domingo, 23 de enero de 2011

La teoría del colapso global. (Economía, Política. 256)

Hacia dónde nos lleva el espectacular incremento de la deuda mundial?. Interesante artículo que nos muestra la situación actual y los peligros de seguir llevando a cabo este crecimiento:

Artículo de Kike Vázquez:

"¿Cuánto tiempo nos queda antes de vivir una verdadera crisis sistémica? En 2008 se pensó que quizá a alguien se le había ido la mano y era la hora. Hubo miedo, pero no, solo vivimos algunos daños colaterales como Irlanda o la limpieza express del bolsillo del contribuyente. El pánico no fue si no la muestra de que nuestro sistema no es igual de firme que el suelo que pisamos, a decir verdad sus pies son de barro y está predestinado al colapso.

Ayer les presenté un informe de McKinsey, no solo por su interés que es enorme, también para realizar este análisis. Supongo que casi todas las personas han mirado las gráficas y han visto países: España es poco competitiva, la deuda de Japón es peligrosa o EEUU es el país más interconectado del mundo son ejemplos de posibles conclusiones. Hay otra visión, y es una visión global.

En 2009 el apalancamiento mundial era de 1.82 veces el PIB. Esta cifra en sí no nos dice nada porque los ratios hay que compararlos. Comparemos pues al planeta Tierra, veamos como de importante es su endeudamiento, qué podemos esperar de él.

Si recuerdan esta gráfica mostraba “el ciclo de la deuda”, fruto de la relación entre ésta y la renta per cápita asociada.

Veamos cómo de apalancado está nuestro planeta. Si situamos las 1.82 veces o 182% sobre PIB en la gráfica observamos que estamos en el paso previo a la madurez, somos “una Alemania”, “una Francia” o “un Singapur”. Lo importante no es eso, lo importante es que el endeudamiento seguirá creciendo y luego seremos “una Irlanda” o “un Reino Unido”. Si vamos más allá solo queda el declive, y ahí ya no podríamos poner excusas de competitividad porque no hablamos de un país sino del mundo, hablamos del colapso global.

¿Cómo es posible que lleguemos ahí? Pues porque nuestro sistema monetario hace que la deuda sea algo imposible de reducir salvo que existan quiebras masivas, y aún en ese caso sería complicado. Imaginemos una quiebra masiva en la Eurozona ¿de cuánto serían las quitas? ¿Y el nuevo endeudamiento del resto del mundo en ese mismo período? Para no seguir avanzando por la gráfica hacia el declive es necesaria una gran falla sistémica, en otro caso solo hay un camino con dirección única.

Quizá piensen en la relación entre PIB y deuda, en España sin ir muy lejos nuestra deuda pública se redujo durante algún tiempo. Eso podría ocurrir a nivel mundial si por ejemplo en los próximos diez años la deuda creciese un 6% pero el PIB un 7%, el ratio de apalancamiento se reduciría tal y como ocurrió en España y caminaríamos hacía atrás en “el ciclo de la deuda”. Eso es cierto, pero el montante total de deuda seguiría creciendo un 6%, se pueden reducir los ratios pero no el valor total (un país en concreto sí puede reducir su montante, pero el mismo efecto a nivel agregado es ciencia ficción).
Quizá la solución pase, por tanto, por hacer crecer la deuda por debajo del crecimiento nominal de PIB dando así marcha atrás en la gráfica Aumentamos el montante de deuda, puesto que está intrínseco al sistema, pero más el del PIB consiguiendo así retroceder ¿Sencillo, no? Sí, esto sería fantástico. El problema es que lo que nos muestra el mundo en los últimos años es que la productividad marginal de la deuda es cada vez menor cuanto más se desarrolla un país, por tanto llega un punto en donde no es posible hacer crecer el PIB nominal por encima de la deuda. Occidente ya está demasiado endeudado, Asia podrá usar el apalancamiento de forma provechosa un tiempo, pero todo se acaba. Cada vez más deuda y menor productividad de ésta, la dirección es única.

