Daniel Lacalle muestra los problemas crecientes del "precipicio fiscal" americano (extensible a Japón y Reino Unido) y las graves repercusiones de sus políticas expansivas y de QE, que lejos de resolver los problemas, los siguen aumentando exponencialmente.
La desfachatez de las políticas de gasto que se están llevando a cabo es brutal, y siguen degenerando.
Artículo de El Confidencial:
"Our country is headed toward a 'fiscal cliff.' The bad news: We elected a guy whose campaign slogan was 'Forward' - Jay Leno
Uno de los incentivos perversos que siempre comentamos en esta columna es el de la patada hacia delante. Se relajan los objetivos de deuda, o de déficit, se aplica expansión monetaria, se reducen los tipos de interés y ¿qué pasa? Se saltan todos los límites y se acelera el proceso de endeudamiento. Como fórmula mágica de solución de la crisis de balance desde luego funciona que es un primor. El Gobierno gasta más, la deuda sigue disparándose y usted recibe los impuestos. Gracias por su dinero. Fíjense en el Reino Unido, Japón y Estados Unidos. La represión financiera sólo ha incentivado más el endeudamiento.
El mantra repetido una y otra vez de "no es el momento", "hay que relajar", "lo importante es crecer", simplemente no funciona. No es una cuestión de crecimiento. Ya lo comentábamos hace dos semanas. En los últimos cinco años, los países del G-7 para generar un dólar de crecimiento se han 'gastado' 18 dólares.
Y como era previsible, cuando se negoció el precipicio fiscal americano a finales de 2012, solo era cuestión de tiempo hasta que se superase el techo de deuda. Efectivamente, en octubre Estados Unidos vuelve a sobrepasar dicho límite. La situación es tan perversa que la máquina de gasto estatal simplemente se acelera como el coche de Thelma y Louise cuando se le permite. En menos de cuatro meses en 2013, la administración Obama ha añadido 300.000 millones de dólares de deuda al sistema. Eso tras aumentar impuestos y aprobar unos recortes mínimos que, por supuesto, no se han cumplido. Y ahora, al llegar al límite, el presidente Obama tiene la desfachatez de declarar que "no va a permitir un chantaje". Es una táctica magnifica. Primero acelerar al máximo el gasto, sobrepasar los límites, a pesar de que la economía crece y los ingresos fiscales ayudan, y pedir… más gasto.
Desde el año 2001, el techo de deuda en Estados Unidos se ha 'levantado' 13 veces, lo que ha supuesto una acumulación de deuda adicional de 10,4 billones de dólares.
Los principales errores que suelo leer sobre el techo de deuda en EEUU son:
- Estados Unidos no va a hacer impago porque puede imprimir toda la moneda que quiera. Sin embargo, en 1979 ya retrasó pagos de deuda por 122 millones y las negociaciones en 2011 del techo de deuda culminaron el cinco de agosto con la perdida de la calificación máxima de 'AAA' de Standard & Poor’s. Por supuesto que Estados Unidos lleva a cabo una expansión monetaria (Quantitative Easing, QE) salvaje que le permite seguir manteniendo la apariencia de normalidad, pero hasta el propio Richard Koo en su informe US faces QE "trap" (Estados Unidos se encuentra en la trampa de QE), "el circulo vicioso de subidas de tipos y debilidad económica ya ha empezado". "Ningún país ha inyectado tanta liquidez y sobrevivido". La trampa de la 'solución mágica' de expandir la base monetaria es simplemente imposible pararla sin consecuencias muy negativas, porque la deuda se ha disparado y la economía no mejora.
- Todo es postureo, el techo de deuda se levanta y todo seguirá de manera normal. Desde 1976 se han dado diecisiete parones (shutdowns) donde el gobierno federal no puede llevar a cabo nuevos gastos. En 1995-96 el 'parón' en la administración Clinton duró 21 días. La administración Obama alcanzó el techo de deuda en mayo de 2013 tras un aumento sin precedentes del gasto desde febrero. Los incentivos perversos que comentábamos. Dale un cheque al gobierno y se lo gasta. En este caso se ha conseguido mantener dentro del 'techo' con "medidas extraordinarias" aprobadas puntualmente, pero el 17 de octubre se llevará a cabo el 'parón', bien merecido después de traspasar todos los excesos de aumento de gasto en los seis primeros meses. Esta vez no va a ser fácil que los republicanos acepten otra vuelta de tuerca que lleva a otro precipicio en mayo de 2014, siempre por circunstancias “extraordinarias”.
- Es un ataque injustificado de los republicanos. La administración Obama quiere gastar 1,1 billones de dólares en gastos “discrecionales” en 2014. Discrecionales. Un billón cien mil millones. El máximo admitido actualmente es un diez por ciento inferior. Por lo tanto, no se trata de un desastre monstruoso que deja a las familias desasistidas y el estado sin recursos. Es simplemente una cuestión de moderación presupuestaria y retrasar un plan de seguridad social, Obamacare, que genera aún más dudas y preocupación por su coste y mala implementación que el sistema Medicare.
- El coste de un 'parón' es irrelevante. El de 1995-1996 está estimado en unos 2.000 millones de dólares de hoy en día. En 2014 podría suponer 35.000 millones.
El problema del techo de deuda en Estados Unidos no va a ser el mismo ahora que los tipos de interés están subiendo, la Fed ha tenido que revisar a la baja el crecimiento de la economía y el riesgo de un nuevo precipicio fiscal en unos meses de nuevo. Por mucho que el Gobierno perciba bajo riesgo en seguir endeudándose, un déficit cercano a los 800.000 millones de dólares y una deuda de 101% de su PIB no se mejora con un crecimiento del 2 o 2,2%. Estados Unidos tiene que atajar inmediatamente su espiral de gasto.
Todos los aumentos de techos de deuda han venido acompañados después de más gasto y más déficit. La patada hacia delante ha funcionado mientras los tipos de interés bajaban. Ahora, el riesgo de mirar a otro lado y seguir gastando es demasiado alto, igual que ocurre en Reino Unido o Japón, los reyes de la impresora. El incentivo perverso de "no importa", termina por importar. Y mucho."
No hay comentarios:
Publicar un comentario