viernes, 15 de enero de 2021

7 predicciones de Demolition Man que se están convirtiendo en realidad

Ignacio M. García Medina analiza las 7 predicciones de la célebre película Demolition Man que se están convirtiendo en realidad (para nuestra desgracia). 

Artículo de El American: 



Demolition Man (El demoledor en Hispanoamérica) es una película de acción y ciencia ficción estrenada en 1993 y ambientada en el año 2032 en Los Ángeles. Estuvo protagonizada por un ya consagrado Sylvester Stallone; Sandra Bullock, en uno de sus primeros papeles importantes, quien después se convertiría en “la novia de América” en los noventa; y por Wesley Snipes, antes de alcanzar el estrellato con Blade y de su condena a tres años de prisión por evasión de impuestos.

Demolition Man se inspiró libremente en la influyente novela de Aldous Huxley, Un Mundo Feliz – de hecho el personaje de Sandra Bullock se apellida Huxley y se llama Lenina, como la protagonista de la novela- y, aunque sólo toma algunas ideas generales de la distopía de Huxley, comparte con esta obra su carácter premonitorio.

La trama de la película consiste en que en 1996, John Spartan (Sylvester Stallone) es un policía osado y enérgico que, tratando de detener a un peligroso asesino sociópata llamado Simon (Wesley Snipes), se ve involucrado en la muerte de rehenes debido a sus métodos poco ortodoxos. 

Tanto Simon como Spartan son castigados con una condena novedosa y experimental, la denominada crioprisión, mediante la cual se congela a los criminales en una especie de hibernación donde un programa informático los va reeducando para su futura reinserción.

36 años después de la sentencia, en 2032, Simon es despertado para la evaluación de su libertad condicional, cosa que aprovecha para matar al director de la prisión y escapar, sembrando el caos en la futurista ciudad de Los Ángeles. En este nuevo mundo las cosas son muy diferentes y los policías no están entrenados para usar la violencia, ya que el crimen ha sido erradicado gracias al férreo control genético y la programación educativa inventada por el nuevo alcalde, el Doctor Cocteau.

Ante la incapacidad manifiesta de la blanda policía del futuro, deciden reanimar de su letargo criogénico a John Spartan, para que ayude a la policía a detener a Simon. A Spartan le asignan la compañía de la teniente Lenina Huxley, una joven policía fanática de todo lo relacionado con el siglo XX.

Durante su misión, Lenina ayuda a Spartan a intentar entender el funcionamiento de esta extraña nueva sociedad, y a su vez Spartan la ayuda a ella a descubrir cómo era en realidad el siglo XX, ya que tenía una imagen totalmente distorsionada del mismo.

Junto a Spartan, descubrimos que este aparente mundo feliz y pacífico es en realidad una pesadilla distópica de control gubernamental, que esconde sus miserias en las alcantarillas, donde se encuentran los revolucionarios liderados por Edgar Friendly, que no son más que los inadaptados a este nuevo régimen. A diferencia de en la superficie, allí no existen las prohibiciones y restricciones del nuevo mundo, y si bien hay violencia y miseria, siguen existiendo la libertad, las emociones y los sentimientos, totalmente proscritos por el Dr. Cocteau.

Al final, con la ayuda de Spartan, no sólo derrotan al criminal Simon, sino que se descubre que éste fue reactivado por el propio Cocteau para destruir a la resistencia de las alcantarillas, que amenazaba con derrocar a la tiranía de Cocteau, disfrazada de falsa paz y armonía.

Muchas de las situaciones que Demolition Man planteaba en 1993 y entonces parecían ridículas, a día de hoy, a falta de 11 años para la fecha de 2032 en la que se desarrolla la película, ya no parecen tan descabelladas y pueden incluso considerarse premonitorias.

Demolition Man y la alimentación

En el nuevo Los Ángeles sólo está permitido un único restaurante y marca de comida, Taco Bell. Aunque en el futuro toda la comida que sirven es de origen vegetal, siendo el veganismo obligatorio, están prohibidos el alcohol, la cafeína, la carne, los picantes, los alimentos poco saludables en general, la sal y el tabaco.

A los totalitarios como Cocteau les encanta que todo el mundo tenga que ajustarse a sus particulares gustos. No tienen suficiente con no consumir lo que no les agrada, sienten la pulsión de prohibirlo a todos los demás, en nombre del manido “es por tu propio bien” y con el aval de “los científicos” ¿Les suena de algo

Demolition Man y la censura

Los insultos están prohibidos. Cualquier palabrota o expresión mínimamente ofensiva supone una infracción del “estatuto de moralidad verbal”, siendo el infractor sancionado con una multa que expiden unas máquinas omnipresentes que todo lo vigilan. La libertad de expresión es inexistente. Parece como si estas máquinas se hubieran programado con el código fuente de los actuales algoritmos de Facebook y Twitter.

La neolengua y los eufemismos mantienen a la sociedad infantilizada, todo es potencialmente ofensivo y ha de suavizarse. Al homicidio se le llama “terminación no sancionada de vida”, las canciones están prohibidas y sólo se escuchan jingles publicitarios que no hagan referencia al amor, al odio, a la pasión o la tristeza.

Demolition Man y la violencia

Las armas están prohibidas, sólo existen en los museos. La policía es diplomática y no conoce la agresividad, parece que se tomaron el “defund the police” muy en serio. La sociedad es completamente dócil y obedece sin rechistar los designios del megalómano Cocteau. Tampoco es que tengan los medios para defenderse o rebelarse. Las crioprisiones son campos de reeducación y, curiosamente, se le iba a conceder antes la libertad condicional a un despiadado criminal como Simon que al heroico policía John Spartan.

Demolition Man y los ataques de falsa bandera

La tiranía de Cocteau es una dictadura sin lágrimas. Tras una afable sonrisa y una falsa paz, la gente se ha rendido al control totalitario de Cocteau, después de un período de anarquía y saqueos que él mismo promovió desde las sombras. Ahora quiere terminar de laminar a los opositores liderados por Friendly, usando a Simon para un nuevo ataque de falsa bandera con el que consolidar aún más su poder.

Demolition Man y las enfermedades

El contacto físico está prohibido para evitar el contagio de enfermedades. El distanciamiento social es su nueva normalidad. Incluso el sexo tradicional está prohibido y olvidado, habiendo sido sustituido por la tecnología “Vir-Sex”, unos cascos de realidad virtual con los que emular el placer. La natalidad está totalmente controlada y planificada. Por un lado está prohibido el aborto, pero por el otro, para tener un hijo por reproducción artificial debes tener una licencia.

Demolition Man y la carrera política de Schwarzenegger

En el Los Ángeles del futuro, Arnold Schwarzenegger fue presidente de los Estados Unidos. Casi aciertan porque fue gobernador de California. En la película se cuenta que se cambió la Constitución para que pudiera ser presidente un extranjero.

Demolition Man y las tres caracolas

Por último predijeron la fascinación por el papel higiénico en momentos de crisis. En el futuro ha sido sustituido por tres caracolas.

Es muy recomendable volver a ver esta película pasados casi 30 años desde su estreno. Sus predicciones han tomado una nueva dimensión y parece que casi todas se están volviendo realidad. Lo triste para los amantes de la libertad es que la única que no parece estarlo haciendo es la de las tres caracolas, con lo que su funcionamiento seguirá siendo un misterio.

demolition man
Sylvester Stallone es John Spartan en Demolition Man (YouTube)

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