Ahora mismo por ejemplo se dice que el apalancamiento mundial (relación entre deuda y PIB) se mantendrá más o menos estable en los próximos diez años en 1.82 veces. ¿Por qué? Pues porque a quien le toca endeudarse ahora es a los emergentes en los que la productividad marginal de la deuda es muy alta. Cuando éstos se desarrollen el mundo llegará a su “madurez” y ya será muy complicado reducir el apalancamiento. El mundo tiene un tope de deuda que soporta, pero ésta última es imposible de frenar, difícil solución

Todo ello nos lleva al mismo camino, el sistema monetario actual está condenado al fracaso, antes o después colapsará porque será imposible afrontar sus obligaciones. Ahora bien, ¿cuándo sucederá esto? No a corto plazo. Como veíamos ayer la capacidad de endeudamiento de una economía está en relación a su competitividad. A nivel mundial ocurre lo mismo por lo que una nueva revolución industrial nos permitiría “x” años más de endeudamiento, permitiría que la madurez no fuese en el 250% del PIB sino en el 500% (es solo un ejemplo). Debemos pensar eso sí ¿cuántas revoluciones industriales necesitamos para mantener el sistema? Infinitas, porque aunque consiguiésemos un nuevo tope volveríamos a llegar a él y así repetidas veces. Cuanto más innovemos más aguantará el sistema, pero igualmente tenderá a un nivel insostenible antes o después.

Existe otra forma de aumentar el límite: la ingeniería financiera. La securitización por ejemplo permite reducir los riesgos bancarios permitiendo que aumente el nivel de endeudamiento a un nivel mayor. No es de extrañar que el informe de McKinsey haga hincapié en la importancia de su desarrollo. Según sus pronósticos luego de una caída de un 90% durante la crisis en tres años ya estaremos a un nivel de securitización del 50% desde máximos. Es decir, con esa tendencia todo volverá a ser igual que antes con “pegatinas” de transparencia, seguridad y otras cosas que se les ocurran en no mucho tiempo. Pasará inevitablemente porque es necesario para aumentar el endeudamiento mundial.

Los caminos derivan en el colapso. No solo nuestra industria está pensada para producir con recursos infinitos, nuestro sistema financiero está pensado para aumentar el endeudamiento “ad eternum”, si en algún momento esto no es posible porque llegamos a la “madurez” estaremos obligados a la reformulación de esta gran obra de ingeniería financiera. Obra brillante pero insuficiente para la humanidad.

Los emergentes están probando nuevas medidas para que la historia no se repita. No sé si lo conseguirán, pero da igual. Algunos podrán evitar las crisis pero a nivel agregado hay un camino, y es la deuda, todos lo seguimos y a todos nos afecta más o menos bruscamente. Al final antes o después llegaremos a la madurez, luego al declive, no sé con qué aumento de competitividad ni si habrá una nueva revolución industrial, pero llegaremos.

Todo puede parecer lejano, pero actualmente con un crecimiento del 7% anualizado cada 10 años se dobla el montante deudor del mundo. 50 – 100 – 200 – 400 – 800 – 1.6 trillones; empecé en el 2000 y estaría en 2050. Puede parecer exagerado pero hasta el momento el montante es incluso mayor (2009 109 billones, estimación 2020 213 billones). Además no solo es un camino inescrutable al colapso, si consentimos que esto continúe habremos permitido que poco a poco se hagan con la propiedad de la Tierra, de todo lo que vemos o respiramos. Cuando la deuda crece a un 7% y el PIB global a un 5% lo que está pasando es que los acreedores poseen ese 2% más de la riqueza del mundo. A largo plazo el resultado es inequivoco. Así es nuestro sistema, una obra brillante para unos pocos pero imperfecta para la mayoría".

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