lunes, 24 de febrero de 2020

Banderas rojas y puños en alto: el Ministerio de Irene Montero usa la estética comunista

Elentir muestra otra muestra de propaganda comunista por parte del gobierno, de instrumentalización de las instituciones públicas y de la instrumentalización también de ciertas causas con las que ideologizar, adoctrinar y obtener rédito político, como es el caso de la mujer y la igualdad. 

Su buscada y explotada guerra de sexos (y para ello se valen de todo tipo de manipulaciones de datos como la ya explicada en decenas de artículos sobre la llamada brecha salarial) no es más que llevar a otros terrenos la fracasada lucha de clases para dividir a la sociedad, enfrentarla, crear colectivos victimas y explotadores, exaltar la envidia y el odio y atraer enojados hacia sus huestes, presentándose como los salvadores que acabarán con las injusticias una vez en el poder...


Artículo de Contando Estrelas: 
Uno de los denominadores comunes de los movimientos totalitarios es su afán por imponer sus símbolos partidistas a todo el pueblo. Esto ya lo hicieron el comunismo y el nacional-socialismo.
Banderas rojas y puños en alto en un cartel del Ministerio de Igualdad
La entrada de la extrema izquierda en el Gobierno de España se ha notado hoy, estéticamente hablando, en una publicación del Ministerio de Igualdad, la nueva cartera ministerial creada para dar cabida en el ejecutivo a la dirigente de Podemos Irene Montero:

📅 Hoy, Día Europeo de la , recordamos que la práctica totalidad de las trabajadoras de nuestro país sufren de la desigualdad retributiva y de los cuidados.
🔴 La brecha salarial de género alcanza el 21.92%. Debemos revertir estos datos con urgencia.
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Lo que más llama la atención del tuiteo, además de los datos sesgados que publica, es el cartel que adjunta (se puede descargar aquí). Y más concretamente, la imagen que encabeza el cartel, con varias mujeres puño en alto y con banderas rojas:
La ministra aún se declaraba comunista en 2017
La clara estética comunista de la imagen ha provocado las críticas de algunos tuiteros: “Esta es la cuenta oficial de un ministerio o es la cuenta oficial del partido comunista de Podemos?”, pregunta @pinzotee, a lo que @LaDerecha8 contesta: “En teoría es la cuenta oficial de un Ministerio, pero parece ser que es la oficial del Partido Comunista de Podemos”. Cabría preguntar si en próximos carteles del Ministerio de Irene Montero veremos los clásicos retratos de Marx, Engels, Lenin y Stalin que caracterizaban a la parafernalia de la cartelería soviética. Hay que recordar que la ministra militó en la Juventud Comunista y aún en 2017 seguía declarándose comunista.
Los datos que oculta Montero en su afán de provocar una nueva lucha de clases
Por otra parte, el cartel abunda en el mito de la “brecha de género”. Para ello, el cartel acude a los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2017, publicada el 21 de junio de 2019, comparando los ingresos medios de hombres y mujeres, unos datos que no reflejan lo que cobran las personas de ambos sexos por hacer los mismos trabajos, pero que la izquierda se empeña en manipular como si así fuese. Lo que el Ministerio de Igualdad olvida decir es que según datos del INE, los hombres hacen más del doble de horas extras que las mujeres (4.027.300 horas de los hombres frente a 1.993.100 de las mujeres en el 2º trimestre de 2019) y hay muchas más mujeres que hombres que eligen trabajos a tiempo parcial (más de 2 millones de mujeres frente a 762.000 hombres en el 4º trimestre de 2019), lo que también repercute en los salarios medios.
Además, la siniestralidad laboral es mucho mayor entre los hombres: según datos del Ministerio de Trabajo, en 2017 murieron 461 hombres y 35 mujeres en accidentes laborales. Así mismo, los accidentes laborales que provocaron una baja fueron 339.599 entre los hombres y 149.466 entre las mujeres. Si el Ministerio de Irene Montero oculta estos datos es, claramente, para seguir fomentando la idea de que los hombres oprimen y discriminan a las mujeres, una lucha de sexos que se empeña en provocar la izquierda para sustituir a su fracasada lucha de clases. Tanto una como otra tienen el mismo fin: sacar provecho político de un enfrentamiento social, porque una sociedad dividida por el odio, el rencor, la envidia y la demagogia es el único escenario en el que los charlatanes comunistas tienen alguna oportunidad de que la gente les haga caso.
Foto principal: La Moncloa.

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