Artículo de Libre Mercado:
"Érase una vez un indio, una francesa y un italiano". Parece un chiste, pero no lo es. Hablamos del caso real de tres funcionarios que han llamado la atención de diferentes medios de comunicación por su falta de escrúpulos a la hora de cumplir con su labor de servicio público.
El caso más reciente es el de la francesa Agnes Saal: la ya ex dirigente de la cadena de televisión pública de la república gala acaba de presentar su dimisión después de que saliesen a la luz sus costosas facturas de taxis.
Agnes Saal contaba con un vehículo oficial para el que se le había asignado un chófer. A pesar de ello, gastó la friolera de 40.000 euros en desplazamientos de taxi realizados a lo largo de los últimos diez meses. Parte de los viajes reservados ni siquiera fueron solicitados por ella: por lo visto, era su propio hijo quien realizaba algunos de estos desplazamientos.
El italiano que trabajó 15 días en nueve años
Otro caso llamativo es el de un doctor italiano de Sicilia que, a lo largo de casi una década, apenas ha trabajado 15 días. Este funcionario encontró diversos resquicios legales que le permitieron encadenar sucesivas bajas laborales entre los años 2005 y 2014.Las únicas quince jornadas de trabajo que ha completado este doctor tuvieron lugar en el primer semestre de 2009. Tras estos quince días, el doctor volvió a encontrar distintas fórmulas que le permitieron prolongar su ausencia laboral. Entre las excusas a las que se aferró figuran nuevas bajas "por enfermedad", pero también "cursos de formación" y otras actividades.
El indio que no trabajó en 24 años
El tercero de los tres casos que analizamos es el de A. K. Verma, un ingeniero vinculado al Ministerio de Fomento de la India que fue despedido en 2014 tras descubrirse que no había trabajado un solo día desde el año 1990.
Ya en 1992, una investigación determinó que había cometido una falta grave al encadenar 24 meses de absentismo laboral sin ninguna justificación. No obstante, A. K. Verma ignoró por completo las pesquisas de las autoridades y, beneficiándose del descontrol administrativo indio, siguió cobrando mes a mes hasta el pasado año.
El Banco Mundial ha explicado al hilo de este caso que las leyes laborales del país asiático son tan restrictivas que resulta casi imposible despedir a un trabajador salvo en el caso de que cometan un crimen en el marco de su dedicación profesional. A esto se añade la ineficiencia de las Administraciones Públicas indias, otro factor que explica los 24 años sin trabajar de A. K. Verma.
El Banco Mundial ha explicado al hilo de este caso que las leyes laborales del país asiático son tan restrictivas que resulta casi imposible despedir a un trabajador salvo en el caso de que cometan un crimen en el marco de su dedicación profesional. A esto se añade la ineficiencia de las Administraciones Públicas indias, otro factor que explica los 24 años sin trabajar de A. K. Verma.
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