Efectivamente, en las próximas 2-4 semanas se van a dilucidar muchos hechos decisivos en la dirección de los mercados, a destacar tres de ellos (Sira, techo de deuda y reducción de la flexibilización cuantitativa.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
"Siria sigue siendo una situación caliente en referencia al mercado de acciones mundial. En un primer momento, el miedo se apoderó de los inversores provocando una fuerte caída del mercado de renta variable y un alza espectacular del petróleo y el oro. Pero ahora, de la noche a la mañana, tenemos una solución diplomática y los inversores están cerrando las posiciones abiertas por el miedo, al menos por el momento, ya que los gobiernos más importantes exploran la propuesta rusa para desarmar a Siria de sus armas químicas. Pero no crea que la tranquilidad será la tónica en las próximas semanas. Espere giros y vueltas de este drama en el corto plazo, dice John Nyaradi, analista de Wall Street Sector Selector.
“El 17 y el 18 de septiembre tendremos la tan esperada reunión de la Reserva Federal, la conferencia de prensa de Bernanke y el probable inicio del final de la flexibilización cuantitativa. Lo último que suena por Wall Street viene de la mano del columnista del Wall Street John Hilsenrath, que cree que la Fed adoptará una "dovish taper", es decir un recorte muy ligero del programa de compras de bonos que ahora es de 85.000 millones de dólares al mes”, dice Nyaradi.
“Los últimos rumores apuntan a una pequeña reducción en el programa de compra de bonos de la Fed por una suma de 10.000 millones dólares/mes, lo que reduciría el programa desde 85.000 millones hasta 75.000 millones de dólares y dejará opciones abiertas para movimientos futuros, dependiendo de la fortaleza de la economía y el empleo.
Es evidente que la Fed está nerviosa por el impacto del recorte de las compras de bonos, ya que los intentos anteriores fueron recibidos con caídas en los mercados bursátiles de Estados Unidos.
El gráfico siguiente muestra que después de la primera fase de expansión cuantitativa que terminó el 31 de marzo de 2010, el S&P 500 descendió desde 1.217 (23 abril 2010) hasta 1.022 (2 julio 2010).
Cuando la segunda fase de la expansión cuantitativa se completó el 30 de junio de 2011, el S&P 500 cayó desde 1339 a un mínimo de 1,123 (el 19 de agosto). El 27 de abril de 2012, antes de que se ampliara la operación Twist, el S&P comenzó a caer desde 1403 hasta 1.278 (el 1 de junio 2012).
La tercera y última fase de la flexibilización cuantitativa se inició el 13 de septiembre de 2012, cuando el S&P 500 estaba en 1459. Desde ese momento, el S&P ha subido hasta llegar a 1671, gracias a la inyección de liquidez de la Reserva Federal.
La pregunta clave es cuanto, si es algo, caerá el mercado de acciones cuando la Fed anuncie sus planes para recortar las compras de bonos.
Por último, otra batalla cercana será el techo de la deuda. El gobierno podría, potencialmente, quedarse sin dinero en algún momento entre mediados de octubre y mediados de diciembre, cuando las medidas de financiación extraordinarias alcancen sus límites.
La última batalla contra el techo de la deuda se produjo en el verano de 2011, y desde finales de julio a septiembre, el S&P 500 perdió más de un 15%, mientras el Congreso y la Casa Blanca discutían sobre un acuerdo. Y esta ronda de debate podría ser aún más hostil.
Los indicadores técnicos apuntan a una confusión general del mercado.
En este segundo gráfico, podemos ver cómo el S&P 500 ha marcado un suelo reciente después de que el trading del miedo finalizara repentinamente, y ahora el momentum y la fuerza relativa son más positivos. Sin embargo, nos encontramos con una resistencia significativa justo por delante y este límite debe ser superado antes poder confirmar la reanudación de la tendencia alcista.
Así que la situación actual considera que los factores fundamentales y técnicos se unen para crear una posible tormenta perfecta. Si todo va bien, es decir, Siria entrega sus armas, la Fed reduce sus compras de una manera testimonial y el Congreso y la Casa Blanca llegan a un acuerdo rápido sobre el debate del techo de la deuda, tendremos luz verde para el mercado de valores.
En el otro extremo del espectro, una acción militar en Siria, una reacción adversa al fin del dinero fácil de la Reserva Federal o un enfrentamiento entre el Congreso y la Casa Blanca sobre la iniciativa del techo de la deuda, nos dejaría una tormenta financiera en los mercados mundiales.
Dentro de dos a cuatro semanas, se podrán definir mejor los contornos y el impacto de la tormenta perfecta y es probable que siente las bases para un cambio significativo en el mercado en una dirección u otra.”"
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