El Gorila Rojo muestra una vez más su cara dictatorial y comunista, destrozando la libertad de empresa e impidiendo a los productores-empresarias ajustar sus precios para compensar la brutal manipulación de divisa (que incrementa los costes más del 32% de cualquier importación) realizada nuevamente por el populista gobierno bolivariano.
Ahora cierra temporalmente las tiendas de la española Zara porque planeó una modificación de precios para adaptarse a la devaluación. ¿Pero quién es este impresentable para interferir en sus decisiones (cuando está interfiriendo y empobreciendo y de qué manera a empresas y ciudadanos con sus continuas devaluciaciones e inflaciones provocadas del 25%)?
Zara tiene todo el derecho a subir o bajar precios según le parezca, y la gente tendrá todo el derecho de comprar o dejar de comprar en dichas tiendas según le parezca.
Estas limitaciones de precios, muy populistas y aplaudidas (y que muestran una ignorancia económica tremenda) además de ir contra la libertad de las personas (totalitarismo puro y duro), supone consecuencias económicas desastrosas:
En primer lugar, este tipo de decisiones provoca pérdidas en los distintos negocios donde se aplica, puesto que impone precios por debajo de costes (te impone una subida de costes superior al 30% pero te impide incrementar precios para paliar al menos parte de esos crecientes costes), lo que hace perder dinero a los negocios, y con ello su cierre.
En segundo lugar, lo que provoca es escasez de productos. Los distintos empresarios-emprendedores-comerciantes, al ver imposiciones en dichos negocios, que producen pérdidas, se trasladan a otros nichos de negocio donde dichas prohibiciones no se han implantado, lo que provoca desabastecimiento de ese tipo de productos.
En tercer lugar, provoca fuga de capitales. Estas decisiones implican inseguridad jurídica, lo que hace huir la inversión y el capital del país. Las empresas extranjeras no invierten en proyectos y empresas ahí, y las ya implantadas huyen pues no son rentables sus inversiones y muchas de las que tienen son expropiadas. Esto implica destrucción del tejido empresarial, incremento del desempleo, insostenibilidad de las cuentas públicas y estancamiento económico, evitándose las herramientas (inversión, capital y ahorro) básicas para el desarrollo del bienestar futuro de un país.
Pero no pasa nada. Dentro de un tiempo, a volver a devaluar y a confiscar, a empobrecer a su población condenando su progreso, mientras su líder político sigue instaurado en el lujo ajeno a cualquier problema.
"El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), organización destinada a la lucha por los derechos de los consumidores en Venezuela, ha ordenado el cierre de las tiendas de Zara, perteneciente a Inditex, en todo el país latinoamericano, durante 72 horas.
La noticia, anticipada por medios venezolanos como 'Últimas noticias' y 'El Nacional' se produce debido al súbito cambio de precios efectuado por la marca.
Los escaparates de las tiendas ya anunciaban este sábado por la mañana el cierre de los establecimientos, que se espera vuelvan a estar accesibles al público el próximo martes.
La empresa practicó una modificación de precios para tratar de adaptar estos a la devaluación del bolívar, la moneda nacional, según informa lainformación.com, siendo este hecho la causa de la medida gubernamental, toda vez que el Estado está inmerso en la lucha por establecer cierto control en los precios de los productos para evitar prácticas abusivas."
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