Carlos Rodríguez Braun analiza dos noticias leídas en El País, una sobre Podemos, el salario mínimo y el "progresismo" y otra sobre Antonio Banderas y sus declaraciones en su estreno como productor en España (ideas que sí serían progresistas de verdad).
Una es: "Podemos presiona a Sánchez para subir el salario mínimo en 2021".
Declaró la ministra Yolanda Díaz: “No sería entendido por qué revalorizamos las pensiones y por qué revalorizamos los salarios de empleados públicos al 0,9% y por qué dejamos a los asalariados que más lo necesitan con una pérdida de poder adquisitivo. Nadie entendería que lo hiciéramos en un Gobierno progresista”.
Pero aumentar el gasto público, es decir, los impuestos que pagan las trabajadoras, no es evidente que sea progresista. Tampoco es necesariamente progresista subir el salario mínimo por encima de la productividad, porque eso fomenta el paro juvenil, del que España ostenta un triste récord.
La otra noticia es que Antonio Banderas, que se estrena como productor de televisión, dijo: “Yo aquí estoy perdiendo dinero pero quiero que sea un servicio público”. Impresionado por el papel del sector privado en la cultura de Estados Unidos, contó: "Entras a la ópera de San Francisco y lo primero que ves es una placa de mármol con un montón de nombres escritos en oro. ¿Quiénes son? Pues las familias que pagan para que haya un teatro de ópera. Ese modelo a mí me interesaba. ¿Esto se puede hacer en España? ¿Es posible?”.
Y añadió sobre su iniciativa: "Es fundamental no depender de nadie, depender solo de nuestras propias ideas. Si nos estrellamos, nos estrellamos nosotros”.
Cuando el Estado se estrella, naturalmente, se estrella #UstedSeñora
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