguas”. Y, según la entidad, “representa una novedad respecto a la normativa aprobada por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero” al incluir que las administraciones educativas -en el caso de Cataluña, el Ejecutivo catalán- puedan impulsar “instrumentos de control, evaluación y mejora que permitan garantizar la competencia comunicativa en las distintas lenguas cooficiales”. En consecuencia, instan al Govern a "impulsar políticas educativas" de "expresión oral" fuera de las clases regladas.

Punto 3 de la disposición adicional 38
Punto 3 de la disposición adicional 38 VP

Aunque la ley es lo suficientemente ambigua para incluir todas las lenguas con carencias, en la práctica se traducirá en reforzar únicamente el idioma que se presupone débil. En el caso de Cataluña, el catalán. Al menos así lo han interpretado los propios impulsores de la enmienda.

El Ministerio de Educación, por su parte, no concreta si estas "medidas" para "compensar las carencias" podrán abarcar el recreo de los niños, entre otros. "No hacemos comentarios sobre interpretaciones", se limitan a contestar a instancias de este medio.

La entidad ha enviado este jueves un comunicado en el que se congratulan de este tercer punto porque permite “introducir programas de inmersión lingüística que no se limiten a la lengua catalana como lengua vehicular de las clases”, sino que también los alumnos dispongan de “ambientes reales de práctica de la oralidad de la lengua catalana”. “Estos elementos se pueden trabajar si, además de las horas estrictamente lectivas, se dinamizan actividades en catalán en espacios que forman parte del proceso educativo de los alumnos”. Y, entre estos espacios, enumeran “el patio, el comedor y las actividades extraescolares”.

Comunicado 'Plataforma per la Llengua'
Comunicado 'Plataforma per la Llengua' VP

Estas medidas podrían extenderse a las Islas Baleares y Valencia, explican desde Plataforma per la Llengua. Desde su óptica se trata de un plan para fomentar la “normalización” del catalán en todo el espacio educativo, pero las asociaciones a favor del bilingüismo sostienen que abre la puerta a “perseguir el castellano” en los momentos de recreo cuando muchos alumnos usan esta lengua libremente para comunicarse.

Visión catastrofista del catalán

La entidad elaboró en 2019 un informe, titulado ‘Estudio sociolingüístico en los patios de las escuelas e institutos de las zonas urbanas de Barcelona’, que suscitó la controversia al considerar que se había espiado a los alumnos en sus horas de recreo. La entidad infiltró observadores en escuelas públicas y concertadas sin comunicarlo a los alumnos con el fin de evitar distorsiones en el resultado.

Las conclusiones de ese informe revelaron, a su juicio, una situación catastrófica del catalán, en especial en esas zonas de mayor presión migratoria. Los resultados llamaron la atención de TV3, que hizo un reportaje con los datos del estudio y aseguraban que “el catalán había perdido la partida en los patios de los colegios”.

Durante la presentación del informe, el presidente, Óscar Escuder, hizo lo que, con la perspectiva del tiempo, se ve como una declaración de intenciones al afirmar que “el estado de la lengua requiere que nos activemos desde todos los frentes posibles".

Uno de esos frentes ha sido convencer al Gobierno de coalición, a través de ERC, de aprobar esta enmienda que puede tener efectos indeseados como que, en nombre del catalán, se persiga el castellano en recreos, comedores y extraescolares.

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