domingo, 15 de septiembre de 2013

La falaz teoría de la explotación marxista. (Política, Economía. 1.973)

7 razones de porqué la teoría de la explotación marxista es falaz y está alejada de una razonada teoría de economía política.

Artículo del Instituto Ludwig Von Mises Ecuador:

"La piedra angular del sistema marxista es la propiedad estatal de los medios de producción. Dicen ellos que si eliminamos la propiedad privada de los medios de producción desaparece la “explotación” que los capitalistas infringen al empleado quitándole el valor que estos generan en las mercancías a vender. Ofrezco a manera de guía siete razones por las cuales está proposición es falaz y se la debe considerar más una posición sentimental que una razonada teoría de economía política.

1.    El trabajo asalariado es voluntario.- Los miles de millones de trabajadores asalariados a nivel mundial acuden día tras día a sus puestos de trabajo sin que alguien los coaccione todas las mañanas.  Justamente la ausencia de coacción y la remuneración monetaria es lo que separa el trabajo asalariado de la esclavitud, y hay que quedar claros que aún persisten prácticas esclavistas como la trata de personas pero sería tonto mezclar ambos ámbitos, tan tonto como mezclar relaciones íntimas consensuadas con las violaciones. El marxista de turno dirá que no es voluntario porque si no aceptas cualquier trabajo disponible mueres de hambre, es una afirmación que despierta curiosidad pero para reforzar que se necesita intensa competencia entre empleadores. Con esta inquietud vamos al punto dos a ver ese punto.

2.    A mayor capital invertido mejores condiciones laborales.- Había dicho en el punto anterior que la “explotación” no es tal porque el trabajador acepta sin coacción de terceros las condiciones laborales, pero existe la supuesta coacción de la realidad de recursos escasos que nos obliga a trabajar. Mientras no exista el paraíso terrenal hay que producir las cosas que se deben posteriormente consumir.

Pero atengámonos a la realidad, en los sitios donde existe más capital per cápita invertido las oportunidades laborales son mejores que donde se ha insistido en espantar cualquier capital. Un obrero en Suiza, Australia o los EEUU tiene a disposición mejores plazas de trabajo que sus pares en Bolivia, Albania o Zimbabue. ¿Qué hace la diferencia? En el primer grupo los empleadores compiten entre sí por atraer los trabajadores, en cambio en los segundos los trabajadores compiten entre ellos por los pocos puestos de trabajo decentes disponibles. El trabajo infantil, las largas jornadas laborales y horribles condiciones laborales son comunes en sociedades poco capitalizadas, en proceso de capitalización o altamente intervenidas por el Estado. La Inglaterra que retrataba Dickens es la Bangladesh de nuestros días, la idea es que el Bangladesh de mañana sea como la Inglaterra de hoy.

Pero basta ver como India, China, Vietnam han sacada a ciento de millones de sus habitantes de la extrema pobreza gracias al influjo de capitales exteriores para montar fábricas y  empresas. Para el marxista la película es al contrario, esos cientos de millones son aprovechados por las malvadas multinacionales por sus bajos salarios. Habría entonces que preguntar cómo vivía un chino antes de 1978 y si quisiera que esos capitales nunca llegaran a su país. La respuesta es obvia. Para profundizar en este punto favor ver aquí.



3.    Las herramientas y el plan de negocios son indispensables.- Dicen los marxistas que sin trabajadores no hay producto que los empresarios puedan vender, concluyen entonces que la producción es fruto completamente del trabajo del obrero. Esta es una visión miope, sin duda el empresario va a necesitar contratar personas para llevar a cabo un proyecto empresarial, pero lo que omiten los marxistas es que el capitalista provee al obrero de herramientas y un plan de negocios viable para que realice su trabajo. Sin estos dos ingredientes la producción tampoco fuera posible. En resumidas cuentas, trabajadores, herramientas, plan de negocios son indispensables para un producto exitoso. Para profundizar en este punto favor ver aquí.

4.    El valor del tiempo y el riesgo son importantes.- Hay dos factores positivos que el empresario resuelve para sus empleados al contratarlos, eso es válido mientras dura la relación laboral. Primero, estos reciben remuneraciones en el presente sobre productos a venderse en el futuro, y segundo les exime del riesgo de compartir las pérdidas en caso de que el proyecto empresarial fracase. La famosa plusvalía entonces sería el descuento que el empresario aplica a las remuneraciones de los trabajadores por adelantarles bienes presentes con cargo a bienes futuros, no hace falta indicar entonces que esa también es la única recompensa para el capitalista. Los marxistas al parecer quieren que el empresario que arriesgó sus ahorros y tiempo personal montando una empresa con alto riesgo de fracasar no tenga recompensa alguna.Hay que resaltar que en una economía altamente capitalizada los beneficios empresariales tienden a ser muy pequeños, pues la competencia por factores de producción, incluido el trabajo es más intensa. Para profundizar en este punto favor ver aquí.

