viernes, 8 de febrero de 2013

Escándalo en la sanidad de Reino Unido: 1.200 muertes por negligencia y maltratos. (Salud, Educación. 135)

Esta noticia ha causado conmoción en el Reino Unido, poniendo en evidencia la gestión llevada a cabo por el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS). 

Ay, si hubiera sido en un sistema privado. Al final, es lo que conlleva un sistema público universal y "gratuito" con el paso del tiempo. Imposibilidad de endeudarte más, pérdidas crecientes, escasez y pérdida de calidad y deterioro de la atención, y ajustes y recortes consecuentes en perjuicio del paciente:
"El resultado de la investigación pública sobre la sanidad de Reino Unido ha conmocionado al país. Hecho público este martes, la investigación pública estudió el período de 2005 a 2009 y concluyó que hasta 1.200 pacientes del Hospital de Stafford murieron debido a condiciones insalubres y las malas prácticas.
El escándalo estalló ya en 2009, cuando se descubrió que decenas de pacientes murieron de forma innecesaria por la mala asistencia que recibieron en ese centro. Ahora, las conclusiones de este informe advierten de la posibilidad de que las negligencias se estén produciendo en el resto de centros del país
Las historias de los pacientes son escalofriantes. La desatención llegaba a tal punto que no disponían de comida ni agua, y sufrían constantes maltratos. La situación ha obligado a David Cameron a realizar una declaración urgente, pidiendo perdón a la nación y tachando de "verdaderamente espantosas" sus conclusiones. "Había pacientes tan desesperados por el agua que bebían de floreros sucios", señaló. 

Objetivos económicos por encima del servicio"

El documento, elaborado por una comisión independiente presidida por el abogado especialista en negligencias médicas Robert Francis, aporta 290 recomendaciones para llevar a cabo "cambios fundamentales" en la gestión de los hospitales del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, en sus siglas en inglés).
El primer ministro anunció la creación de un cuerpo de inspectores que velará por que los centros públicos sean "lugares limpios, seguros y en los que se cuide a los pacientes, y no meros espacios de gestión burocrática".

El centro médico de Staffordshire en el que se produjeron las negligencias está dirigido por una de las llamadas "Foundation Trust", organizaciones sin ánimo de lucro y dependientes del sistema público que se encargan en el Reino Unido de la gestión de algunos hospitales, servicios de salud mental y ambulancias.

En 2009 se hizo pública la primera de cinco investigaciones sobre la gestión del hospital Mid Staffordshire que se han llevado a cabo después de que las autoridades sanitarias advirtieran de que en ese centro habían muerto entre 400 y 1.200 personas más de lo que se debería esperar según las estadísticas.

El primer estudio, elaborado por una comisión dependiente del Ministerio de Sanidad británico, determinó que en la gestión del hospital se había primado "la consecución de objetivos económicos por encima de la calidad del servicio".

Las sucesivas investigaciones han mostrado que las enfermeras del centro no estaban lo suficientemente cualificadas y que médicos sin experiencia estaban a cargo de pacientes críticos, así como situaciones en las que el personal de recepción era el que decidía si un enfermo ingresaba o no en cuidados intensivos. Tras estallar el escándalo, el jefe ejecutivo del hospital, Martin Yeates, y el entonces presidente de la fundación que gestiona el centro, Toni Brisby, presentaron su dimisión."

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