Ha corrido como la pólvora la publicación en los medios de la resolución judicial de la audiencia de navarra de 2009 en la que el juez permitió entregar a una pareja su casa como pago total de la hipoteca, algo que no sienta jurisprudencia, pero que ha producido muchas reacciones a favor y en contra.
Las ventajas e inconvenientes son varios y son importantes:
Como principal ventaja, especialmente para el cliente sería que dando su vivienda, se solucionaría su problema de deuda con el banco, no teniéndose que recurrir a otros bienes, salario...
Pero si esto se generaliza y toma como norma, las consecuencias negativas serían numerosas también para el cliente.
En primer lugar, el coste de los préstamos aumentaría considerablemente, por lo que habría que pagar muchos más intereses y por tanto el acceso a un préstamo sería más dificil.
Así, en EEUU, la mayoría de hipotecas están referenciadas a un tipo de interés fijo, en concreto el bono a 30 años. Es decir que pese a que en EEUU los tipos a corto estén en el 0,11%, el bono a 30 años está en el 4,39%. Esto supone que es imposible contratar una hipoteca por debajo del 5%
Otra consecuencia negativa es que los bancos probablemente, como ocurre en USA, te exigirían una tasa extra (PMI) como seguro de impago que cobraría en hipotecas superiores al 80% del valor de la vivienda de manera mensual hasta que el crédito se redujera por debajo de ese % o se pagara cierta cantidad por ese concepto.
Para el banco además conllevaría más riesgo, por lo que además de pedir tipos de interés más altos, se eliminarían las hipotecas al 100% y se recortarían los plazos de amortización (lo que supone que al pagar en menos años la hipoteca, pagarías al mes más cantidad).
Para los que buscan piso tendría una consecuencia positiva si se generaliza, y es que al ser más caro el préstamo y darse menos créditos, el precio de la vivienda caería más, pero esto tendría una consecuencia muy negativa para el sector financiero, con su actual balance, y las grandes pérdidas no reconocidas que tienen en los mismos, lo que agravaría aún más el problema y por tanto la recuperación económica.
Así que ventajas sí, pero también inconvenientes.
QUEDA CLARO QUE LOS BANCOS TENDRÁN QUE ASUMIR PÉRDIDAS, YA QUE EL PRECIO DE LAS CASAS TIENE QUE BAJAR UN 30% MÁS NECESARIAMENTE. EN LOS NEGOCIOS UNAS VECES SE GANA Y OTRAS SE PIERDE.
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