En este punto vale la pena aclarar que hay que exceptuar las empresas que viven de sus conexiones al Estado, lo que conocemos como mercantilismo. En estas el factor riesgo se reduce grandemente al no tener que satisfacer preponderantemente a un mercado de gustos siempre cambiantes, sino a una caterva de empleados públicos y políticos por medio de coimas.

5.    Las pérdidas.- Asociado al riesgo empresarial están siempre las pérdidas contables que una empresa puede generar durante uno o varios ejercicios. En este caso el capitalista estaría asumiendo las pérdidas y no recibiría nada de la “plusvalía” extraída a sus empleados. Estos continuarían recibiendo el sueldo pactado en un inicio. La existencia de pérdidas contradice totalmente la mentada teoría del valor-trabajo, si el trabajo aplicado al objeto es lo que le da valor, ¿por qué entonces ciertos objetos y servicios no son valorados de forma que producen pérdida para sus productores?

Los marxistas dirán que el productor incurre en pérdidas porque no realiza “trabajo socialmente útil”. ¿Quién decide si es socialmente útil? Pues las preferencias subjetivas de los individuos en el mercado.

6.    La genialidad empresarial es escasa.- No todos las personas tienen una visión empresarial de largo alcance como Steve Jobs, Bill Gates, Henry Ford, John D. Rockefeller Sr. Y el porcentaje que está dispuestos a arriesgar su dinero y prestigio emprendiendo en total incertidumbre es minoritario. Las estadísticas de fracaso de nuevos emprendimientos es altísimo (Cerca 80% de las nuevas empresas cierra en un lapso de 5 años).

Todo avance tecnológico ha sido llevado a cabo por individuos específicos que tomaron lo que otros crearon antes de ellos y formaron algo nuevo y revolucionario, no es un proceso colectivo que está flotando en el aire. Negar el rol del empresario y su retribución es común en sociedades atrasadas y pobres. El principal incentivo institucional que necesita un empresario para funcionar y florecer es la protección y disfrute de su propiedad privada.

7.    El trabajo cooperativo y autónomo está disponible.- Aún si los puntos anteriores son desechados por el marxista queda abierta la puerta de practicar lo que predican. En ninguna parte del mundo el trabajo cooperativo y autónomo está prohibido, y si este es entorpecido es por los gobiernos y sus intereses creados. Como había indicado en el punto anterior la razón por la cual la preferencia demostrada de trabajadores es a tener un trabajo asalariado sobre el cooperativo reside en dos: la preferencia temporal, prefieren tener el sueldo ahora y no esperar a que el producto se venda y la segunda la aversión al riesgo, prefieren tener ingresos menores en vez de arriesgar los ahorros familiares en una aventura empresarial que puede o no fracasar.

Dicho esto, no se puede descartar la formación de una cooperativa exitosa, donde cada uno de sus miembros es dueño de los factores de producción y a su vez recibe íntegramente los ingresos que generan la venta de sus productos. Pero es muy fácil demostrar que una cooperativa rara vez alcanza el éxito de una empresa organizada de forma jerárquica, donde a diferencia de la cooperativa hay desigualdad de aportes y por ende el que más aporta tiene más poder de decisión. ¿Alguien puede nombrar una cooperativa que haya logrado meter su marca en la mente de los consumidores?

Conclusión

Si los marxistas, que tanto dicen defender al obrero, tuvieran alguna conciencia de la realidad deberían estar pidiendo a gritos no solo que exista más capitalismo sino que a este se le libre de las regulaciones y pesados impuestos que obran como barreras a la creación de puestos de trabajo y mejoras salariales. Un verdadero slogan pro-obrero entonces sería “Fin del impuesto a la renta YA”
Resulta irónico entonces que a mayor nivel de capitalismo se cumpla justamente el objetivo de los que desean verlo destruido: aumentar el nivel de vida de los obreros. La alternativa según dicen los enemigos de la libertad es pasar a una mal llamada dictadura del proletariado, donde los proletarios serán los últimos en tomar las decisiones.

A todo esto si se debe hacer una distinción, tal como existen individuos despreciables en toda actividad humana, existen empresarios que tratan mal a sus empleados e incumplen los contratos, otros que usan la violencia estatal para por medio de regulaciones, aranceles o prohibiciones hacerse de un mercado cautivo para sus mercaderías. Pero ninguna de estas razones justificaría llevarse por delante todo el sistema de empresa privada que a partir de la Revolución Industrial ha sacado a miles de millones de la pobreza y ha mejorado nuestra vida con infinidad de bienes y servicios."



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