Hace algo más de un año, ya hablaba del pozo sin fondo que suponía la TV pública en España para los ciudadanos. Esta semana se han conocido nuevos datos sobre el coste que nos supone mantener este impresionante despilfarro público.
Según los últimos datos conocidos del ejercicio 2009, las televisiones públicos alcanzaron pese a la crisis económica, un nuevo record de gasto, y todo eso pese a recibir un disparatado 26% más de subvenciones para compensar la caída en publicidad.
Las televisiones públicas costaron a los españoles 2.134 millones de euros durante 2009, el peor año de la crisis. Esta cifra, la suma de las subvenciones recibidas por TVE y las cadenas autonómicas y de las pérdidas en que han incurrido los entes, supone que la televisión pública costó 144 euros por hogar el pasado año, un 11% más que en 2008 (130€) y un coste récord. Las televisiones públicas autonómicas cuestan 110 euros por hogar, frente a los 34 de la estatal.
Las subvenciones crecieron un 26%, hasta los 1.361 millones de euros (547,9M solo TVE), y aún así alcanzaron unas pérdidas de explotación de 772 millones de euros (solo las redujeron un 6%). Y eso que TVE todavía contaba con los ingresos de publicidad, algo con lo que ya no cuenta.
La Uteca calcula el coste solo de las autonómicas para el 2010 en 1900M € y dio a conocer otro dato para reflexionar, como la falta de contención de las cadenas públicas en gastos de personal: se incrementaron un 6% en 2009 tanto en la televisión estatal como en la autonómica pese a la crisis económica.
Como bien dijo durante su ponencia en la Jornada Anual Uteca 2010 el consejero delegado de Antena 3, “Es el mejor ejemplo de despilfarro público, y el más grave. Es insostenible”. Aseguró también que las cadenas autonómicas acumulan una deuda reconocida de 1.480 millones de euros y que, pese a ello, prevén gastar el año próximo más de 1.860 millones, y que “Venden sus espacios publicitarios un 30% más baratos" lamentando también que pujen con alegría por contenidos premium con dinero público.
Sin embargo, no estoy de acuerdo con la solución que proponen las TV privadas, que es la de que
se elimine el acceso de las cadenas autonómicas a la publicidad, tal y como ocurrió con TVE, y que se financien con tasas, en lugar de con cargo a los presupuestos de los gobiernos regionales, porque eso supone más impuestos para los ciudadanos y que se lleven ellas toda la tarta publicitaria y por tanto más ingresos para ellas.
En mi opinión la solución es privatizar las TV pública, tanto estatal como autonómica, que suponen un coste tremendo para el bolsillo del ciudadano, una maquinaria de propaganda electoral para el gobierno de turno en el poder, así como una competencia desleal hacia otras compañías.
Hoy en día, con la enorme oferta televisiva, las cadenas públicas no ofrecen nada distinto, al contrario, ayudan a pagar las deudas de empresarios amigos del gobierno a cambio de favores, como se ha demostrado ante jueces con las producciones de Roures y Buenafuente (La Sexta), o duplicar la retransmisión del futbol y la Fórmula 1 (Cuatro y Sexta), que ya son emitidas en otras emisoras.
Antiguamente podía entenderse en ciertos casos. Hoy no. Así que, esperemos que la propuesta del PP de hoy para dar a elegir a las administraciones entre distintas fórmulas de gestión, incluida la privatización, tenga éxito. Esto último sería bueno y "garantizaría la independencia" de la cadena. Pero tengo mis dudas de que se produzca.
ACTUALIZACIÓN:
Ahora, 5 días después se estima que la eliminación de la publicidad en las autonómicas, como pretenden las TV privadas nos costarían según datos publicados por Infoadex otros 190 M € al contribuyente, y con datos de enero a septiembre, con lo que anualmente serían bastante más.
Como ya pasara con TV española, que permitió repartir sus 500 M que ingresaba por publicidad entre las TV privadas, ésta sería una manera más de seguir ayudando a las privadas (Cuatro, la Sexta, Telecinco y Antena 3) dos de ellas en graves situaciones financieras, y de esta manera seguir obteniendo "cariño" por parte de estas emisoras, todo a costa del ciudadano, claro.
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