Argentina se desangra

Más acerca del desangre de la economía argentina y las consecuencias de su pésima gestión. 

Artículo de El Confidencial:

"Se respiraba un clima pesado el mediodía del jueves. En la calle Reconquista esquina Sarmiento, centro de la City Porteña, la zona de la ciudad de compraventa de divisas, estaban previstos chubascos. El cielo, negro; 45 grados de sensación térmica. La típica humedad de esta ciudad convertía el aire en una masa difícil de respirar. Había tensión. Antes de la lluvia, llegó otra tormenta, que también estaba al caer: la económica.

El Gobierno convalidó el jueves la más importante devaluación del peso argentino desde 2002. La moneda se depreció el 12% en apenas 38 minutos. El viernes volvió a hacer anuncios para detener una nueva subida del dólar. No es la única preocupación: una creciente inflación y nuevos números sobre la pobreza encienden la alarma de un sistema económico que parece haber colapsado.

Cuando un argentino se levante el lunes no sabrá si su salario es de 650 euros (el promedio), si recuperará esos casi 800 que cobraba hasta hace pocos días o si su bolsillo seguirá perdiendo. ¿Cuánto costará el dólar? Ni siquiera el Gobierno está en condiciones de asegurar su valor. “Estamos preocupados”, dice Axel Kicillof, ministro de Economía y máximo responsable de las últimas medidas económicas. La semana pasada, el dólar oficial cotizaba apenas por encima de los 6,20 pesos. Cerró la semana en 8.

El Gobierno intentó retomar la iniciativa el viernes. Ante las masivas críticas por las restricciones para la compra de dólares, anunció que levantarán el 'cepo', tal como se conoce popularmente esta medida, para generar confianza en el mercado. El argentino que se levante el lunes tampoco sabrá si podrá viajar al exterior. Estará pendiente de los nuevos requisitos que imponga la AFIP, el ente recaudador, para comprar dólares, ahora teóricamente sin restricciones. ¿Cómo se podrán adquirir? ¿Cuántos se podrán comprar? Son preguntas sin respuesta. El Gobierno no ha dado detalles.

“Necesitaban generar un shock en el mercado. Técnicamente es imposible levantar hoy el 'cepo''”, dijo Aldo Pignanelli, expresidente del Banco Central. ¿Por qué es tan importante el valor del dólar? En la cultura argentina, acostumbrada a la inestabilidad económica, el ahorro en dólares se ha convertido en un acto sagrado para la clase media. Imposibilitada para acceder a esta moneda norteamericana, ese descontento se ha convertido en una de las razones que enumeran todos los analistas políticos a la hora de justificar la derrota del kirchnerismo en las últimas elecciones legislativas.

Los economistas opositores no ahorran incertidumbre: “Me da la sensación de que no saben qué van a hacer. Esa imagen dan”, dijo María Castiglioni, consultora de C&T Asesores Económicos, ante las idas y vueltas de Cristina Kirchner.

Impacto en los bolsillos

Preocupa el impacto sobre la economía real. Los sindicatos advierten de una fuerte caída de la capacidad adquisitiva de los trabajadores y pretenden comenzar ya mismo a discutir aumentos salariales superiores al 30%. “La subida del dólar no tardará más de tres meses en llegar a los bienes y a los alimentos”, dice Diego Giacomini, director de la consultora Economía y Regiones.

Imagen de archivo de una protesta en Buenos Aires contra el Gobierno. (Efe)

Las concesionarias de automóviles están virtualmente cerradas. “Los coches no tienen precio ahora. Están esperando a ver qué pasa”, dice un vendedor en un local del extrarradio de esta ciudad. Curiosamente, los sitios webs de las tiendas de electrodomésticos, donde se realizan miles de compras en línea, han permanecido las últimas horas con problemas técnicos. “Es la mejor manera de esperar un poco a ver qué pasa”, dice un trabajador de la tienda, que pidió no ser identificado.

Mauricio Macri, líder opositor y precandidato a presidente en 2015, pide “convivencia pacífica” hasta que lleguen las elecciones. “La gente quiere vivir tranquila. Hoy, ni siquiera se podía comprar un lavarropas porque no se saben los precios”, dice.

El cóctel de problemas económicos tiene otro ingrediente explosivo: la inflación. El año pasado marcó un 27%, pero 2014 ha comenzado con pronósticos poco alentadores. El transporte público ha aumentado un 66%; los combustibles, el 10%; los seguros médicos, otro 9%. Todo eso ha sucedido en la primera quincena de enero, que será el mes con mayor inflación desde 1992.   

“Ya no sabemos cuánto se ha depreciado el salario de los trabajadores, entre la inflación de 2013, la aceleración de los precios en enero y ahora esta locura del dólar. Los trabajadores son los que más sufren la inflación y la devaluación”, explica Juan Carlos Schimd, referente de la Central General de Trabajadores.

Argentina registraba cerca de un 30% de pobreza en diciembre, según los datos publicados por esta institución. Se trata de casi 12 millones de argentinos. Durante el año pasado, el precio de los productos básicos aumentó un 50%, un incremento que hundió en la miseria a más de un millón de personas.

El final de Kirchner

Mientras el país corre detrás de números que no cierran, Cristina ha volado a Cuba para participar de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Con el punto final cada vez más cerca, la mala racha de Cristina Kirchner se aceleró cuando perdió las últimas elecciones legislativas. Después del traspié electoral, la presidenta sufrió un hematoma cerebral que la mantuvo fuera de actividad durante más de un mes. A su regreso, la mandataria ha implementado una nueva dinámica de gestión. Ya no es habitual escuchar sus encendidos discursos detrás del atril. Tampoco es habitual leerla en Twitter. Ante la falta de buenas noticias, Cristina ha decidido desparecer de escena. En su lugar, ha decidido que Jorge Capitanich, su jefe de gabinete, comunique los actos de gobierno.

Cristina eludió así exponerse ante las crecientes protestas por los saqueos que causaron 14 muertos el mes pasado o por la crisis energética que, en plena ola de calor, ha dejado sin electricidad a millones de personas.

Lejos de ser un mes de descanso, como acostumbra ser enero en el verano argentino, el año ha comenzado con más dolores de cabeza. En su único discurso público en los últimos 45 días, la presidenta no ha hecho mención este martes desde Casa Rosada a la inflación, el dólar y la crisis energética.

Con destino a La Habana, no se conoce su fecha de regreso. Pero Cristina estará fuera del país por lo menos hasta el miércoles. Muchas horas después de que vuelvan el lunes a vibrar los mercados."