Elentir analiza los nuevos desvaríos de la ultraizquierda, en este caso, nuevamente contra la familia.
Artículo de Contando Estrelas:
A veces da la impresión de que no hay majadería, por muy colosal que sea, que la extrema izquierda no esté dispuesta a defender como si fuese algo razonable.
Público vincula a la familia con «oscuros tiempos premodernos»
Hoy tenemos un nuevo ejemplo de ello en el panfleto ultraizquierdista Público, propiedad del acaudalado comunista Jaume Roures, que publica un artículo de la escritora Nere Basabe en el que vincula a la familia con “oscuros tiempos premodernos” y con el franquismo. Algo nada extraño leyendo el Twitter de su autora, que hace un mes defendió el comunismo afirmando que “jamás ha existido un Estado comunista” (chinos, norcoreanos, vientamitas, cubanos y laosianos no deben estar muy de acuerdo con eso) y añadiendo, como guinda, que “Bildu no es ETA y la libertad no es irse de cañas”.
«La familia es una mafia», dice la autora del panfleto
El artículo en cuestión, que es una contestación al reciente discurso de Ana Iris en Moncloa reividicando la familia, pero sin citarla, es un ejemplo de espectáculo cómico involuntario. Entre otras cosas, su autora afirma que “la familia es una mafia” y califica al individuo como “ser abstracto pergeñado por el liberalismo que en la práctica se parece en demasía a un varón blanco propietario”. Defiende “un proyecto que abola las fronteras de la familia desplegando una red de solidaridad global”, lo que dicho a las claras viene a ser algo sospechosamente parecido a la abolición de la familia que defendía la comunista Shulamith Firestone.
¿Si no quieres que tu pueblo desaparezca eres un «racista»?
Afirma, además, que “la misión de un gobierno no es promover la natalidad” (en España, de hecho, se dedica a justo lo contrario: promover la matanza de niños por nacer, obligándonos a financiar los abortos con nuestros impuestos), y añade: “si lo que te preocupa es que dentro de 50 o 100 años no haya niños de piel blanca en los pueblos de Zamora o en Ceuta, igual es que eres un racista”. ¿Os imagináis a esta mujer diciendo lo mismo pero cambiando “blanca” por “negra” y “Zamora” por Dakar? En resumen: que preocuparte por la extinción de las focas mola mucho, pero preocuparte por la extinción de tu pueblo es racismo. Lógica progre.
La diferencia cultural entre las dos generaciones
La autora, además, incurre en curiosas contradicciones. Dice que “no contamos con las mismas condiciones materiales para reproducir aquel modelo”, en referencia a la España de nuestros padres, y añade: “aún me tengo que esperar a que me lleven de vacaciones con ellos porque yo no puedo sufragármelo”. Sin embargo, a continuación afirma: “a los 30, yo ya disponía de tres veces más formación, información y cultura que ellos a la misma edad, había visitado el triple de lugares, había amado al triple de personas y había estado en mil fiestas más”. Pero vamos a ver, ¿has visitado el triple de lugares que tus padres y te quejas de que les necesitas para viajar? A lo mejor el problema es que tus padres no pensaban sólo en sí mismos y no tenían tu mentalidad materialista.
Quieren una España decadente y arruinada y señalan al que discrepa de ello
La autora acierta, eso sí, al señalar lo que le pasa a mucha gente de izquierdas al pensar en la España de sus padres: “todo lo que era sólido se desvanece en el aire, envidiamos sus certezas y aquella estabilidad”. Y es que a base de promover el materialismo, el relativismo moral y las recetas económicas progres, el socialismo ha convertido una España próspera y con unas convicciones morales sólidas -algo muy importante en el día a día, pero sobre todo en los momentos más críticos de la vida- en una España decadente, arruinada y sin esperanza.
Ante eso, lo único que sabe hacer la ultraizquierda es señalar como fachas a los que aprecian el hecho de tener una familia, algo que tienen muchos millones de personas, sea cual sea su ideología o religión (incluso los comunistas, ya que de momento no han encontrado la forma de reproducirse mediante esporas).
Lo que de verdad le molesta a la ultraizquierda de la familia
Como vengo señalando desde hace años, el odio de la ultraizquierda hacia la familia se debe a que ésta es un dique formidable frente a los proyectos de ingeniería social, frente a los intentos de manipular al individuo desde el poder. En su artículo de hoy, la escritora ultraizquierdista señala: “Freud nos enseñó a sospechar de la familia en tanto que primera instancia de represión social“. Es decir, que debemos sospechar de la familia pero no de quienes quieren liquidarla para imponernos sus desvaríos ideológicos y para que toda la sociedad se amolde a su amargada visión de la vida. Pues va a ser que no.
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