Pero no pasa nada. Y es que el dinero, (sobre todo si es de otros), está para gastarlo (especialmente en uno mismo). Hoy por ti, mañana por mí. Yo te invito y de lleno los bolsillos a subvenciones (y si no tenéis suficiente, pues a cometer irregularidades sin fin para incrementar los ingresos, siempre con el dinero del contribuyente), y vosotros me reís las gracias y me dais vuestro apoyo haciendo campaña a diario.
¿Qué la ley deja muy claro que eso no está sujeto a subvención? ¿Eso qué más da? Es por nuestro bien...
Artículo de ABC:
"Presidencia de la Diputación de Lugo cargó dos facturas a las arcas provinciales bajo el epígrafe de gastos derivados de la organización de congresos de la UGT, sindicato afín al partido del que su titular es secretario general en Galicia. En dos decretos, fechados el primero el 19 de diciembre y el segundo el día 30, a los que ha tenido acceso ABC, el departamento del socialista José Ramón Gómez Besteiro reconoce el importe emitido por el Hotel Torre de Núñez y autoriza el pago por un total de 7.338,97 euros.
La partida se corresponde con el festín que 150 miembros de UGT Costa Lucense se dieron durante su último congreso. A 25 euros el cubierto, la factura ascendió a 3.750,45 euros; a los que hay que sumar los 3.588,52 euros de coste que supuso la comida de 138 sindicalistas en la cita del 29 de noviembre de FSP-UGT Lugo.
Una subvención difícilmente justificable, según las fuentes consultadas, cuyo reconocimiento, liquidación y orden de pago tiene su origen en una resolución del 21 de noviembre, 8 días antes. Se trata de una autorización genérica del Gabinete de Presidencia de la Diputación provincial por un concepto indeterminado. Literalmente figuran «gastos de cooperación o auxilio de administraciones públicas, así como asociaciones calificadas sin ánimo de lucro, del sector terciario y otros». El importe es de 18.000 euros (IVA incluido), quedando la casilla del adjudicatario en blanco.
La ley 38/2003, de 17 de noviembre, por la que se regula el régimen jurídico general de las subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas es muy clara al respecto, y en ningún caso contempla el supuesto descrito en la ayuda otorgada.
En su artículo 22 establece que el procedimiento ordinario de concesión de subvenciones se tramitará en régimen de concurrencia competitiva. A estos efectos se determina que tendrán esa consideración el procedimiento mediante el cual la concesión de las subvenciones se realiza por comparación de las solicitudes; a fin de establecer una relación entre las mismas y en base a una serie de criterios previamente fijados —en las bases reguladoras y en la convocatoria—, y adjudicar, con el límite fijado en la convocatoria dentro del crédito disponible, aquellas que hayan obtenido mayor valoración en aplicación de los citados requisitos.
Y pese a que la normativa define casos en los que pueden otorgarse de forma directa, tampoco se cumplen. Ni la subvención está prevista nominativa en los presupuestos, ni viene impuesta por la administración o por una norma de rango legal. Tampoco acredita interés público, social, económico o humanitario, u otras debidamente justificadas que dificulten su convocatoria pública.
Paralelismos con Andalucía
No es la primera vez que el sindicato salta a la palestra por costear con subvenciones gastos en comidas. En chiringuitos de verano o restaurantes de postín. El jamón ibérico, el foie, la merluza o el solomillo, son algunas de las delicias gastronómicas que no faltaban en el menú de los sindicalistas de UGT Andalucía, asiduos a las mariscadas, tal y como recogen varios artículos publicados por este diario en su edición nacional.
Los paralelismos entre el caso de Lugo y la Federación andaluza de la Unión General de Trabajadores, que pagó con una subvención de la Junta una cena en un exclusivo restaurante de Madrid para 180 delegados asistentes al 40º Congreso Confederal (año 2009), son evidentes; pese a que su factura resultó casi 5.000 euros más cara que la de Torre de Núñez en Lugo.
Un selecto menú como el que disfrutaron en las navidades de ese mismo año. Langostinos, pargos al horno y rioja de reserva que costaron al erario público andaluz la friolera de 2.047,90 euros. En este caso por debajo de los 3.000 que de media cuestan las comidas que UGT organiza en la provincia lucense.
Un desvío constante de subvenciones por parte del sindicato a fines que poco tienen que ver con el objeto de la ayuda, en una práctica que parece no ser exclusiva del sur español y que, en el caso gallego, cuenta con la complicidad de la Diputación de Lugo al autorizar los pagos.
Bruselas ha abierto una investigación, derivada de las denuncias publicadas en la prensa en noviembre, sobre posibles irregularidades en un curso organizado por UGT en el marco del programa de cooperación transfronteriza entre España y Portugal del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Además de suspender temporalmente las ayudas al sindicato español, la Comisión Europea fiscalizará el uso que la organización ha hecho de los fondos, tal y como señaló este miércoles el comisario de Política Regional, Johannes Hahn. De confirmarse el fraude, deberá devolver el 100 por ciento del dinero. "
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